Don Blas no quiere acatar la Constitución
Madrid.— Los de Unión Nacional estaban anoche esperanzados con jos primeros datos que recibían de
sus interventores. Por la mañana, no era tanto su optimismo, cuando Blas Pinar llegó a su colegio
electoral: poca concurrencia, pocos periodistas y menos fotógrafos aguardaban la, llegada del líder de
Fuerza Nueva, «caudillo» para sus seguidores.
A las diez menos diez, llegaba al colegio de Sari Fernando, en la carretera de la Playa, en un «Mercedes»
oro viejo, metalizado, con matrícula de Gran Canaria que conducía él mismo.
El líder de la ultraderecha
iba acompañado de su mujer y sus dos hijos. Vestía abrigo gris y corbata con la bandera nacional.
En sus declaraciones dijo que él siempre había votado y que esperaba llegar al Parlamento. EL
PERIÓDICO le preguntó sobre si, una vez en las Cortes, Fuerza Nueva acataría la Constitución, a lo que
respondió que «Fuerza Nueva no acatará la Constitución, sino que la soportará».
La mujer de don Blas aclaró que ya no hay Fuerza Nueva sino Unión Nacional, recalcando que «somos
optimistas y estamos alegres, porque de todas formas ganaremos».
Mientras esto ocurría, en el colegio electoral de la calle Méndez Alvarez, los muchachos de UN la
armaron: las papeletas de UN y PCE se habían juntado. Un anciano que quería votar PCÉ no sabía dónde
se encontraban las papeletas correspondientes y los militantes de UN le dieron las de su partido. El
anciano se dio cuenta a la hora de entregar su papeleta. Los interventores del PCE reclamaron a tiempo y
hubo que parar la votación. La entrada déla Policía, calmarlos nervios y permitir al final que él anciano
votara PCE, provocó un «atasco» en el colegio. Luego, se reanudó la votación.