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ESTUDIO
EN 1936, EL ANALFABETISMO LLEGABA AL 25 POR 100
En plazo corto se quiere hacer obligatorio el Bachillerato Elemental
LAS ESCUELAS PROFESIONALES ADMITEN UN 50 POR 100 MAS DE SU MATRICULA
ACTUAL
En 1940, el índice de analfabetismo en España llegaba al 23,2 por 100. Al final de 1960, este tanto por
ciento no alcanzaba el 9 por 100, y las estadísticas técnicas en este terreno coinciden en señalar que la
próxima generación española no tendrá mas analfabetos que los mentalmente incapaces.
Este avance es un síntoma y un estadio previo. Un síntoma, porque indica la general preocupación de los
responsables de la educación en todos los campos de la misma y un paso primero, puesto que difícilmente
se podría lograr ese legítimo anhelo de «que no se pierda ninguna inteligencia» si el fantasma del
analfabetismo atenaza a una cuarta parte del país.
De la misma manera, el aumento ha sido igualmente importante en las otras enseñanzas: actualmente hay
en España 430.000 estudiantes de Bachillerato, frente a los 76.000 de 1930, y 74.000 universitarios,
mientras en 1930 solo había un poco mas de la mitad. Por supuesto, que estos aumentos no son
equivalentes al correspondiente crecimiento vegetativo de la población —25.000.000 de habitantes en
1930, por 30.000.000 millones en la actualidad.
Es indudable, y las cifras son muy reveladoras en enseñanaz media y privada, que el aumento se ha
debido a una honda preocupación educadora, que ha intentodo sacar, dentro de una limitación de medios,
las máximas posibilidades de los nuevos planes de estudios y protección escolar cada día más extensa.
PRIMERO, LA ESCUELA
En la actualidad, casi cuatro milones de niños españoles acuden a las 93.000 escuelas nacionales, de la
Iglesia y privadas que existen en España. En estos millones de escolares están puestas las mayores
esperanzas, y por tanto, para ellos habrán de ser las Arudas mejores. De aquí tendrán que salir los
técnicos, universitarios y obreros especializados de que España está necesitada. Por ello, y a vista de les
próximos años, el Ministerio de Educación Nacional, a la hora de elegir una política educacional, ha
puesto todo el énfasis en la enseñanza primaria, piedra angular y primera de todo el edificio de la
educación.
Para el próximo curso escolar — y esto lo citamos con sencillo yalor de dato revelador—, de los 600
millones de pesetas que prevé el Plan de Inversiones del Fondo para el Fomento de Igualdad de
Oportunidades, 180 millones irán para enseñanza primaria, y 290, para profesional.
«El problema está —declaró recientemente el Ministro de Educación, don Jesús Rubio— en el acceso de
la escuela al Bachillerato y a la enseñanza profesional. Lo demás es más fácil. En términos generales se
puede afirmar que ningún muchacho, mínimamente dotado, no puede cursar estudios universitarios una
vez acabado su Bachillerato. El Estado y la propia sociedad española le pone los medios.
Desgraciadamente, esto no se puede decir en el paso de la escuela a las otras enseñanzas.»
En efecto, por falta de conciencia y por las propias dificultades de la estructura social española,
especialmente en el campo, es muy corriente que niños debida mente dotados no pasen de unos estudios
primarios mal terminados, porque sus padres carecen unas veces de medios necesarios, y otras ds la
debida conciencia y sensibilidad para afrontar el problema.
El Plan Nacional de Construcciones Escolares, que supone en cinco años una inversión de 50.000
millones de pesetas, tiene asi un doble efecto. Primero, hacer posible la lucha entablada contra el
analfabetismo, y después, convertir en verdaderamente obligatoria la Ley que fija la edad escolar mínima
en catorce años. De aquí se pasará a la implantación del Bachillerato elemental obligatorio para todos los
españoles, lo que posibilitará, junto con la política de la total comunicabilidad de lus enseñanzas, a que
luego haremos referencia, que verdaderamente cualquier español tenga acceso a todas las enseñanzas
NECESIDAD DE ESPECIALISTAS
El problema y su enunciación no es nuevo, ni mucho menos. España esta necesitada de técnicos, y muy
concretamente, de técnicos especialistas: torneros, ajustadores, carpinteros, albañiles, etcétera.
Al terminar la guerra de Liberación, las Escuelas de Artes y Oficios oran caserones arcaicos, sin espacio
ni medios pedagógicos adecuados, en los que esforzados maestros de taller intentaban ensenar, con fe y
sin aliento de nadie, la mejor tradición artesana española. También aquí las condiciones han cambiado,
hasta el punto de que en la actualidad modernas escuelas, con medios técnicos mas que suficientes y
dotación necesaria, son capaces de acoger a más de un SO por 100 del alumnado del que ahora tienen Se
espera, y también en esta apreciación se ha contado coa la ayuda, de la estadística y la sociología de los
especialistas, que en tres o cuatro años este déficit da asistencia se cubra. De todas formas, y éste es un
problema que preocupa igualmente a las autoridades académicas que a las laborales y a las Empresas
privadas, en estas enseñanzas existe un endémico desajuste, puesto que, mientras la gran mayoría de los
muchachos se inclina por la mecánica y la electricidad, muy pocos escogen carpintería y albañilería, por
ejemplo.
EL BACHILLERATO PIEDRA DE TOQUE
En los 421.348 estudiantes de Bachillerato existentes en España es donde se aprecia mejor la
transformación social del país, en estos veinticinco años. De 1920 a 1959, los bachilleres han aumentado
casi diez veces —de 52588 a 421.346—, lo cual es síntoma inequívoco del acceso de una más amplia
capa social a los estudios medios. Para conseguir este alentador resultado, y además de la ayuda a los
centros de la Iglesia y privados, se han buscado unos núcleos de población que antes, por razones
geográficas o de trabajo, tenían vedado la posibilidad de cursar estos estudios. Los Institutos Laborales,
situados en ciudades y pueblos carentes de Centro de Enseñanza Media, han sido un gran remedio para
vencer las dificultades de situación. Por otra parte, la puesta en marcha de las clases nocturnas y los
Institutos filiales ha posibilitado que se compatibilice, sin demasiado esfuerzo, el trabajo y el estudio.
El Bacnillerato tradicional, por otra parte ha tendido a una mayor tecnificación y simplificación, sin
perder por eso su carácter eminentemente formativo. La reforma de 1953, retocada con posterioridad,
dividió los estudios en las ramas de letras y ciencias y creó el curso preuniversitario, con el fin primordial
de hacer más racionales estos estudios.
Un fenómeno igualmente digno de resaltar en este campo ha sido el auge verdaderamente extraordinario y
positivo de la enseñanza privada, en especial la de la Iglesia, que ha acaparado las capas sociales más
elevadas, dejando de este modo a los Centros públicos menos sobrecargados de alumnado.
LA UNIVERSIDAD, PROGRESO SIN CAMBIOS FUNDAMENTALES
Al iniciar el último curso académico 196061, el Ministro, señor Rubio, concretó los problemas de la
Universidad española en tres fundamentales:
La situación creada por el extraordinario aumento del alumnado.
• Las consecuencias que se derivan de la elevación del nivel científico de nuestros profesores, y
- La necesidad de adecuar los medios instrumentales al desarrollo de la Universidad y la coordinación
de ésta con las nuevas estructuras sociales.
Aunque el aumento de estudiantes no ha sido tan notable como en Enseñanza Media —es lógico que
tampoco podría serlo—, España, de haber crecido su población universitaria de acuerdo con el aumento
vegetativo de su población, tomando como base las cifras de 1935, debería contar actualmente con 38.000
universitarios, cuando la realidad es que pasan de los 65.000.
En términos generales, estas enseñanzas son las que, a pesar de los cambios de planes en las distintas
Facultades han permanecido más estables, aunque no por esto se ha de pensar que han quedado
estancadas. Al contrario, la inauguración de nuevos edificios y la adquisición y puesta en funcionamiento
de modernos aparatos científicos, sobre todo en las Facultades técnicas, ha hecho que estes estén a un
nivel adecuado, aunque sea precisamente en eilas en donde el aumento del alumnado produce dificultades
mayores al escasear puestos en laboratorios y clínicas
Aparte del aumento —importante— de alumnos en la Facultad de Ciencias», estancamiento en la de
Medicina y descenso en la de Derecho, el hecho más destacado en materia de Enseñanza Universitaria fue
la creación en 1943 de la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas, que vino a cubrir la creciente
demanda de especialistas en economía. Esta Facultad ha sido en gran medida la canalizadora de la plétora
de estudiantes de Derecho, y se espera que una vez que se ponga en marcha el decreto de Convalidaciones
con la carrera de Comercio, recientemente aprobado, sea la piedra de toque para la puesta en marcha de la
idea de la total comunicabilidad de las enseñanzas, de modo que por un elástico y lógico mecanismo de
convalidaciones, todos los grados y enseñanzas sean permeables y así, un español que empiece por
cualquiera de ellas pueda terminar en donde su vocación madura y responsable le lleve. Con esto se trata
de evitar el grave tocónveniente que supone la elección —muchas veces inapelable— en un momento
inadecuado.
REVOLUCION TECNICA
De 195758 a 196040 el número de alumnos de las Escuelas Técnicas de Grado Medto —Peritos y
Ayudantes— se elevaron de 19.500 a 24.222, con aumento aproximado del 25 por 100. Esa tendencia se
acentuó al curso siguiente, en que se alcanzó la cifra de 27.749 alumnos, lo que supone un nuevo
incremento del 15 por 100.
El crecimiento fue todavía mayor en la Enseñanza Técnica Superior — Ingenieros y Arquitectos—, en
donde el número de estudiantes se duplicó en un solo curso. Estas cifras evidencian el éxito y la necesidad
de una reforma en ias Enseñanzas Técnicas, que tuvo lugar con la ley de Ordenación de 1967, la cual
modificó el régimen cerrado, hasta entonces existente, y conectando estos estudios con los universitarios,
liquidó —al menos ese es el doble espíritu de la ley— él sistema de «numeras clausus» entonces vigente.
Además, y tras muchos años de estancamiento, se han creado nuevas escuelas —afinas en Oviedo,
Arquitectura en Sevilla, Agrónomos en Valencia—, las cuales, al lado de las tradicionales, empegarán a
remediar el régimen cronológico de ingenieros que España ha padecido: 550 por cada millón de
habitantes (Estados Unidos, 3.841; Rusia, 1.183; Francia, 2.612, e Italia, 1.344.)
PROTECCIÓN Y AYUDA
Como final merece destacarse el gran avance conseguido en la protección y ayuda al estudio. El Seguro
Universitario —cuya extensión a otras enseñanzas se ha propuesto recientemente— ha hecho posible que
ni la enfermedad ai las desgracias familiares truequen la carrera de un universitario. También en la
Enseñanza Superior las ayudas —en becas y matriculas gratuitas— han sido de gran amplitud, y por ello
se tiende, sin abandonar las atenciones en este campo, a extender estas ayudas a otras ensénenlas.
La ayuda no siempre se ha materializado en forma de becas, sino de otros tipos de ayuda de carácter
técnico y asistencial, que muchas veces es más eficaz y real.
Además de otros muchos avances y novedades en el terreno de la educación, cabe destacar dos hechos
que han calado hondo en la vida universitaria española, y cuya finalidad es ya una realidad: la puesta en
funcionamiento de más de den Colegios Mayores, repartidos en todo el ámbito nacional, y la creación del
Instituto Superior de Investigaciones Científicas. como Institución paralela y complementadora de la
Universidad en el difícil terreno de la investigación.