NACIONAL
6-febrero-81 /Diario 16
EL 65 POR 100 DE ESPAÑOLES A FAVOR DEL DIVORCIO
Madrid
El 65 por 100 de los españoles se muestran partidarios de que el divorcio se legalice en España y un 59
por 100 lo solicitarían en caso de que tuvieran razones para ello, según una encuesta realizada por el
Instituto Gallup en exclusiva para DIARIO 16.
Los resultados del sondeo demuestran que están más a favor del divorcio los simpatizantes de los partidos
de izquierda, que los de centro; los católicos tibios que los muy practicantes y los jóvenes que los
mayores.
Las personas con más de cincuenta y cinco años, las viudas y los votantes de Coalición Democrática son
los que abiertamente se sitúan en posiciones antidivorcistas. Los simpatizantes del centro se encuentran
divididos entre el 52 por 100 en contra y el 48 por 100 a favor.
Estas son las conclusiones más sobresalientes de la encuesta que fue realizada entre el 16 y el 20 de enero
de 1981, sobre una muestra de 1.023 personas, representativa de la población de dieciocho y más años de
la Península e islas Baleares.
Malos tratos
En relación a las causas, los malos tratos son el motivo que más justificación tiene para pedir el divorcio
(83 por 100 de los encuestados). En segundo lugar figura la separación de hecho (74 por 100), a
continuación figuran las desavenencias conyugales que afecten negativamente a los hijos (67 por 100), los
malos tratos morales (66 por 100), la ausencia de amor entre los esposos (66 por 100), la infidelidad
conyugal (63 por 100), la conducta inmoral (61 por 100), el alcoholismo o drogadicción (61 por 100) e
incumplimiento de las obligaciones matrimoniales (57 por 100). Sin embargo, los encuestados rechazan la
posibilidad de divorcio cuando se alega «enfermedad psíquica incurable» (68 por 100, en contra), y
cuando existe una condena larga de cárcel (64 por 100, en contra). Dada la especial característica del tema
que trata el sondeo, son interesantes las actitudes de los entrevistados de acuerdo con sus distintas
convicciones religiosas. Desde ese punto de vista, el 15 por 100 de la población se define como católico
muy practicante, un 37 por 100 como católico algo practicante, otro 24 por 100 católico poco practicante,
un 21 por 100 católico no practicante y el restante 5 por 100 son no creyentes o tienen otra religión.
Católicos, en contra
La encuesta revela una elevada relación entre la intensidad de la práctica religiosa y las actitudes ante el
divorcio. Los católicos muy practicantes se manifiestan abiertamente contra la legalización del divorcio:
61 por 100 en contra, 39 por 100 a favor. Entre estos y a pesar de su actitud antidivorcista, justifican la
separación cuando existen malos tratos físicos (68 por 100) y separación de hecho (55 por 100).
Jóvenes, a favor
Los demás grupos son divorcistas. Un 55 por 100 de los «algo divorcistas» son partidarios de su
legalización. Esta opinión asciende al 73 por 100 entre los «poco practicantes», al 86 entre los «no
practicantes» y al 90 por 100 entre los no creyentes y los que tienen otra religión.
La segmentación de los resultados de la encuesta, datos que no aparecen en los cuadros, según el sexo, la
edad, el estado civil y la tendencia política aportan nuevas conclusiones. Así, por ejemplo, los españoles
menores de treinta y cuatro años son partidarios del divorcio en un 88 por 100 de los casos, mientras que
a partir de los cincuenta y cinco años un 60 por 100 se declara en contra de la separación conyugal.
Los hombres son más divorcistas que las mujeres (68 y 61 por 100 respectivamente) y las personas
solteras, lo son más que las casadas (78 y 63 por 100). Las viudas están en contra del divorcio en la
misma proporción que los mayores de cincuenta y cinco años.
Comunistas, los que más
Por tendencias políticas destacan los comunistas como los más fervientes partidarios del divorcio (87 por
100), seguidos de los socialistas (82 por 100), nacionalistas vascos, catalanes y andaluces (77 por 100) y
abstencionistas (74 por 100). Más polémica existe en el centro, en donde sus votantes se reparten en dos
mitades casi iguales, pero con una cierta inclinación a los detractores del divorcio (52 en contra y el 48 a
favor). La situación parece más clara en Coalición Democrática, quienes en un 69 por 100 son
antidivorcistas.
Fernández Ordóñez apoya su petición
Feministas exigen que el divorcio se debata ya
Ana Garda RIVAS
Tres grupos de feministas y la Coordinadora de Cristianos de Madrid han calificado de injerencia al
documento sobre el divorcio de la Conferencia Episcopal y exigen que la ley se debata inmediatamente en
las Cortes, para lo que cuentan con el apoyo del ministro de Justicia, Fernández Ordóñez.
Madrid
Tres grupos feministas y la Coordinadora de Cristianos de Madrid dieron a conocer ayer en rueda de
prensa su intención de exigir al Gobierno que el proyecto de ley de Divorcio comience a discutirse en las
Cortes en el primer Pleno ordinario posterior a la sesión de investidura.
Representantes de la Asociación de Mujeres Separadas, del Movimiento Democrático de Mujeres y de la
Federación Provincial de Asociaciones de Mujeres de Madrid, mantuvieron el miércoles pasado una
reunión con el ministro de Justicia, Francisco Fernández Ordóñez, quien nos ratificó su intención de
que el proyecto de Divorcio se discuta inmediatamente y que sólo aceptará la cartera de Justicia en el
nuevo Gabine te, para seguir defendiendo el divorcio», dijo Ana María Pérez del Campo, presidenta de la
Asociación de Mujeres Separadas. También los grupos parlamentarios del PSOE y del PCE con quienes
se han entrevistado se mostraron de acuerdo con su petición.
Desestabilización
Los grupos convocantes hicieron público un comunicado, respuesta al documento de la Comisión Per-
manente de la Conferencia Episcopal, en el que acusan a la Iglesia de injerencia en los asuntos de Estado
y de connivencia con los sectores democristianos de UCD, a quienes acusan de haber provocado la crisis
actual. El documento afirma que la Iglesia no se resigna a perder la parcela de poder que disfrutó durante
el franquismo. «La institución que hoy se nos presenta preocupada por la familia, el matrimonio, el bien
común y los derechos humanos, no levantó jamás su voz contra la pena de muerte instaurada por Franco,
la situación de los presos en las cárceles y que siendo la primera que debía sacrificarse en momento de
crisis, pide y obtiene un 12 por 100 de aumento en su asignación estatal, que ahora asciende a ocho mil
quinientos millones de pesetas.»
Voz de los obispos
Las asociaciones feminis tas denunciaron un intento de desestabilización de la democracia por parte
de la iglesia, «que siempre se ha llevado bien con las dictaduras y muy mal con las democracias».
El Colectivo Cristiano de Madrid, por su parte, dice en su comunicado que «no reconocemos en el Docu-
mento de la Conferencia Episcopal la voz de la Iglesia, sino la de los obispos».
«Si la Iglesia es sensible a la realización de la persona, no puede por menos de reconocer el derecho que
tiene todo ser humano a rehacer su vida en común tras una dolorosa experiencia.»
Los cristianos siguen diciendo que «el documento denota el inexplicable des conocimiento de la historia
de la Iglesia por parte de los obispos, que están ofreciendo a la extrema derecha argumentos para que ésta
eche mano del amedrenta miento e incluso de la vio lencia. En esta ocasión — finalizan— los obispos
españoles han reaccionado con los mismos tópicos simplistas y sentimentales con; que lo hicieron el el
documento sobre un tema similar en 1870.
Los mayores de cincuenta y cinco años, las viudas y votantes de Coalición Democrática, en contra
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