VIERNES 19-1 1 -82
NACIONAL
Los diputados manifestaron su acatamiento a la Constitución
Sólo ocho diputados no votaron la candidatura de Peces-Barba
MADRID (Luis Peiro). Con una cierta solemnidad —al menos presente en las formas y las
actitudes— que en cierto modo quedó empañada por lo tedioso de los procedimientos
reglamentarios, quedó ayer constituido el Congreso de los Diputados.
Al margen de su propia trascendencia, la sesión, que tuvo lugar en el remozado Palacio de la
Carrera de San Jerónimo, tenía el interés del relevo en ia presidencia por la acusada
personalidad política de los dos diputados implicados en el acto. A Landelino Lavilla, un hombre
que ha aportado a la historia parlamentaria una manera muy especial de ejercer la presidencia
—hasta el punto de que logró convertir en efectiva una institución en principio nominativa—, le
ha sucedido uno de los «padres de la Constitución». Hasta última hora parecía perdido para las
labores parlamentarias en su cátedra de Filosofía del Derecho de la Universidad Complutense
e¡ nuevo presidente y antaño portavoz de la oposición. Gregorio Peces-Barba fue repescado al
final por el aparato del PSOE.
Peces-Barba recogió ayer eí respaldo casi unánime de la Cámara —soto ocho votos le
restaron, al margen de cuatro ausencias, y ninguno de ellos apoyó cualquier otra candidatura,
fueron en blanco— en lo que supone una de las adhesiones más amplias que diputado alguno
ha recogido en la Cámara. Juegan en ello sus inmejorables relaciones con los líderes de todos
los grupos parlamentarios. Dada !a mayoría aplastante alcanzada por los socialistas. Peces-
Barba se permitirá el lujo, ya anunciado, de abstenerse de votar durante toda la legislatura.
OVACIONES DE ENTRADA Y SALIDA
Un gesto que ha sido acogido por todos los grupos como una piasmación de su obligación de
ser el presidente de todos, lo que, por otra parte, le ha sido reconocido ayer por los líderes de
las minorías. Para él fue la mayor ovación de la sesión. (El presidente de la Mesa de edad,
León Máximo Rodríguez Val-verde, un ebanista de setenta y tres años que por segunda vez
ejerció estas funciones, soltó su particular ¡Viva Cartagena! en el momento del relevo. Tras
desempeñar su papel con más emoción y buenos deseos que rigor y fortuna, Rodríguez
Valverde, puesto en pie, se olvidó de las formas al ir a dar el abrazo al nuevo presidente.
Dirigiéndose más a Peces-Barba que a la Cámara soltó ´en voz alta que «es la mayor
satisfacción de mi vida como militante del PSOE ceder la presidencia a un ¡oven socialista».)
Correspondió al nuevo presidente, una vez proclamado, provocar otra ovación para su
antecesor en el cargo, Landelino Lavilla, de quien destacó su aportación como autor del
Reglamento de la Cámara y a quien rindió