ANÁLISIS
Fernando Reinlein
La lista corta de Defensa
Madrid — El quién es quién en el capitulo de Defensa en el Partido Socialista Obrero Español, como
posible titular del Departamento, preocupa no poco a los observadores políticos y, también, a los propios
líderes socialistas, quienes, con excepción de Alfonso Guerra, se afanan en desgranar hipótesis para llegar
a la «lista corta» que, sin duda, obra en poder de Felipe González.
Si bien cualquier nombre que se aventure no pasa de ser eso, una aventura, sí puede perfilarse cuál será el
«retrato robot» del futuro ministro de Defensa socialista. Hasta hace pocos días, la alta dirección del
partido tenía decidido que el puesto estaría ocupado por un civil y de la confianza de la ejecutiva.
En base a esa afirmación y descartando, por tanto, la posibilidad de que sea un general quien se siente en
el sillón, la lista corta de Felipe debe estar compuesta por nombres capaces, moderados y cuya eficacia en
la gestión haya sufrido alguna prueba superada con éxito.
Estas y otras razones descartan a priori —aunque se espera que sus cualidades sean aprovechadas en otros
menesteres— a Luis Solana y Enrique Múgica, expertos en temas de defensa, pero desechados desde un
principio para el cargo. «Para enterrar a los muertos como debemos cualquiera sirve, cualquiera, menos
un sepulturero», decía al autor de estas líneas hace unos días un socialista, recordando a León Felipe,
cuyos versos se refieren también a que «no sabiendo los oficios, los haremos con respeto».
Los nombres que actualmente «suenan» están referidos, como suele suceder, a los respectivos «lobbys»
que cada uno de ellos — conscientemente o no— tienen en e) partido. Así, un hombre como Francisco
Fernández Ordóñez —descartado, al parecer, para la cartera de Exteriores— es presentado con un curioso
«curriculum» que parte de sus orígenes franquistas y no olvida que tiene experiencia de ministro en dos
ocasiones, aparte de que en el programa del PAD y el del PSOE existen pocos puntos de discrepancia.
Félix Pons aparece tan sólo por el hecho de haber sustituido a Luis Solana como portavoz en la Comisión
de Defensa de la anterior legislatura, y Narcis Serra por sus buenas relaciones con ios militares —los
militares catalanes, no se olvide— y su conocida autoridad y firmeza.
Duran Farrel es un hombre muy conocedor de los temas de defensa —ha trabajado en el CESEDEN—
y conoce muy bien los problemas de la familia militar. No es un personaje traído y llevado por la prensa y
podría ser, según los expertos, un buen gestor. Pero también puede haber otros «outsiders» —aunque no
tanto—, como sería el caso de Miguel Boyer, de quien se habla también, pero poco, y cuya carrera hacia
el Ministerio, al parecer, se ha visto acelerada. No obstante, la solución sigue en la cabeza de Felipe,
quien en estos días de descanso en Dos Hermanas (Sevilla) ha ¡do perfilando el que será futuro Gobierno.