Decepción: Felipe quedó muy lejos de la Moncloa
Preocupación en Gobierno y oposición por la escalada de los independientes vascos
Madrid. —El partido gubernamental UCD parecía, esta mañana, haberse asegurado cuatro años más en el
poder, .y con mayor comodidad incluso que hasta ahora.
¡Pero los datos oficiales dísponibJes entonces, indicaban que al presidente Suárez le faltarían entre cuatro
y seis escaños para la mayoría absoluta.
Este virtual triunfo de UCD, un notable descenso del PSOE y la irrupción con fuerza de partidos autono-
mistas en Andalucía y el País Vasco, marcaban la pauta de los resultados electorales de ayer.
Después de una jornada presidida por la más absoluta tranquilidad en todas las provincias, rota sólo por
mínimos incidentes muy aislados y por las dificultades para la votación en algunas zonas de la mitad
norte de España, los avances del escrutinio sufrieron considerables retrasos sobre lo previsto.
Una avería en la red de computadoras electrónicas, montada para facilitar la información, tuvo al Centro
de Prensa instalado en el Palacio de Congresos, prácticamente dos horas sin datos totales fiables.
Esta avería y «el deseo de facilitar información fidedigna», según palabras del ministro del Interior,
Rodolfo Martín Villa, retrasaron la primera rueda de prensa con los periodistas acreditados desde las tres
hasta las cinco.
A esa hora, según la proyección del ministró, «podemos decir, con un margen de error muy pequeño», las
previsiones sobre el número de escaños que obtendría cada partido. De 350 escaños para el Congreso de
Diputados, Martín Villa adjudicaba 1 70 a UCD, «dos más, dos menos», y 116 al PSOE, «también dos
más, dos menos».
La proyección se confeccionó con los datos remitidos por los gobiernos civiles hasta ese monento, y con
una encuesta-tipo sobre población, usada habitualmente por el instituto Nacional de Estadística.
Esas mismas previsiones pronosticaban qué el PCE conseguiría 25 escaños; CD, ocho; Convergencia i
Unió de Catalunya, diez; el Partido Socialista de Andalucía, cinco; PNV, ocho, y Herri Batasuna (Pueblo
Unido), tres. Con un escaño cada uno se presumían los siguientes partidos: Partido Socialista de Aragón,
Euskadiko Eskerra, Izquierda Republicana de Catalunya, Unión Nacional y Pueblo Canario Unido. Pese a
que la afluencia de votantes se estimaba superior a la del Referéndum del 6 de diciembre, no tenía visos
de alcanzar, ni de lejos, la participación del 1 5 de junio de 1977, cuando votó más del 77 por ciento del
censo. La abstención, estimada por Martín Villa en un 31 por ciento, superaba bastante la previsión del
subsecretario del Interior, Jesús Sancho Roí, quien horas antes predijo sólo un 25 por ciento.