SÁBADO 13-6-87
El mapa electoral, pendiente de los acuerdos
Castellano: «El PSOE creía que los diez millones de votos eran socialistas»
UGT: Los resultados, un castigo a la política económica
Valdepeñas (Ciudad Real)
Pablo Castellano, destacado miembro de Izquierda Socialista, manifestó que «no es cierta la imagen que
se ha inventado de que el PSOE ha perdido en estas elecciones. El que haya reducido votos que tenía
prestados y que han vuelto a su origen -dijo- me parece clarificador». En este sentido, matizó que «quizás
el PSOE ha vivido estos años en el espejismo de creer que diez millones de votos representaban a diez
millones de socialistas».
Pablo Castellano anunció que esta corriente critica del PSOE analizará la próxima semana los resultados
de las elecciones del pasado día 10, rechazando la idea de que los resultados obtenidos por su partido den
la razón a-los planteamientos críticos sostenidos por Izquierda Socialista. «Soto faltaría manifestó- que
después de estar discutiendo las actitudes sectarias tuviera la tentación de incurrir en el sectarismo. Los
problemas del partido -agregó-, para bien o para mal, son patrimonio y responsabilidad colectiva de todos
sus miembros.»
Por su parte, la Comisión Ejecutiva de la Unión General de Trabajadores (UGT) de Madrid acusó al
Gobierno de ser responsable, con su política económica, del voto de castigo realizado por el electorado al
PSOE. El malestar creado por la política económico-social -asegura UGT de Madrid- ha contribuido a la
pérdida de votos.
En un comunicado hecho público por ta Comisión Ejecutiva, se señala que «el evidente retroceso
electoral experimentado por el PSOE en Madrid, similar a la pérdida experimentada en los principales
municipios y Comunidades autónomas del resto del Estado español, lo entendemos como un voto de
castigo a la política económica y social llevada a cabo por el Gobierno del Estado.»
A este respecto, el comunicado añade que «el malestar que ha protagonizado la política económico-social
del Gobierno central y que ha tenido una especial repercusión en Madrid, como sede del mismo, así como
la gestión llevada a cabo en algunos municipios y áreas de la propia Comunidad autónoma, han
contribuido a esta pérdida importante de apoyos».
Sin embargo, la Comisión Ejecutiva Confederal de UGT opina que el PSOE no fracasó en tas elecciones,
pues, a, pesar del menor número de votos, sigue siendo el partido más votado. No obstante, la pérdida de
votos demuestra, a juicio de UGT, «que las políticas reiteradas de ajuste, sin poner al mismo tiempo el
acento en el estado de bienestar, haciendo inviable el diálogo social, producen una disgregación del
bloque social mayoritario de nuestro país».
Para el sindicato socialista, «los trabajadores quieren una política de progreso solidario, tal como la UGT
ha venido propugnando, por lo que las propuestas realizadas por este sindicato en reiteradas ocasiones
deben acometerse cuanto antes si de verdad se quiere retomar la ilusión y el esfuerzo en torno a un
proyecto político que todos compartimos».
Por su parte, Marcelino Camacho ha señalado que el resultado electoral «ha sido un voto de castigo de los
trabajadores».