LOS PARTIDOS, ANTE LAS MUNICIPALES (II)
CAMBIOS DE ESTRATEGIA EN LAS FUERZAS REGIONALISTAS
Por Antonia CHECA
MADRID, 23.
EN conferencia pronunciada en Barcelona tras Jas elecciones el sociólogo don Juan José Linz destacaba
a tenor de sus resultados que España na es un pais centralista, pero que salvo Cataluña y el País Vasco, el
español fea preferido -votar partidas de ambito nacional. Si atendemos a la presencia en eL Congreso de
representantes de partidos nacionalistas o regíonálistas, sólo Cata-luña y el País Vasco los tienen, la
excepción es la presencia de Emilio Gastón, líder del Partido Socialista´.de Aragón. Pero ni Galicia, ni el
País Valenciano, ni Canarias, ni Andalucía, han conseguido colocar representantes «directos». De ahí qjie
tras el 15 dé junio, muchos: partidos regionales estéjt .replanteando sus estrategias y que la. crisis, haya
aflorado en más de uno. Al mismo tiempo-, los partidos estatales, con sinceridad en unos casos, con
oportunismo en otros;, miman, el tema de las autonomías regionales. Recientemente la U.C.D.. «os fia
obsequiado1 con el anuncio de la elaboración de rao. Estatuto de autonomía para la Maneha, quizá te
región que hasta ahora preséntate meaos reivindicaciones en este campo, y las reuniones de
parlamentarios de U.C.D. o P.S.O.E. en cada región han proliferado en las últimas semanas. Se busca,
pues, recortar el principal campo- de ac-cióft de los partidos regionales; Eto cualquier caso, el problema
se presenta de muy distinta forma en las regiones y en las nacionalidades, y aun dentro de unas y otras
hay que hacer distintas apreciaciones, Por ejemplo, eí caso especial de algunas provin-cias-región, o de
regiones mal definidas, frente á regiones consolidadas. En aquéllas, pongamos1 como ejemplo Navarra, o
1a Rioja, proliferaron las candidaturas provinciales independientes, que parece difícil se mantengan en las
municipales. Los; partidas regionales, sin embargo, en general, estarán presentes.
EXTREMADURA Y CASTILLA
Extremadura quedó sin partido regional al integrarse Acción Regional Extremeña en el ya unificado
Partido de la. Unión, de ´Centro Democrático. No parece, por otro lado, próximo que .en Castilla y León
surja un partido regional tras los fracasos recientes (recordemos Alianza Socialista de Castilla). Los
intentos de «grupos, de presión» cultu-raüstas y regionalistast del tipo de Extremadura-Tres o Alianza
Regional tíe Castilla, parecen más factibles en estas regiones de débil conciencia regionalista.
ARAGON Y ANDALUCIA
Distinto se ofrece el panorama en regiones con algún grada más en esa conciencia, como pudiera ser el
caso» de Aragón, Andalucía´ o Canarías.´Si la primera, ei Partido Socialista: aragonés, aunque débil eii
Teruel, mostró una importante clientela electoral en Huesca y Zaragoza, provincias en las que superó el
10 por 100- de-100 votos- (el P.SP., con el que- se presentaba, aliado, no superór esa cifra en ninguna otra
provincia española). Sin una derecha regional de contrapartida, y con un regionalismo" radical
minoritario- (el frente autonomista aragonés obtuvo sólo un 1 por 100 dé los votos en Zaragoza)-, el
P.S.A. tiene, evidentemeatey un papel que jugar en Aragón. En el caso- andaluz, la desaparición, también;
englutido por la Unión de Centro Democrático, del Partido Social-liberal andaluz; simplifica el panorama
de. los partidos regionales; queda una derecha regionalista1, representada por Unión Regional. Ándaluza
(U.R.A.), a la; que en Jaén se: ha. unido al parecer, Acción Social Agraria (A.S.A.), que encabeza
Domingo Solís. U.R.A. oobtuvo un 4 par 100 de los votos en Cádiz, y en Jaén, con el refuerzo de A.S.A.,
podría rebasar ese porcentaje. No obstante, queda mucho camino por recorrer a este partído> para
configurarse como esa derecha regionalísta. En junio; sólo se presentó en tres dte las ocho provincias
andaluzas. Por la izquierda, la crisis, que parece irremisible, del M.S.A., deja el camino expedito al P.S.A.
El movimiento socialista- andaluz tuvo unos porcentajes modestísimos en las cuatro provincias andaluzas
en que presentó candidatos (no llegó en ninguna al 1 por 100),, y en secretario general es fuertemente
contestado. También el P.S.A., que obtuvo unos 180.000 votos em la región en junio, conoce crisis
internas, motivadas sobre todo con la disconformidad de un sector de los militantes respecto a la alianza
electoral con el P.S.P., que se estima aporta poco al partido y tiende a confundir al electorado el del
aragonés se ha hablado de contactos con el P.C.E. cara a la formación de ^ P.S.U.C. 6^8^11" ® eicl^en^
cn^e^ SH^wO^^ jKmfKfes están ea estes- mcmenlos más cerca del P.C.E, eurocomunista que díí
P.S.O.E., per» m parece probable per el momento tal unión.
CANARIAS Y BALEARES
En Canarias, donde tampoco .existe una derecha regionalista estructurada es partido, y donde la izquierda
radical ha alcanzado cierto predicamento (en Las Palmas la candidatura Pueblo Canario Unido fue Ja
tercera em votos y, entura-ceim de confie*-guir un escaño), el Partido Socialista Canario tiene una
implantación modesta, y sus, resultados electorales lo reflejan: 1 por 100 en Tenerife y 0,8 en Las Palmas.
En cualquier caso, la situación, «explosiva» de ´la ecónomia y en general de la región canaría, y la
exístencia de corrientes independentistas, obliga, a no descartar un progresivo auge de las partidos
regionalístas de izquierdas. Baleares si cuenta con esa derecha regionalista: la Unión Autonomista, cuyo
hombre mas conocido es el periodista Josep Melía. No consiguió una votación muy lucida en junio, pues
apenas obtuvo el 3,65 por 100 de los votos váass,; petos tiene- una relevante influencia em pueblos como
Manaebr, Arta, Sineu o Petra; lo´ que cara a Jas muni-clpalies tieaae su impoctiancia para consegir una
cierta paremia. Se poder local. Similar situación muestra el Partido Socialista de las Islas, que aliado con
el P.S.P., no pasó «ieí 5 por 100 el 15 de junio y. representantes del regionalismo de izquierdas.En. el
caso valenciano, sin duda una región de la que se esperaba mayor votación regionalista, los parcos
resultados,:de la Democracia Cristiana dificultan la formación de «ña.derecha, regionalfsta. Por la
izquierda,. la alianza electoral; con el P.S.P. dividió irremisiblemente. a 1 Partido Socialista, del País
Valenciano,, el sector minoritario», que sé alió con el P.S.P., consiguió aa escaño por Valencia; el
P.S.P.V. por su cuenta, ob-tróa üeatítadss modestos. En. cualquier caso, se trata de un partido «Efte
presumiblemente puede mejorar sus porcentajes de junio en las municipales, 4, recordamos las precarias
condiciones económicas ®at que; afrontó- la catopaña electoral; tardíamente, además, pe» la escisión.
GALICIA Y ASTURIAS
Quedan, finalmente, por abordar los casos asturiano y gallego. En Galicia. el regionalismo político se
presentó excesivamente fragmentado, y el sistema D´Hondt jugó en su contra. Si la izquierda regionalista,
gallega extrae lecciéiies fle aquel votó, teniendo en cuenta además la debilidad del P.S.O.E. y P.C.E en
la región, puede mejorar perceptiblemente su situación, especíalmente el Partido Socíalista gallego.
El centro-derecha regionalista es mas complejo y se enfrenta, ademas a un Centro Democrático y a una
Alianza Popular muy fuertes en Galicia. Un proceso de acercamiento para la constitución de un partido
regionalista moderado no se percibe, y las ex-pectaüvas, pues, cara a las municipales, son pequeñas. El
Partida Demócrata Gallego —liberal—, el Popular —democracia cristiana— y el Socialdemócrata
constituyen toda una, «réplica» gallega a las componenetes de U.C.D. Se trata por lo demás, de partidos
todavía sin auténtica, ímplantación en toda Galicia y que concurrenron a las eleccioneses solo en una o
dos províncias gallegas. Bu cuanto a Asturias, donde la. candidatura de Unidad Regionalista obtuvo
escasamente el 2 por las de las voto parece también, difícil un futuro brillante para los partidos
reglonalistas, si´aterade-ni«S; además a, la^ fosíalesia tasftte.ífie lo» partíaos de &•. páestí&, -.P.S.O.E.,
P.C.E. incluso P.S.P.— cómo ¿e ceM-to. y: jéterécfea —U.C.D.. y- jtj&v & *lf «sopa dé siglas», tíe
&!f«aeT IJaato se habló en les praüe^iBr íheses de este año, contribuyó mucho la prolífé-iSeígEi ->eie-
parados regionafes ó Kt-esttatégía de muehos par-tMeas estatales de fígúrair cb> IM& feSeraefón de
oeíio o diez partíaos regionalesí Las elec->áeéries-:sapiasieron una criba; el Eés^Hate de esas;
eTeceio3í«Sf>f^B. Ea cada región es-paSoía^^ goedain. apeims une ó dos partidos regicráales can cierta
"viabilidad, sólo en el ^y;¡^ffieg& y, sobre todo, va^co y cátaláji, el panorama eí znaM complejo.
23 de agostó de 1977»
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