CURACIÓN DEL HOSPITAL DEL NIÑO JESÚS
En relación con el artículo aparecido en el diario de su digna dirección el sábado día 19 de los corrientes,
referente al niño Roberto González Gutiérrez, de trece meses de edad, y que había tardado en ser
ingresado en un hospital siete horas, deseo hacer las siguientes puntualizaciones y rectificación que, en
uso de mis derechos conferidos por la actual ley de Prensa, exijo que se publiquen en su diario en su
integridad y con la misma difusión que se dio a dicha noticia.
1º Dicho niño fue visto en el servicio de urgencia de este hospital el jueves día 17, a las cuatro menos
cinco de la tarde. Fue explorado correctamente y diagnosticado de sarampión. lo cual conlleva la
existencia de una bronquitis (no bronconeumonía) sarampionosa, y una ligera deshidratación.
2.° Para mayor seguridad le fue realizada una placa radiográfica, que comprobó no existía ningún proceso
neumónico.
3.° Dado que está ordenado que los enfermos infecciosas contagiosos, por el peligro que suponen para los
demás hospitalizados, sean ingresados única y exclusivamente en el Hospital del Rey, se le manifestó así
a la madre, aduciéndole los motivos para ello.
4,º La doctora pediatra de guardia se encargó personalmente de llamar por teléfono al médico de guardia
del Hospital del Rey para tener la seguridad de que había camas e iba a ser admitido a su llegada.
5.° Es totalmente inexacto el que se le manifestara que, en caso de tener alguna recomendación, sería
ingresado, asi como lo es también la insinuación que se hace cuando indican que Jas doctoras de guardia,
al ver que pertenecía a la Dirección General de Seguridad, se negaban a ingresarle.
Este hospital, como toda la red hospitalaria nacional, esta al servicio de la comunidad y, en especial, del
pueblo de Madrid, sin distinción de razas, credos religiosos o políticos o de cualquier otra naturaleza, y,
por tanto, ante un ingreso solamente se aprecia la necesidad del enfermo y nunca, motivos extra
profesionales que no deben influir jamás para una admisión preferente ni para un rechazo injustificado.
6.° El pronóstico del niño carecía de gravedad, habiendo sido propuesto para su ingreso en el Hospital del
Rey, única y exclusivamente por su contagiosidad y por la ligera deshidratación que padecía, que debía
ser tratada en un centro hospitalario para evitar, con un correcto tratamiento, el que pudiera agravarse en
las horas sucesivas.