INFORMACIONES
CARRILLO EN MADRID
EL secretario general del Partido Comunista ha dado muestras de una audacia calculada al presentarse
ayer ante un grupo de periodistas en Madrid. La respuesta del Gobierno ha sido escueta: «Seguimos
considerando ilegal y prohibida su estancia en España, pues, como se sabe, no se ha accedido a
concederle el pasaporte que había solicitado.» Y ahora nos preguntamos nosotros: ¿Vamos a continuar en
una situación semejante, en virtud de la cual el señor Carrillo podrá escoger nuevamente el lugar y
momento para repetir una nueva aparición espectacular de alto efecto propagandístico? Por este camino,
don Santiago Carrillo podría dar muchos quebraderos de cabeza al Gobierno y éste quedar atrapado en su
propia decisión de no conceder el pasaporte al dirigente comunista.
Aquí habría que distinguir dos cosas bien diferentes: la legalización del Partido Comunista y la concesión
o no del pasaporte al ciudadano español Santiago Carrillo. Lo primero es una cuestión muy discutida, que
será uno de los temas principales de las próximas negociaciones Gobierno-oposición y de la ley Electoral
a pactar tras el referéndum. Es un problema sobre el cual la última palabra debe estar en la voluntad
mayoritaria de los españoles. Pero puede no ser legal el P.C.E., o estar tolerado en cierto grado, como
ocurre ahora, y, sin embargo, que sea concedido el pasaporte a Carrillo. Esta, o cualquier otra, sería mejor
solución que la realidad vivida ayer. Antes que ver cómo crece la «obsesión Carrillo» y esperar a que el
dirigente comunista se aparezca «clandestinamente», ¿no sería preferible ver a Carrillo bien protegido por
la Policía española? ¿No sería éste el mejor desmentido del Gobierno a quienes no parecen haber
entendido que en la situación predemocrática que vivimos las libertades comienzan a ser realidad?