La desinformación y el escepticismo, causas de la baja participación
Referéndum gallego: se abstuvo el 70 por 100
La desinformación, sobre todo en las áreas rurales, y el escepticismo fueran las
causas de que sólo alrededor del 30 por 100 de la población gallega con derecho
a voto —algo más de dos millones de personas— votara ayer en el referéndum para
el estatuto de autonomía de Galicia. Con buen tiempo
y alejado el fantasma de la lluvia «arique chova, vota», lema de la campaña, el
mayor índice de participación se registró en las ciudades de más de 20.000
habitantes, y el menor, en las aldeas. La Corana, con un 32,20 por 100, sumó en
su cuenta el récord de votos en las urnas.
Como se esperaba, la abstención recorrió los 312 municipios gallegos durante la
jornada de ayer. No estorbó el mal tiempo, antes ai contrario, las temperaturas
fueron buenas. Sin embargo, otras causas motivaron el que apenas el 30 por 100
del pueblo gallego acudiese a las urnas.
No fueron suficientes quince días de campaña, pésimamente pensada y mal llevada,
para conseguir ilusionar a das de dos millones de personas que, con la tradición
histórica tras sí, podían haberse manifestado a favor o en contra de un Estatuto
da autonomía que, desde hoy mismo, va a crear nuevas expectativas en el país,
especialmente a partir de las elecciones el Parlamento, a finales de mayo o
principios de junio.
Las razones de la abstencion, a parte de las técnicas —referidas a malas
comunicaciones y a un. censo inflado-, son de carácter moral y de carácter
político.
El voto mayoritario de abstención es el de la mayoría: silenciosa,
principalmente ubicada en. la zona rural, que no habla porque es escéptica ante
las nuevas promesas autonómicas, que llegan cuando sufren las consecuencias del
subdesarrollo, la. emigración y el abandono. Pero hay que referiría
necesariamente a algo que condicionó radicalmente los resultados del referéndum
gallego: La absoluta desinformación de la gente.
Las equivocaciones se pagan caras
Luego está la abstención política, mayoritariamente centrada en las poblaciones
de más de 20.000 balitantes, que engloba a quienes no aceptan conscientemente el
desarrollo que llevó al pacto, ni tampoco confían en los políticos que ahora
protagonizaran la vida autonómica de Galicia.
los partidos políticos tendrán que reflexionar ahora sobre las equivocaciones
cometidas durante los últimos meses. £1 consenso que fue alcanzado en
circunstancias de frivolidad liego tarde y también, paradójicamente, de forma
precipitada.
Mientras tanto, e] pueblo permaneció durante doce largas meses como mero
espectador. Una campaña de quince días, protagonizada en exclusividad por la
Xunta de Galicia en lo que se refiere a la parte institución ai, no sirvió para
ilusionar ni para informad El nacionalista independiente
Ramón" Piñeiro, una de Las personalidades históricas más conocidas y
prestigiadas, se despachó ayer a gusto tras votar a favor del Estatuto: La
campaña de la Xunta —dijo— no sólo no recabó un solo voto de los gallegos, sino
que incluso llegó a espantaro.
Sin incidentes
Sin tantas por cientos oficiales a la hora de transmitir esta crónica, el voto
negativo también podría ser relativamente alto, si tenemos en cuenta resultados
parciales. El voto nacionalista radical podría haber conseguido cerca de un 7 u
8 por 100 de las votos emitidos. Ellos y los centristas fueron quienes aportaron
un. mayor número de interventores en las 2,720 mesas electorales.
."No hubo incidentes especiales. El voto más madrugador, piénsese que era
domingo, fue el de los clérigos y religiosas. El arzobíspo Suquia afirmo al
depositar su voto que la Iglesia de Galicia está a punto para coger el ritmo de
la autonomía.
La ausencia más generalizada fue la de los jóvenes. Donde mayor desconcierto
hubo fue en las aldeas más montañosas, donde nadie conocía la existencia de mil
autobuses fletados por la Xunta para facilitar el transporte de los votantes. SI
mayor porcentaje de participación se registró en las ciudades de mas de 20.000
habitantes, especialmente en La Cortina y Pontevedra.