DOMINGO. 15 DE JULIO DE 1979. PAG. 40.
LAS ORGANIZACIONES EMPRESARIALES SE ENFADAN
RESULTA difícil desprenderse de los hábitos adquiridos a lo largo de muchos años. Este es el caso de la
Administración española, acostumbrada a legislar y ordenar autoritariamente, con un entendimiento
paternalista, que ya no tiene vigencia en estos tiempos. Ahora, oficialmente, lo., organismos estala les
deben actuar con arreglo a un sistema democrático, en el que hay unas organizaciones políticas —los
partidos— otras sociales -los sindicatos— y otras profesionales de distinto tipo, como son las
empresariales con todas las cuales, los diferentes departamentos ministeriales, no tienen más remedio que
contar, so pena de encontrarse enfrentados y combatidos, con todos los inconvenientes que esto lleva
consigo en el desarrollo de una política ministerial.
El Ministerio de Agricultura es uno de estos departamentos. En e] ámbito del sector agrario le
correspondía mantener relaciones con las organizaciones empresariales agrarias, intercambiar puntos de
viste con ellas, llegar a unos acuerdos en los problemas canden tes, gonv^ftcer a éstas —en lo posible—
de la política ministerial y, sobre todo, valorar la colaboración que ellas rindieran cuando así se les
pidiera.
Pero todo esto requería la efectiva renuncia a esos modos autoritarios tan encastrados en ese departamento
de la Administración Pública. Por de pronto, aprovechando los primeros momentos de desorganización y
falta de preparación de los empresarios, y una propensión, de algunos de éstos, a la dispersión -en
aquellos momentos de desaparición de la Organización Sindical— el Ministerio de Agricultura se arrogó,
sin ninguna ortodoxia democrática, la función decisoria de reconocer, o no, la validez representativa
empresarial agraria de las organizaciones nacientes.
SOLO la afiliación, la eficiencia, y el eco que despiertan en el empresariado, acreditan la
representatividad de las organizaciones empresariales en las democracias occidentales con una economía
de mercado.
La acreditación a dedo es un resabio del autoritarismo. El caso es que como resultado del proceso existen
variadas organizaciones empresariales agrarias —cinco reconoce el Ministerio de Agricultura como de
ámbito nacional—, lo que por un lado disminuye la fuerza empresarial y por otro permite un juego, no
muy ortodoxo, del Departamento, aprovechándose de las lógicas rivalidades entre ellas. Pero el abuso de
poder, que ese juego ministerial produce, crea una cierta sensación de menosprecio y una real decisión
unilateral cuando le conviene a la Administración saltarse a la torera unos acuerdos por ambas partes. En
estos días se ha dado la protesta conjunta y pública, de las más importantes organizaciones empresariales
agrarias, por la decisión unilateral del Consejo del FORPPA fijando unos precios indicativos y de
intervención superior, para el ganado vacuno y porcino inferiores a los que se habían tratado en reuniones
celebradas al efecto. Estos precios tienen ana trascendencia fundamental para las importaciones de carne
y en el Mercado Común constituyen la barrera que defiende a los agricultores y a los ganaderos de las
importadiones exteriores a más bajo precio del que se considera remunerador para los campesinos
comunitarios. JOVELLANOS.