GRITOS Y SUSURROS
José Luis Gutiérrez
Nuevo Gobierno
Que ha hecho Leopoldo Calvo-Sotelo a lo largo de este fin de semana? Pues descansar, reflexionar y
sentirse cautamente satisfecho de cómo han salido las cosas. Calvo-Sotelo pensó también en su nuevo
Gobierno —la votación de hoy, salvo imprevistos, será de puro, aunque solemne, trámite— porque los
centristas ya empiezan a bullir. Se ha abierto la tómbola de las carteras y comienza el ritual de las listas.
Ya hay algunas circulando y en todas ellas aparecen Pérez-Llorca y Juan Antonio García Diez como
hombres clave por su proximidad a don Leopoldo. De tal bullicio se informa en otro lugar de este
periódico. De todas formas, entre los muchos aspirantes a cartera el mejor situado con diferencia es Osear
Alzaga.
L EOPOLDO está decidido a reunificar a la fami lia centrista y absorber e integrar a los «críticos», de los
que Osear es uno de sus más netos representantes. Por eso Pérez-Llorca ha sido el encargado de negociar
con ellos. Osear Superestar —el día que a este muchacho le quitemos esa palidez de cirio y esos tenues
ademanes y tics de vicaria, tendremos un presidenciable; ya verán— tiene en estos momentos la cartera
que desee a su disposición.
El, hasta hace pocos días, seguía en su postura habitual: rechazarlas, no quiere ser ministro. No obstante,
en estos últimos días sus amigos más cercanos están intentando convencerle, por lo que es posible que en
el próximo Gabinete contemos con el entrañable y brillante Oscar -«eh, eh...»-.
Y ahora, dos «novísimos» con posibilidades de acceder al olimpo de los ministros: se trata de Gaby
Cisneros, cuyo nombre suena para Interior, y el del liberal Pedro López Jiménez, que fue subsecretario de
Joaquín Garrigues.
NOTICIA de un viaje ilustre: a mediados de esta semana, el ex presidente Suárez y señora
emprenderán viaje hacia los Estados Unidos. En el séquito de acompañamiento irán Jesús Viana y señora,
el inefable Alberto Aza y señora y la señora de Lito Delgado, cuñado del ex presidente. Lito se quedará
en Madrid a montar provisionalmente el despacho de Suárez en un chalecito de la zona residencial
madrileña de El Bosque.