A USTED QUE NO VOTO
Oreo que se puede decir que los resaltados electorales han producido una general satisfacción, no,
naturalmente, a los políticos que ban perdido, pero sí, incluso, a muchos de los que votaron a partidos
diferentes de Unión de Centro Democrático.
Y eso es así, fundamentalmente, porque el país deseaba qne existiera un Gobierno mayoritario, que
pudiera afrontar las graves responsabilidades y problemas que están ahí con suficiente autoridad.
Pienso que, una vez más, el sentir popular ha acertado. La democracia, atacada todavía por algunos
abiertamente, y por otros solapadamente, es, como tantas veces se ha dicho, el mejor entre los sistemas
políticos posibles, pero no exento de dificultades y cargas. Pero lo que no se puede decir de ella, porque
es falso, es que suponga una disminución o deterioro de la autoridad. Muy al contrario, la democracia
implica u otorga una gran autoridad, porque ésta se basa principalmente en el mandato otorgado por la
mayoría de los ciudadanos a quien detenta el Poder. Lo que es opuesto a la democracia es el
autoritarismo, no la autoridad.
Era preciso para asentar la democracia la confirmación de la convivencia con la autoridad. Y era
indudable que empezaba a existir una gran demanda de autoridad en el pueblo español de todas las clases
e ideologías. Deseo de seguridad, de orden, de respeto a la ley, de respaldo a las Fuerzas de Orden
Público y a la judicatura.
Y el pueblo comprendió que para que existiera esa autoridad era preciso un Gobierno que pudiera actuar
sin pactos, con comprensión hacia las otras posturas, pero que pudiera asumir las responsabilidades de la
decisión por sí solo. Y optó por la solución que verdaderamente ofrecía la experiencia, la seguridad y la
firmeza, y no por quien sólo utilizaba las palabras en los murales pero no podría dar ninguna prueba de
eficacia. Y como UCD pedía, votó con realismo. Hoy, usted se alegra del resultado qne creemos beneficia
a todos, incluso al que ejerció su derecho de voto en sentido distinto, pero de buena fe. Pero ese resultado
ha estado en el aire por una grave razón: 32 de cada 100 españoles no se molestaron en ir a votar. Dejaron
su destino a la voluntad de los demás. Usted, que no votó, a quien estas líneas van dirigidas, ¿no se siente
responsable de su omisión? ¿Con qué derecho se alegra hoy del resultado? ¿Cree que ha cumplido con
usted mismo, con su familia y con la sociedad?
No votar es muy grave, rebasar el 30 por 100 de abstención en un país como España, que está estrenando
la democracia, es casi suicida. Alegar el cansancio es fútil disculpa. Y reincidir en ello seria temerario.
Ahora estamos de nuevo ante unas elecciones municipales el 3 de abril. Que son también importantes. Se
trata ahora de su ciudad, de su barrio, de sus cosas de cada día. No es indiferente quién dirija el
Municipio. Son muchas elecciones en poco tiempo, pero es necesario hacerlas. Y luego hay cuatro años
para trabajar.
SI ahora se alegra del resultado, si oree que en estos cuatro años hay que hacer un esfuerzo, si piensa que
en este tiempo es bueno para Madrid que haya Un Ayuntamiento eficaz que, en conexión con el Gobierno
—pues muchos problemas de Madrid es muy difícil resolverlos sin la colaboración del Gobierno—,
trabaje por esta ciudad, no vuelva a cometer el error o correr el mismo riesgo. No deje qne los demás
decidan por usted. No deje de votar el próximo 3 de abril.— José Luis ALVAREZ ALVAREZ.