DURO ATAQUE DE LA HERMANDAD SACERDOTAL A LA COORDINADORA DE SACERDOTES
BILBAO, 25 (Corresponsal de INFORMACIONES).—La Hermandad Sacerdotal Española de
la zona norte, de la que forman parte los sacerdotes más integristas y
conservadores de las diócesis da Burgos, Pamplona. Santander, Bilbao, Vitoria,
San Sebastián y Logroño, ha lanzado un duro ataque y una muy severa critica
contra la Coordinadora de Acción Pastoral de Sacerdotes da las diócesis vascas.
Integrada por sacerdotes de claro carácter progresista y que recientemente se
pronunció por la renuncia a la asignación- económica oue el Gobierno español da
a los sacerdotes, a la vez que manifestaba la necesidad d« realizar con absoluta
limpieza democrática la próxima consulta electoral en España.
Los miembros de ta Hermandad Sacerdotal, que afirman haberse visto obligados a
intervenir públicamente. a causa del desconcierto y confusión existentes,
manifiestan su repulsa por las tomas de posición, planes y objetivos de la
Coordinadora, que califican de extra-pastorales, contrarias a la jerarquía y de
carácter netamente político. A continuación la Hermandad Sacerdotal critica lo
que llaman un "denodado empeño de construir una iglesia vasca, bajo la
denominación (le provincia eclesiástica vasca"
Los sacerdotes integristas se oponen a esta propuesta, ya que consideran que
sería un grave error, tanto a causa de las diferencias sociológicas de las
provincias vascas y por las implicaciones políticas que esto tendría.
Uno de los puntos más importantes de la larga nota de los sacerdotes
de !a Hermandad Sacerdotal va dedicado a la defensa de la contribución
económica del Gobierno español a los sacerdotes. Afirman que esta
contribución es un deber para el Gobierno, y que ¡03 sacerdotes
deben dedicarle exclusivamente a su ministerio sacerdotal, por lo que
rechazan el que se dediquen también a un trabajo civil. Finalmente, la
Hermandad recuerda las palabras del Obispado de Bilbao de cua la
Coordinadora de sacerdotes no tiene aprobación oficial, para añadir
después, por su cuenta, que la jerarquía está muy seriamente preocupada
por ella y que carece de la mínima representación de la base sacerdotal.