LA VANGUARDIA EL DEBATE POLÍTICO JUEVES, 22 DE MAYO DE 1980
Crítico discurso de Felipe González con sorpresa final
A las cinco menos cuarto de la tarde se ha reunido el pleno del Congreso para
continuar el debate político iniciado ayer martes. La sesión ha comenzado con la
intervención del portavoz socialista, Felipe González.
Asistían prácticamente la totalidad de los diputados, y numerosos senadores que
llenaban casi por completo el hemiciclo de las Cortes, así como numeroso público
en las tribunas. También se hallaban presentes en el «banco azul» todos los
miembros del Gobierno.
E] líder socialista Inició su parlamento afirmando que las expectativas
despertadas por el debate eran muy superiores a las normales para un caso
similar en cualquier país democrático, a la par que criticaba la dificultad para
celebrar e! debate, tan habitual en un régimen democrático. Seguidamente. Felipe
González se refirió a que «hay que partir de dos puntos de referencia: el
discurso de investidura y el discurso de ayer», tras lo cual afirmó que no se
trataba de «hacer una exhibición televisiva» sino de intentar sacar las máximas
consecuencias posibles.
—«Quizá lo más significativo de este debate, dijo, es analizar la gestión del
Gobierno constitucional, y a partir del análisis de la gestión, a] que se dedicó
poco espacio en el discurso de ayer por parte del presidenta del Gobierno,
intentar ofrecer unas perspectivas de futuro.
—En el discurso de investidura, el presidente del Gobierno anunció, y lo oímos
gratamente, el final de la política de consenso. Se iniciaba una nueva etapa en
la cual se gobernaba desde la perspectiva de una política de partido. En el
discurso de ayer, sin embargo, creímos sentir, oír
un poco la resonancia del consenso nuevamente. Y cada cual debe asumir
plenamente sus responsabilidades.
—No me preocupa el debate en abstracto: lo que me preocupa es lo que está
ocurriendo fuera de esta Cernirá, ese cuarto poder al que se hace referencia en
todo país democrático y que aquí con frecuencia se le trata diciendo: pero qué
se habrán creído esos señores que se permiten criticar al Gobierno, que se
permiten dar recetas o dar fórmulas. Naturalmente, esa es la función crítica que
tienen que ejercer a través de la libertad de expresión.
—Se ha eludido un tema de una Importancia trascendental, que es el de la
política internacional. Me refiero a que el tratamiento de cada uno de los
problemas son inseparables entre sí, e inseparables de la perspectiva que se
tenga del mundo en el que estamos viviendo.
¿Cómo es posible hablar de los problemas energéticos, si no se tiene en cuenta
la situación internacional de España, a la vez que la situación internacional
del mundo?
—No se trata de criticar al Gobierno para drenar, como se dice a veces,
problemas propios de cada partido. No se puede entrar en la cicatería permanente
de acusar a ´los demás. Cuando se hace una crítica, hay que responder con una
crítica señera, nunca con la cicatería de decir que nos critican para salvarse,
porque asi el país no puede funcionar.