19 de noviembre de 1977
ACTITUD DEL P.S.O.E. Y LA U.G.T. ANTE LA EMPRESA
Para salir de la crisis, el empresario debe recomponer su nivel de beneficios
MADRID, 19 (INFORMACIONES).
DURANTE más de cinco horas, representantes del P.S.O.E., U.G.T. y ejecutivos de diversas
empresas mantuvieron ayer un coloquio informativo sobre el tema «La actitud del P.S.O.E. ante la
empresa y su posición en el "pacto de la Moncloa"».
En el acto, organizado por el Centro Europeo para el Desarro1lo de la Empresa (EUROPORM),
participaron por parte del P.S.O.E. los señores Barón, Leguina, Solana, Muñiz, Aymerich y Campo, y por
parte de la U.G.T., su secretario general, Nicolás Redondo, y los señores Chaves, Almunia y Ballestero.
Intervino como moderador don Manuel Rodríguez Casanueva, de EUROFORM.
En primer lugar intervinieron como ponentes los miembros del P.S.O.E. Enrique Barón y Joaquín
Leguina, que expusieron el pensamiento de dicho partido sobre la actual crisis y el «pacto de la
Moncloa».
La situación actual, afirmó e¡ señor Barón, tiene unas características históricas inéditas que exige de los
socialistas responsabilidad parlamentaria e incluso de alternativa de gobierno. Se preguntó después sobre
cuál puede ser el papel del empresa-riado y afirmó que esta situación exigía el diálogo, entre las fuerzas
políticas y sociales, no sólo para consolidar la democracia, sino para ordenar el futuro hacia una sociedad
más jlista.
Analizó después tó política económica, de los últimos Gobiernos, que ha desembocado, a¡ ignora.r los
aspectos fundamentales de la crisis mundial, en la grave situación que hoy padecemos, con im
agravamiento de la inflación, un fuerte endeudamiento exterior y un crecimiento del nivel de paro
Insistió en la necesidad de negociación para consolidar la. democracia y afirmó que la crisis tiene salida y
no se debe hacer una explotación irresponsable de ella.
Finalmente se refirió al «pacto de la Moncloa», en el que la participación del Par-tido Socialista Obrero
Español ha logrado una serie de condiciones favorables en tres aspectos fundamentales: redistribución de
los costes de la crisis, un mayor acceso al poder real de los ciudadanos y de la clase trabajadora y un
mayor control democrático de los órganos de la Administración.
INTERVENCIÓN DE NICOLÁS REDONDO
A continuación, Nicolás Redondo y Manuel Chaves expusieron el pensamiento de la U.G.T. al mismo
planteamiento. Para el secretario general del sindicato socialista, las centrales sindicales carecen todavía
de los instrumentos legales suficientes para poder participar en la resolución de la crisis.
Afirmó el señor Redondo que el 25 par 100 de los trabajadores ya está sindicado y su afiliación se
polariza fundamentalmente en torno a Comisiones Obreras y la U.G.T.
La mayor preocupación de .esta última central es la falta de norma electoral. El Gobierno no ha hecho
ningún esfuerzo paira crear el instrumento laboral que sirva para negociar entre trabajadores y
empresarios. Y por este camino se desemboca en la anarquía.
Afirmó Nicolás Redondo que U.G.T. preferiría una norma, clara, aunque fuera con el sistema de listas
abiertas, contrario al que su central patrocina, mejor que la actual imprecisión. No se puede dejar a cada
centro de trabajo la decisión de celebrar o no las elecciones y la fecha de las mismas
Si hubiera una norma se clarificaría e\ panorama sindical como se clarificó el político tras las elecciones
del 15 de junio. Y lo mismo que las elecciones sirvieron para eliminar a los partidos marginales, la norma,
bien aplicada, permitiría conocer la correlación de fuerzas, lo que irla en beneficio de] país, de las
empresas y de ios trabajadores.
Insistió en que había que anteponer el sistema de listas sindicales al de listas abiertas. En estas listas
sindicales podrían incluirse perfectamente las de los trabajadores independientes.
Al país le convienen centrales fuertes, y con el sitema de listas abiertas se llega a los comités y a los
movimientos asamblearios, con lo que se reduce el cometido de las centrales.
Se refirió después a que para lograr una mayor estabilidad hay que rebasar el ámbito de la empresa; discu-
tir un convenio marco, acompañado de negociaciones a nivel de sectores. De otra forma, con el sistema
de listas abiertas el Gobierno tendrá que negociar con 16.000 o más comités de empresa que se van a
constituir. Y ello supone la inoperancia del «pacto de la Moncloa».
En relación eos este último, el secretario de la U.G.T. dijo que era altamente positivo, pero la central que
re-presentaba no podía asumirlo por la premisa contenida en él sobre la posible flexibilidad para reducir
en un 5 por 100 las plantillas y por las serías dudas que se tenían de que el control de precios iba a ir
paralelo con el de ;os salarios. No obstante, afirmó, la U.G.T. no iba a seguir una política de
hostigamiento.
POSTURA ANTE LA EMPRESA
Intervino a continuación Luis Solana para analizar la postura del P.S.O.E. ante la empresa. Comenzó
afirmando que en una economía di mercado la única salida de ¡a crisis para jos empresarios era
recomponer su nivel de beneficios, que. reconoció, se había ido deteriorando desde 1970, en función del
excedente neto de explotación. Afirmó también que una, cierta tasa de inflación favorecía a las empresas,
ya que repercutían ios costes sobre los precios. Pero cuando esta alcanzaba porcentajes muy altos, el
trabajador entraba también en el juego y unos y otros acababan siendo sus víctimas. Reprochó a ¡os em-
presarios el haberse preocupa do solamente del tema salarial y de la productividad, ha biendo olvidado ja
importancia del sistema financiero. Tampoco se han planteado ei tema de las diferencias de interés y la
importancia de conseguir financiación a través del ahorro.
COLOQUIO
La segunda parte del diálogo giró en torno a un coloquio con 1 o s representantes de las empresas, en el
que se puntualizaron algunos temas y cuestiones de actualidad.
— Se Insistió en la necesidad de que la eficacia de la organización para la actual situación no era sólo
responsabilidad de los sindicatos, sino tamnién de las empresas. Los miembros del P.S.O.E. acusaron
a los empresarios de no haber sabido llevar una política de clase y en muchos casos no haber hecho
más que quejarse.
— Sobre la productividad, los socialistas argumentaron que debía medirse no sólo la de los
asalariados, sino la del capital, y tener también en cuenta las repercusiones del descenso de la
producción.
- El P.S.O.E. interpreta el «pacto de la Moncloa» en el sentido de que no puede aplicarse el principio de
retroac-tividad. El pacto no es ninguna norma, y en todo caso las ventajas reconocidas en les convenios
colectivos vigentes sólo pueden ser derogadas con una ley de rango superior, aunque se plantearon serias
dudas soore si desde el punto de vista jurídico ello sería aceptable. Sin embargo, al parecer, el Gobierno
prepara un decreto-ley a este respecto, dados los problemas de interpretación a que ha dado lugar el
concepto de retroactividad.
— Conflicto del personal de los aeropuertos. El único responsable de esta huelga es el Gobierno, que ha
querido hacer de ella un «test» del «pacto dé la Moncloa». í:l conflicto no tiene nada que ver con los
convenios colectivos, porque ese persona] carece de convenio.