VALLADOLID
Decisiones administrativas contradictorias
FRANCISCO FRECHOSO, Valladolid
El caciquismo es una plaga que asoló, también, Castilla durante estos cuarenta años. Actualmente corren
vientos nuevos y los caciques cambian sus tácticas y sus órdenes tajantes de ayer, por leves insinuaciones
hoy. En la provincia de Valladolid también existen demasiados ejemplares quizás, de esta brava especie
que ha asolado con su «ordeno y mando» los campos de nuestra tierra. Haciendo referencia concreta a
Vallado-lid capital, nos encontramos con que las fuerzas vivas: el alcalde señor Fernández Santamaría y
el presidente de la Diputación, señor Basilio Sáez, apoyan, más o menos descaradamente, las candidaturas
de Alianza Popular. Por otra parte, está al frente de la región militar el general Campano, cuya trayectoria
es bien conocida. El problema de los gobernadores es otra cuestión, ya que basculan entre su fidelidad al
anterior régimen apoyando a Alianza Popular, o seguir el nuevo dictado de Martín Villa. El gobernador,
por citar un ejemplo, prohibió un acto del Instituto Regional Castellano-Leonés que había invitado a todas
las candidaturas que se presentan por la provincia, para que explicaran sus programas, mientras que la
sección salmantina de este Instituto celebró el acto normalmente. En los pueblos de la provincia, aunque
existe inevitablemente este problema de los caciques, hubo una acogida bastante favorable a los partidos
de izquierda. Por otra parte, hay que dictar también que ha salido un panfleto de algunos párrocos en
nuestra capital diciendo que no se puede votar a los partidos marxistas y señalando que para el Senado
hay que votar por tres personas concretas. Este panfleto ha sido desautorizado por nuestro arzobispo
monseñor Delicado.