CDS e IU no firmaran pactos globales, mientras AP se postula como alternativa
José Luis Gutiérrez/D-ló
MADRID.—Gerardo Iglesias, presidente de la Coalición Izquierda Unida, se manifestó ayer en rueda de
Prensa, tras conocer ios resultados de las elecciones del 10-J, contrario a los pactos globales con el PSOE,
señalando que «donde tengamos mayoría gobernaremos, y donde no la tengamos haremos oposición no
condicionada por pactos de cualquier tipo». «No habrá pactos. No haremos transacciones de principios a
cambio de cargos públicos, señaló Iglesias. Por su parte, algunos dirigentes del CDS de Adolfo Suárez
señalaban a Diario 16 en la mañana de ayer su voluntad de «rechazar cualquier tipo de pació global con
cualquier fuerza política, aunque podemos llegar a acuerdos puntuales y concretos en algunos tugares, y
para ello vamos a pecar incluso de generosos». El presidente de AP, Hernández Mancha, señalaba ayer a
los informadores la condición de su partido de alternativa al PSOE, al tiempo que definía al CDS como
«partido bisagra». « Vamos a defender los resultados, somos flexibles, pero no de chicle», añadió el
presidente de AP, para rechazar implícitamente la hipótesis de que Rodríguez Sahagún accediera a la
Alcaldía de Madrid con el apoyo de AP. Constatado el importante descenso electoral del PSOE, que se
sitúa apenas tres puntos por encima de la UCD de 1979 y que equivale, según el barómetro de las
elecciones europeas, a la pérdida de la mayoría absoluta en el Parlamento Nacional nacido de las eleccio-
nes de 1986, el mapa político actual se configura como un accidentado mosaico en el que más de la mitad
de las fuerzas requieren el auxilio de otras organizaciones políticas para que el PSOE pueda gobernar las
distintas instancias autonómicas o municipales en litigio. El CDS se convierte en arbitro incuestionable en
las Comunidades de Madrid, Aragón, Castilla y León, Baleares, Canarias y Rioja, y en los Ayuntamientos
de Jaén, Oviedo, Palma de Mallorca, Las Palmas, Santander, Guadalajara, Toledo,Palencia, Salamanca,
Segovia, Soria, Valladolid, Zamora, Cáceres, Orense, Madrid, Murcia, Logroño, Castellón y Valencia, y
obtiene la inapelable mayoría absoluta en Avila, patria chica de Adolfo Suárez. Pero, además, el PSOE
perdería cualquier posibilidad de gobierno si el CDS y AP pactaran en !as Comunidades de Madrid,
Aragón, Baleares y Castilla y León, y en los Ayuntamientos de Jaén, Oviedo, Palma de Mallorca, Las
Palmas de Gran Canaria, Santander, Guadalajara, Toledo, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria,
Valladolid, Zamora, Cáceres, Orense, Madrid, Murcia y Castellón. Así las cosas, cualificados portavoces
del CDS ya han hecho saber que su voluntad es la de «dignificar el papel de la oposición» en cuantos
lugares carezca el PSOE de mayoría absoluta y acabar con la dichosa «prepotencia» socialista. En incluso
proyectar tal situación de inestabilidad sobre el Parlamento de la nación, donde los socialistas, hasta
ahora, han despreciado olímpicamente cualquier iniciativa legislativa de la oposición, amparados en el
recurso mecánico de la mayoría absoluta. «Acaso alcancemos pactos concretos en Madrid y Canarias, y
en los que alcancemos vamos incluso a pecar de generosos», señalaba en la madrugada de ayer a Diario
16 un dirigente del CDS. Otros portavoces del partido centrista, sin embargo, se han manifestado
dispuestos «a conseguir la Alcaldía de Madrid para Agustín como sea», según manifestaba uno de ellos a
este periódico.
El ministro portavoz del Gobierno, Javier Solana, apuntaba por su parte la buena disposición del PSOE a
los pactos para «colaborar a la gobernabilidad de Ayuntamientos y Comunidades Autónomas». Sus
palabras., sin embargo, no sugirieron precisamente que «la prepotencia» del Gobierno vaya a suavizarse.
Solana dejó claro que estos comicios tío tienen por qué tener repercusión de cara a la remodelación de!
Gobierno, en un momento en el que los más variados sectores políticos y sociales consideran que media
docena de miembros del Gabinete están auténticamente «calcinados», en expresión de un portavoz de IU,
que consideraba ayer «un mal comienzo el de Solana».