Diario 16/4-octubre-82
NACIONAL
El duque condenó el golpismo en la clausura del congreso del CDS
Suárez: «No hay que ser tolerantes con quienes atontan contra el peder civil»
Todavía calientes las noticias sobre la última conspiración militar, Adolfo Suárez tuvo ayer duras palabras
contra el golpismo en la clausura del congreso de su partido, el CDS: «No hay que ser tolerante llegó a
decir con quienes atenían contra la supremacía del poder civil.» Unas horas antes, los congresistas habían
elegido a la nueva directiva del partido, exclusivamente compuesta por personas procedentes de UCD.
Texto: Carlos SANTOS Fotos: Antonio SUÁREZ
Madrid Adolfo Suárez fue interrumpido en treinta Y tres ocasiones por los Eolausos entusiastas de sus
seguidores, cuando leía el discurso de clausura del congreso constituyente del CDS (Centro Democrático
y Social). Las condenas al golpismo despertaron las mayores ovaciones.
Todavía calientes las no-citicias sobre la nueva intentona militar, Adolfo Suárez puso el mayor énfasis en
frases como ésta: "Que ios grupos sociales, económicos, e incluso institucionales, se responsabilicen sólo
en fas áreas que a eüos les competen y no aspiren a convertirse en centro de decisiones políticas que POS
íes son propias y que no les vamos tolerar.»
Identificó luego, con la misma contudencia, a los terroristas con los golpis-ías: «El Estado democrático no
puede ser tolerante ni con quienes con el pretexto de ideales políticos asesinan y secuestran, ni con
quienes, arrogándose ilegítimamente la representación de una institución básica, como las Fuerzas Ar-
madas, atenta contra la soberanía del pueblo español y contra la supremacía del poder civil que lo
encarna.»
Empujado por el ambiente añadió unas consideraciones aue no estaban en el texto entregado a la prensa:
«El uso de las armas no viene dado por la carrera militar, sino por el poder civil, elegido legítimamente
•jor el pueblo...»
Pacto
Por lo demás, el discurso liró una y otra vez en torio a una idea: La definición Je I CDS como un partido
reformista, progresista, de ;entro, empeñado en una ´transformación permanen-Le de la sociedad»,
independiente de los poderes fácti-:os, humanista, «sin intereses de clase o de secta»,...
Cuando más adelante, en jn encuentro con los informadores, alguien le pre-;untó con qué partido de DS
ya existentes en el mundo homologaría esta defini-ión, el duque contestó: Vo estamos buscando al-
uien con quien parecernos. Lo que estamos buscando es una solución a los problemas del país.»
La solución a estos problemas, según el ideario aprobado durante el congreso y según repitió ayer Adolfo
Suárez, es un pacto de Estado entre todas las fuerzas políticas: «Este pacto señaló tiene una triple
dimensión: la estabilidad del sistema democrático, la respuesta a la salida económica y la presencia de
España en el mundo.»
Esta oferta se traduce en enl terreno económico e una nueva edición, corregida y adaptada, de los pactos
de la Moncloa. En lo que respecta a la estrategia política, la aplicación de estos criterios significa el apoyo
a la fuerza que resulte ganadora en las elecciones. En otras palabras: una oferta de colaboración con el
PSOE.
Semejanzas
En conversaciones públicas y privadas, el propio Suárez ha aceptado que el diseño de su partido lo acerca
más al PSOE actual, teñido de moderación, que £ una derecha cada vez más próxima a Fraga.
Ayer, incluso, cuando un periodista portugués le preguntó con qué partido de su país se sentía más iden-
tificado, dijo: «Desde luego tenemos más coincidencias con el partido socialdemócrata portugués. Con el
CDS no tenemos más coincidencia que las siglas...»
Suárez desmintió, con toda claridad, un bulo publicado ya en un par de periódicos madrileños, su hi-
potética retirada de las elecciones:
«Con toda rotundidad proclamó entre aplausos salgo al paso del rumor y afirmo que nadie impedirá
nuestra presencia, y la mía personal, en la convocatoria electoral.»