ECONOMÍA
ABC/37
La patronal aconseja al nuevo Gobierno que no reincida en et error del intervencionismo laboral
La CEOE advierte que no volverá a jugar con las cartas marcadas
MADRID. «La negociación colectiva en el futuro dependerá esencialmente de las previsiones electorales
que se tengan de cara a una próxima consulta popular, ya que si el PSOE considera que tiene
posibilidades de entrar en el Gobierno por la vía de la coalición, se volveré a repetir la experiencia del
ANE», declaró ayer a este periódico Carlos Ferrer Salat, presidente de la organización patronal CEOE, en
relación al futuro que le espera a los acuerdos sociales.
El presidente de la CEOE, haciendo un balance de las negociaciones en materia laboral que habían tenido,
lugar en los últimos años, recordó que el Acuerdo Marco Interconfederal había conseguido sustanciales
avances en materia de incrementos laborales controlados, ya que «el incremento medio salarial de 1981
ha sido del 13,3 por 100, mientras que la inflación del pasado año superó eM5 por 100, lo que significa
una reducción de dos puntos del poder adquisitivo libremente asumido», al tiempo que se reduzca
drásticamente el nivel de conflictividad laboral —en un 60 por 100 en 1980 sobre 1979 y ert más de un
50 por 100 en lo que va transcurrido de este año sobre el anterior.
Con estas afirmaciones, Ferrer Salat daba un vuetco a las fórmulas de medir la variación del poder
adquisitivo de los salarios, ya que, si bien hasta los Pactos de la Moncloa se habían establecido las
subidas salariales en función de la inflación del año anterior, a partir de éstos y hasta la firma deí ANE los
salarios se han venido moviendo en función de la tasa de inflación esperada para el año en que se llevarán
a cabo. El presidente de CEOE, con esta declaración, parecía querer volver a la fórmula vieja o, al menos,
significar mucho más positivamente la fórmula de los AMI que la del ANE. Y ello por otras cuestiones
básicas para CEOE como es el hecho de que en años anteriores los acuerdos se consiguieron por los
agentes sociales interesados —una patronal y un sindicato— y la Administración había dejado vía libre a
la negociación sin inmiscuirse, como to ha hecho en este año.
Injerencia que, a juicio de los dirigentes de CEOE, ha sido además negativa, ya que «no se puede ir a unas
negociaciones a tres bandas cuando una de ellas juega con cartas marcadas, ya que ha pactado con la
tercera una serte de contrapartidas que se inician con el aval a Comisiones Obreras para la concesión de
un crédito, continúan con la banda salarial que la Administración está dispuesta a conceder para 1982,
con el tema de ta subvención a los sindicatos y parecen acabar con los pactos sobre contratación para
formación y en prácticas», según señaló José María Cuevas.
Tanto el presidente como el secretario general de la CEOE, aunque en todo momento negaron que
estuvieran guardando ningún «silencio de castigo» respecto al nuevo Gobierno, se limitaron a afirmar que
deseaban la «mejor suerte al nuevo Gobierno, como cualquier español se lo desea, ¿o no?», afirmando
que, en cualquier caso, ya se sabía cuál era su opinión, por haberla manifestado anteriormente y con
suficiente amplitud.
Ferrer y Cuevas manifestaron a este periódico que la CEOE no había ni sido informada ni consultada de
los planes que Calvo-Sotelp tenía para llevar a cabo la remodelación ministerial, pero que, en cualquier
caso, «no.era necesario que lo hiciera... ya que conocía perfectamente lo que pensaba». En este sentido,
aunque no expresaron ningún tipo de condena hacia la persona del vicepresidente económico, si
reconocieron su enfrentamiento con el, «ya que es un gran experto en volver a repetir los errores que
anteriormente ha cometido». Como última consideración sobre el nuevo Gobierno, los dirigentes
empresariales han señalado que se había producido un cierto descontento, porque se había esperado «ai
primer Gobierno de Calvo-Sotelo» y los cambios «no eran suficientes como para demostrar una variación
sustancial en su composición».
El tema de la reforma de la Seguridad Social, cuyo primer borrador para estudio debería estar
prácticamente ya en manos de la patronal y de las organizaciones sindicales firmantes del ANE, preocupa
a la CEOE, principalmente por los importantes incrementos de gastos que tiene este organismo, y dudan
mucho de que se vaya a producir realmente. «Había un borrador elaborado por un equipo de expertos y
dirigido por el profesor Val-verde, que realmente trataba de la reforma de la Seguridad Social. Ahora
parece que se ha dejado de lado y que? se traía de presentar un papel muy pequeño con cuatro ideas
generales a concretar posteriormente y encaminado a volver a integrar en la Seguridad Social al Instituto
Nacional de Empleo, la Sanidad Pública y toda una serie de organismos que hará imposible que realmente
se lleve a efecto», manifestó José María Cuevas. Máxime si se tiene en cuenta que el objetivo de la
Administración es pagar gran parte de estos presupuestos de la Seguridad Social con un impuesto como el
IVA.