Felipe González, dispuesto a una vía de "diálogo"
B DE LA CUADRA, Cuenca
ENVIADO ESPECIAL
"Yo soy hombre de razón, como creo que lo es mi partido. Desde la razón y el diálogo, nosotros estamos
dispuestos a favorecer el cese de las bombas y los tiros y la iniciación de una vía pacífica para resolver los
problemas que puede abrir un camino para la paz y la convivencia entre todos los ciudadanos y los
pueblos de España". Así respondió Felipe González a la pregunta planteada por el enviado especial de EL
PAÍS en relación a la oferta del número uno de la candidatura de Herri Batasuna (HB) al Congreso de los
Diputados por Guipúzcoa, Iflaki Esnaola, sobre la posibilidad de que la propia HB solicite una tregua de
ETA Militar. EL PAÍS precisó al líder socialista que el objetivo de esta tregua, desde la perspectiva de
HB, sería !a negociación de una serie de puntos fundamentales, tales como un estatuto que recoja la
posibilidad de autodeterminación y la integración de Navarra en Éuskadi, la amnistía total y la retirada de
las Fuerzas de Seguridad del País Vasco. Felipe González recordó el propósito socialista de respetar y
hacer respetar la Constitución, pero añadió algo que calificó de importante: "El silencio de las armas,
aunque sea temporal, empieza a ser el triunfo de la razón".
No es la primera vez que el secretario general del PSOE se pronuncia durante su campaña electoral por la
vía del diálogo en Éuskadi, sin poner condiciones a los términos de la negociación. Durante su reciente
visita al País Vasco, en la conferencia de Prensa celebrada en Bilbao, apostó decididamente por la palabra
frente a los tiros y las bombas.
Ya entonces consideró positivo que quienes han venido empleando la violencia se muestren dispuestos a
dialogar, una vez silenciadas las armas, sobre la alternativa KAS o cualquier otra propuesta instrumentada
sólo mediante la palabra.
En todo caso, no existen dudas sobre el planteamiento constitucional del PSOE, que no significa ningún
obstáculo para que la confrontación política, por dura que pueda ser y por distantes que estén las
posiciones de los interlocutores, se desarrolle por la vía del diálogo.
Felipe González tiene claro que, por encima de los acuerdos o desacuerdos que se puedan alcanzar, el
simple hecho de que cese el uso de las armas es un elemento positivo para la convivencia.