VIERNES 19-11-82
NACIONAL
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Peces-Barba advierte que ios dos diputados de Herri Batasuna pueden perder su condición de
parlamentarios
Los días 1 y 2 de diciembre, probables fechas para la investidura
MADRID (Carlos Dávila). Las auténticas Cortes de la renovación inauguraron ayer su andadura de cuatro
años. El presidente electo, Gregorio Peces-Barba, con veintidós kilos menos de los que pesaba el diputado
de la oposición en la anterior legislatura, dirigirá las sesiones de una Cámara con grandes novedades, en
la que son muchos los llegados y menos los que repiten. A la derecha se asentaron por primera vez los
parlamentarios de Alianza Popular, de edad media más bien alta y con algunas caras conocidas de las
Cortes Orgánicas como Fernando Suárez y el procurador disidente barcelonés, Eduardo Tarragona. A la
izquierda y en el centro, los diputados socialistas ocupan prácticamente todos los puestos.
Sólo Carrillo, cabeza aún visible del mínimo Grupo —y no reglamentario— Comunista, se resiste a
marcharse del lugar en que se situó en las dos pasadas legislaturas. En los altos de la Cámara, los doce
ucedistas, presididos por Landelino Lavilla y Gabriel Cis-neros (que tiene pendiente un recurso de
coalición AP-PDP en Soria) no pudieron ponerse de acuerdo ayer a la hora de fijar una posición común
en la votación para la Presidencia del Congreso. Lo más probable es que tos ocho votos en blanco, que
Peces-Barba recogió como testimonio mínimo contra la unanimidad, procedieran de los antes
mayoritarios centristas. Al menos ésta era la impresión que flotaba por los pasillos, también renovados,
del Congreso de los Diputados.
La estrella socialista era el diputado salmantino del PSOE Ciríaco de Vicente, un «fijo» para la Cartera de
Sanidad y Consumo, que ha sido "promovido» a la Secretaría Primera de la Cámara, con lo cual se ha
quedado sin Ministerio y, con toda probabilidad, sin voz parlamentaria propia. Guerra, cuyo papel
dirigente en e! grupo parlamentario rtadie discute vista ía bisoñez de alguno de sus compañeros de
escaño, comentaba que «la designación (de Ciríaco de Vicente) obedece a una petición propia», con lo
cual daba por zanjadas las innegables aspiraciones de De Vicente. EL diputado socarrón, respondía: «Yo
soy como Garibaldi: un laico que entona el "totus tuus".» Esta peripecia indica bien a las claras cuál es e¡
espíritu del Gobierno que piensa formar Felipe González: un Ejecutivo fuerte y leal, sin voces estridentes
y, sobre todo, compuesto por políticos que no levanten ampollas en ningún sector profesional. Y Ciriaco
de Vicente, evidentemente, las levantaba entre los médicos.
Apenas empezada la legislatura ya ha habido una sustitución: la del fallecido diputado valenciano
Sánchez Ayuso, muerto a causa de un infarto de miocardio a los pocos días de ganar las elecciones en la
capital de la comunidad autónoma. En su recuerdo, la Cámara se puso de pie a requerimiento de su
presidente de edad, Máximo Rodríguez Val-verde, un socialista histórico con años de cárcel sobre sus
espaldas y una pena de muerte indultada. Rodríguez Valverde hizo las delicias de los diputados, que
comenzaban a aburrirse en las tediosas votaciones en tos consiguientes recuentos, con comentarios
festivos que se oían perfectamente por la me-gafonia de la Cámara. Valverde, al margen de las
incitaciones a votar, hizo tres peticiones: una para guardar el minuto de silencio, otra recordar a los
ausentes que no podían sentir la emoción (socialista) del triunfo «y la tercera para fumarse un "pitillito"
porque ya no aguanto más».
En el banco azul se sentaron los ministros diputados hasta la disolución de las Cortes, sólo dos de los
cuales conservan el escaño: Pío Cabanillas y Luis Ortiz. Componían una imagen decepcionada y huidiza
que nadie siquiera se atrevía, por consideración, a comentar. La segunda fila central, la que en otros
tiempos se llamó, cuando Suárez formó un Gobierno numéricamente muy amplio, «ía joroba de) banco
azul», la ocuparon mayorita-riamente los diputados socialdemócratas del PAD, agregados al Partido
Socialista que fueron los primeros en abandonar UCD y que, muy posiblemente, conseguirán puestos de
privíiegio en la Administración socialista. Antiguos miembros de UCD se sientan en esta legislatura en
cinco grupos distintos: el propio Centrista, el Popular (coalición AP-PDP), el Socialista, el Catalán y el
Mixto, ello da idea exacta del proceso de disgregación que sufrió el partido gubernamental
Continúan ausentes los parlamentarios electos de la coalición «abertzale», Herri Batasuna. Et nuevo
Reglamento no permitirá esta vez la burla descarada que estos diputados realizaron en la anterior
legislatura. El presidente Peces-Barba ya decía ayer que si Iñaki Esnaola y Perico Solabarria no acuden,
tras las tres llamadas de orden, serán desposeídos de sus derechos parlamentarios. La Cámara quedaría asi
compuesta por trescientos cuarenta y ocho miembros y, consecuentemente, la mayoría absoluta se fijaría
en ciento setenta y cuatro diputados, número muy inferior a los doscientos dos que forman el Grupo
parlamentario Socialista.
Lo más probable es que la sesión de investidura, en la que recibirá poderes presidenciales el líder
socialista, Felipe González, se celebre definitivamente en los dos primeros días del próximo mes de
diciembre. Antes, e( 25 de noviembre, ambas Cámaras, Congreso y Senado, se reunirán en sesión
solemne para escuchar el mensaje de la Corona en la apertura oficia! de las Cortes. El Congreso y el
Senado son dos Cámaras diferentes, dominadas mayoritariamente por el Partido Socialista, que tendrán
una vida más monótona que la sincopada y trepidante que llevaron en ¡a legislatura de 1977 y la primera
constitucional, que comenzó tras las elecciones de 1979. Ninguna de las dos cumplió su plazo legal de
cuatro años.