OPINIÓN
28-octubre-80/Diario16
STANLEY G. PAYNE
El origen desconocido del terrorismo
A pesar de la abundante y reciente literatura sobre el terrorismo, aún no se ha ofrecido una explicación
coherente sobre las causas de un fenómeno creciente desde la década de los sesenta y que se ceba más en
las democracias que en las dictaduras.
Durante la década de los años setenta, el terrorismo a nivel nacional e internacional alcanzó el primer
plano de la atención mundial, algunas veces eclipsando las mismas guerras como causa de preocupación
inmediata. El crecimiento del terrorismo no tiene precedentes. A pesar de que la violencia política es muy
antigua, el fenómeno del terror mortal estaba limitado hasta ahora a algunos países específicos y a ciertas
circunstancias históricas. El espectacular aumento del terrorismo ha llevado a la publicación de cincuenta
o más libros sobre el tema (algunos de tipo científico, otros de tipo periodístico) durante los últimos cinco
años. Este brote de literatura nos ha brindado descripciones detalladas de las principales acciones
terroristas en la pasada generación, un largo recuento y estadísticas sobre la incidencia del terrorismo en
todo el mundo, descripciones históricas del terrorismo político desde el siglo XIX, investigaciones de las
causas y las fuentes del terrorismo, teorías sobre el terrorismo y discusiones detalladas acerca de la
contención del terrorismo y de las políticas antiterroristas.
Toda violencia no es terrorismo
Sin embargo, esta copiosa literatura ni siquiera ha podido lograr un consenso respecto a una definición del
terrorismo. Por ejemplo, no toda la violencia política es achacable al terrorismo.
Los baños de sangre y las masacres relacionadas con los levantamientos y los derrocamientos de
Gobierno o sus represiones se suscitan desde hace miles de años, así como los asesinatos. Las campañas
de violencia cortas y específicas llevadas a cabo públicamente por grupos o instituciones no son nada
nuevo, sin embargo, probablemente no son siempre la clase de cosas que se entiende por el término
terrorismo.
Lo diferente en el terrorismo del siglo XX son otras ciertas cualidades. Estas podrían incluir el azar y la
falta de discriminación en la elección de las víctimas, la prosecución de la violencia por grupos
organizados e instituciones durante largos periodos de tiempo. No obstante, la estipulación de tales
características no nos dará una clara definición que pudiera diferenciar totalmente el terrorismo de otras
formas de violencia.
Se da por sentado normalmente que el terror poli-tico moderno comenzó con el moderno revolucionismo
izquierdista, desde que el término se puso de moda por primera vez después del terror jacobino en Francia
en 1793-94. Durante el humanitario y civilizado siglo XIX el terrorismo extensivo tuvo un lento
desarrollo, Al final de ese periodo fue identificado con los terroristas populistas (narodniki) que actuaban
contra el régimen zarista en Rusia, y con los terroristas anarquistas de España, Francia e Italia. Si bien es
cierto que al principio de ese siglo se llevaron a cabo asesinatos específicos de jefes de Estado o líderes en
todos esos países, y mientras miles de personas habían sido exterminadas por los «jaqueríe» de
campesinos debido a su represión en Rusia, tales hechos no fueron considerados terroristas en el sentido
que se le dio ulteriormente. Al final del siglo los terroristas del nuevo estilo perpetraban asesinatos
indiscriminados contra cualquier empleado del Gobierno (incluyendo a los carteros comunes) o sus
asociados en Rusia, y en Europa occidental lanzaban bombas al azar sobre los grupos de gente sin
consideración a las víctimas. Más tarde, durante la revolución rusa el régimen leninista adoptó
oficialmente la teoría y práctica del «terror rojo» en forma de violencia amplia y casi indiscriminada para
aterrorizar e intimidar una potencial oposición.
El desarrollo del terrorismo como un fenómeno mundial sólo surgió plenamente en los años sesenta,
teniendo una escalada durante los setenta. Según cáculos, 3.043 actos terroristas se llevaron a cabo entre
1968 y 1978. Las víctimas incluían a 1.275 norteamericanos, el 41,9 por 100 del total; 990 europeos
occidentales, el 32,5 por 100 del total, y a 150 europeos del Este y soviéticos, solamente un 4,9 por 100
del total. La mayoría de los ataques terroristas tuvieron lugar en Europa occidental o Latinoamérica, ya
que aproximadamente todas las víctimas norteamericanas del terrorismo fueron atacadas fuera de los
EE.UU.
En España creció después de Franco
De cualquier manera, toda la extensiva publicidad y publicaciones relativas a este fenómeno se han
mostrado incapaces de producir una teoría o explicación coherente de las causas del terrorismo. El
terrorismo esta más difundido en ciertas sociedades democráticas y/o pluralistas, sufriendo más graves
conflictos que en las dictaduras extremas o de regímenes totalitarios. Estos últimos se las arreglan para
eliminar totalmente el terrorismo, mientras que en lugares como España el terrorismo contra la Monarquía
democrática es mucho más amplío de lo que fue la violenta resistencia contra el régimen de Franco en sus
últimos años. Sin embargo, parecería bastante ilusorio afirmar que «la libertad» es la causa del terrorismo.
De esta forma los debates sobre los orígenes del terrorismo se hacen cada vez más extensos.