Portugal, contra la otanización de Baleares
Bartolomé BELTRÁN
Madrid — Ya se habían detectado intenciones de potenciar el interés estratégico de Portugal
respecto a la OTAN, por parte del primer ministro Pinto Balsemao y más aún después de su reciente
viaje a Bonn donde ofreció el suelo portugués para instalaciones nucleares. Ahora, el fondo
de la cuestión se ha convertido en noticia al detectarse en medios políticos y militares portugueses el
pánico que existe en Portugal respecto a la dependencia que se crearía de Madrid, donde se montaría un
Mando Unificado Ibérico, al consumar se el ingreso de España en la Alianza Atlántica.
Portugal, que no se opone tácitamente al ingreso de España en la OTAN, prefiere depender del
Comando Supremo de Norfolk (Gran Bretaña) antes que subordinarse a Madrid.
En ese sentido, se ha montado un gran revuelo al conocerse, por filtraciones, los debates que a puerta
cerrada y en secreto han celebrado la Comisión parlamentaría portuguesa de Defensa con el coronel Costa
Matos, del Estado Mayor General de los tres mandos militares.
El diputado socialdemócrata y presidente de la Comisión de Defensa, Augelo Corroía, que estuvo muy
duro respecto a este tema, se mostró partidario de la entrada de España en la OTAN y se opuso
expresamente a la utilización de las islas Baleares como parte integrada de la zona aeronaval del
Comibert Lant. Correla mantuvo la teoría de que debían utilizarse las Azores, al igual que ya se estaba
empleando el archipiélago de Madeira, para acabar repudiando nuestras islas en este tema.
Estas afirmaciones demuestran el interés de los portugueses en conseguir que las Baleares pierdan su
interés estratégico con la pretensión de desplazar al océano Atlántico el centro do gravedad de los
intereses de la Alianza, para así asegurar que sea Lisboa y no Madrid la sede del Mando Ibérico de la
OTAN.