Jornada mundial
LA OTAN FUTURA
DESPUÉS de veintisiete años de existencia se estudia, ahora la remodelación de la OTAN. La crisis que
ésta sufre en sus extremos norte y sur obligan a sus miembros más vigorosos - los Estados Unidos y
República Federal - a plantear la manera de darle al sistema defensivo occidental una mayor consistencia.
Falla Islandia en el Norte; fallan Italia, Grecia y Turquía (por sus problemas internos) en el Sur. Quizás en
Washington y en Bonn consideran que la solución de la crisis estaría en incorporar a Suecia y a España.
Es vieja esa aspiración, contemporánea casi de la firma del Tratado de Washington al final de la década
de los años 40. Los convenios con España - impulsados por el almirante Shermann antes de su muerte -
les dieron a los Estados Unidos la posibilidad de asegurar la zona estratégica del Estrecho: la base de Rota
y las de Noruega son quizás las llaves maestras del sistema...
LA invitación de nuestro Vicepresidente del Gobierno para la Defensa, teniente general Gutiérrez
Mellado, a las conversaciones de Munich ahora no es una casualidad. Recordemos que los Estados
Unidos, por boca del presidente Ford, ya expusieron el ano pasado en Bruselas la urgencia de integrar
formalmente a España en la OTAN. Materialmente ya lo está, gústenos o no. Ahora la Sociedad Alemana
de Estudios para la Defensa (su sede está en Munich) ha reunido en un coloquio a más de un centenar de
expertos en la materia: políticos, militares... Provienen de todos los países de la OTAN. Tiene, pues,
importancia que en el coloquio figure el vicepresidente (de nuestro Gobierno) para cuestiones de Defensa.
Gutiérrez Mellado departió antes con el ministro alemán de Defensa, Leber, que, aun siendo socialista del
ala izquierda, viene mostrándose partidario de incorporar a España en la OTAN.
POR otra parte, la relación de España y la OTAN está siendo, de un tiempo acá, tratada periódicamente
en Bruselas por nuestra diplomacia allí acreditada, que no ignora los puntos de vista del secretario
general, Luns, y del general jefe, Haig-, favorables ambos al ingreso formal de España. Por primera vez
España está siendo invitada a compartir los debates sobre Defensa occidental. El tema es de relieve. Y la
verdad es que, tanto por sus convenios con los Estados Unidos como por su decisiva situación estratégica
entre dos mares y dos continentes, España no puede ya, a estas alturas, considerarse ajena a un sistema
defensivo que, aunque ella no lo quisiera, le afecta medularmente. Pensar que en un conflicto global
pudiéramos ser neutrales es pensar en lo imposible.
Bartolomé MOSTAZA