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Asistieron también, a la despedida electoral del PCE, Dolores Ibarruri y Marcelino Camacho
Santiago Carrillo no llenó la plaza de las Ventas
MADRID. Pese a la presencia de Dolores Ibarruri, Marcelino Camacho y buena parte de la
plana mayor del PCE, Santiago Carrillo no logró llenar (a plaza de toros de las Ventas. En una
cuarta parte de! aforo taurino resplandecía el hormigón durante la despedida electoral de los
comunistas.
Tras la actuación de ia cantante sudamericana Mercedes Sosa, abrió el fuego Adolfo Pinedo,
quien, en realidad, se limitó a caldear el ambiente para dar entrada a su secretario general.
Aportó, no obstante, un par de datos sobre ta campaña electoral del PCE: en toda España, los
comunistas han pegado seiscientos mil cartetes propagandísticos y, sólo en Madrid, han
reunido a doscientas mil personas durante los distintos actos celebrados.
A renglón seguido, Santiago Carrillo inició su discurso. Insistió en «la necesidad de crear un
frente democrático para frenar a tes fuerzas involucionistas». El mensaje iba dirigido,
naturalmente, al PSOE, buscando un hueco en la posible gestión socialista: «Porque entre
estar en el Gobierno y tener el Poder hay una gran diferencia.» Se ensañó, de nuevo, con la
figura de Fraga, criticando las declaraciones de) líder aüancista sobre los implicados en la
trama golpista y acusándole, de) mismo modo, de «querer aplicar en España la nefasta potíttca
económica que propugnan Reagan y Margaret Thatcher». Reincidió, en fin, en el viejo
argumento de que la juventud debe disfrutar y gozar de la vida, aludiendo, de nuevo, a los
beneficios del «porro». Y, naturalmente, arremetió contra la decisión del ingreso español en la
OTAN, «asunto en el que, por cierto, el PSOE —vino a decir— ha tomado últimamente una
postura un tanto ambigua. Y eso me hace pensar que no tienen intención ñ de convocar
siquiera el famoso referéndum»
La obsesión de Santiago Carrillo reside en el alza de los socialistas a costa del PCE. «Nos
beneficia que el PSOE gobierne durante los próximos cuatro años. Porque, entonces, los
trabajadores se darán cuenta de que et único partido auténticamente socialista y que, por tanto,
se preocupa de ellos es el PCE. Nosotros, de todos modos, iremos delante del PSOE en
cuanto a ¡a iniciativa progresista de la izquierda española. Porque ellos se van escorando, cada
vez más, a la derecha.» Para contrarrestar estos ataques, Santiago Carrillo afirmó que, a pesar
de todo, su partido apoyará al posible Gobierno socialista.
Y, aprovechando la asistencia de sus incondicionales, el secretario general del PCE tes pidió,
primero, que se rascaran el bolsillo y, después, que se sacaran el carné. «Hemos conseguido,
gracias a vuestro esfuerzo, ciento quince millones de pesetas para. e> fondo electoral. Ahora
sacamos un millón seiscientos mil bonos a cien pesetas cada uno. Espero vuestra
cooperador).» Y luego: «No temáis en sacaros el carné del partido. Si en realidad sois
comunistas, haceros militantes.»