Garrigues no parece dispuesto a incorporarse al nuevo partido de Roca
Los reformistas pretenden la disolución de los grupos políticos
Los promotores del Partido Reformista Democrático, que lidera Miquel Roca, pretenden ocupar el
espacio político que abandonara la UCD, pero tratando de olvidar al partido hoy extinguido que sustentó a
los anteriores gobiernos. Para ello ha evitado contar inicialmente con líderes y ex ministros centristas y
busca un partido con estructura federal, no una federación de partidos o conjunto de montoncitos que fue
la UCD. Ahí radica el principal problema para la incorporación de Antonio Garrigues, a quien los
mentores del PDR obligarían a disolver previamente su Partido Democrático Liberal.
Francisco Javier GIL
Madrid - El Partido Reformista Democrático, que lidera Miguel Roca, quiere por todos los medios ocupar
el espacio político de la antigua UCD, pero evitando todos los males congénitos de la formación centrista
desaparecida.
En este momento, se está buscando una implantación en toda España antes de llevar a cabo su congreso
constituyente que, según sus mentores, se prevé para octubre o noviembre próximos.
Miguel Roca mantuvo ayer una comida con Jerónimo Albertí, de Unión Mallorquína; Ramón Ponce, del
Partido Independiente de Almería; Rodríguez Peña, de Coalición Gallega, y Gregorio Toledo, de Con-
vergencia Canaria. También estuvo presente, como portavoz de la junta gestora del PDR, Florentino
Pérez.
Después de esa comida, ñoca mantuvo una reunión con el secretario general del Partido Demócrata
Liberal, Antonio Garrigues.
Según confirmó Garrigues a este periódico, la «operación reformista» tuvo su precedente en el
desembarco del ex ministro liberal Eduardo Punset en Convergencia i Unió, coalición por la que se
presentó a las elecciones generales del pasado octubre.
Punset, cuya circunscripción electoral era Cataluña, se pasó casi toda la campaña por tierras de Castilla,
actuando como lanzadera de lo que en aquel entonces se empezó a llamar «operación Cambó».
Garrigues
Luego, Roca y Garrigues, especialmente el primero, retomarían el protagonismo en el lanzamiento de un
equipo que llenara el espacio político perdido por UCD.
El empeño se refuerza tras las elecciones municipales del pasado día 8, al constatar que los antiguos votos
conseguidos por UCD no se han dispersado por otras opciones.
Garrigues niega su abandono de la operación, como en algunos medios se comenta: «Roca y yo seguimos
manteniendo un triple acuerdo básico: que una formación de centro es absolutamente necesaria en
España, que en la misma debe existir un componente ideológico liberal progresista y otro nacionalista.»
Sin embargo, en medios de la gestora del PRD se aseguraba a Diario 16 que las divergencias entre ellos y
Garrigues estriba fundamentalmente en que aquéllos no quieren una federación de partidos, como fue la
UCD, sino un partido único con estructura federal.
Garrigues insiste en que ese tema aún no ha sido analizado a fondo y que necesita un «tempo» determi-
nado. «Yo no estoy dispuesto a renunciar al peso del liberalismo. En cuanto a la forma de incorporar ese
componente a la nueva formación, a título individual o con un partido como el PDL, es un tema a
pensar», aseguró el líder liberal.
De cualquier forma, Garrigues lo que pide es una coherencia ideológica y un rechazo de toda ambi-
güedad. En ello parecen coincidir los tres políticos regionalistas que ayer almorzaron con Roca y Flo-
rentino Pérez.
Sin barones
Previamente a dicho almuerzo, Roca mantuvo una reunión de trabajo con los miembros de la gestora del
PDR para buscar hombres en las distintas provincias.
A dicha reunión se presentó el líder catalán con más de dos centenares de cartas de españoles que se
sumaban a la iniciativa del nuevo partido.
«Querernos ser un partido reformista —insistieron determinados miembros del PRD — , que no caiga en
los defectos de la UCD, que no sea una suma de montoncitos, sino un partido con estructura federal, de
gente sencilla que no vota al PSOE ni a AP, sin barones, familias, ni tendencias.»
En este sentido, niegan la participación en su partido de figuras como Suárez, Gámir, Rosón, Cabanillas, a
los que ni siquiera se les ha invitado a participar. «No ha estado en la mente de los promotores del PRD
contar por el momento con antiguos líderes, ex ministros o no, cuyos resultados de sus gestiones hoy
tenemos la desgracia de sufrir», decía una nota emitida por la gestora del PRD.
En los mismos medios se negaba rotundamente que la Banca hubiera vetado al nuevo partido por tener
una cuna periférica, e insisten en que es todo lo contrario.
Las fuentes del nuevo partido creen que hay muchos sectores políticos interesados en boicotear él
nacimiento del PRD, fuerza política nacida en busca del electorado fiel de la antigua UCD.