EN HUELMA Y JEREZ
Entierro de los policías armados asesinados en Vitoria
JAÉN, 8 (EFE).
AYER recibieron sepultura en la localidad jiennense de Huelma los restos mortales del policía, armado
don Miguel Raya Aguilar, asesinado el domingo en Vitoria.
A los actos fúnebres se sumaron la totalidad de los vecinos de Huelma, más de 6.000 habitantes, de la que
era natural el señor Raya Aguilar.
Anoche, el Ayuntamiento de Huelma, reunido en sesión extraordinaria, acordó hacer pública la repulsa
del pueblo por el criminal atentado, expresar el pésame del vecindario a los familiares y nombrar hijo
predilecto del pueblo al policía armado Miguel Raya Aguilar.
Por su parte, los dirigentes locales del P.S.O.E., P.C.E., U.G.T. y CC.OO. han remitido al alcalde un
escrito conjunto en el que hacen constar su repulsa por el atentado.
Los restos mortales de Miguel Raya llegaron a Huelma en un furgón, al que acompañaban los padres de la
víctima y varios hermanos, así como una gran cantidad de jefes, oficiales y números de la Policía Armada
y de la Guardia Civil,
EN JEREZ DE LA FRONTERA
En Jerez de la Frontera recibieron sepultura los restos mortales del policía armado don Joaquín Ramos
Gómez, asesinado en acto de servicio en Vitoria.
En la capilla ardiente, en el nuevo cuartel de la policía Armada, fue velado por sus compañeros y
familiares, mientras que se sucedían en la propia capilla varias misas de «corpore in sepulto».
A hombros de sus compañeros y de miembros de la Guardia Civil y de la Policía Municipal, envuelto el
féretro en la bandera nacional y seguido por una gran multitud, fue trasladado a la iglesia colegial, donde
el abad de la misma, acompañado por seis sacerdotes, concelebró una misa.
A la salida del templo, un grupo de personas entonó el «Cara al sol», mientras otros daban gritos de
«E.T.A. asesina» y gritos de «Viva la Policía Armada».
La organización E.T.A., al reivindicar el atentado del pasado domingo en Vitoria, donde murieron dos
Policías y otros tres resultaron gravemente heridos (ver INFORMACIONES de ayer), ha asegurado que
continuara la lucha y la realización de atentados similares contra las fuerzas del orden.
En explicaciones dadas posteriormente a la reivindicación, E.T.A. intenta justificar una vez más sus
acciones terroristas.