DOMINGO 24-10-82
NACIONAL / ELECCIONES 82
ABC/35
Tertulia electoral A B C
Quedó patente en la última tertulia de ABC
La sociedad española se bipolariza en torno a AP y PSOE
Las distintas fuerzas políticas representadas el viernes en la tertulia electoral de ABC —última del ciclo
correspondiente a esta campaña electoral— contrastaron sus ideas ante la posibilidad de t¡ue en la:
sociedad española se haya insertado una cierta bipolarización política en torno al PSOE y AP,
bipolarización que al menos quedó ¡Hítenle al centrar la mayoría de los asistentes sus preguntas en los
representantes de ambos partidos. Los ponentes, por otra parle, mostraron su acuerdo al considerar (¡ne la
sociedad española podría asimilar sin catástrofes —al margen de los sobresaltos que produjeran sus
errores en la gobernación— una hipotética asunción del Gobierno por parte de la izquierda, si ese fuera el
resultado de las urnas el próximo jueves.
Fernando Suárez inició el coloquio respondiendo a la duda planteada desde la Redacción de ABC sobre la
forma en la que la sociedad asimilaría un Gobierno de izquierdas, hecho que podría producirse por
primera vez desde la guerra civil. El representante de AP fue rotundo y claro al afirmar, con el
asentimiento de sus compañeros de Mesa, que España puede asumir perfectamente un Gobierno socialista
«sin que ocurra una catástrofe», gracias a las fórmulas de convivencia y de tolerancia que se han
implantado durante los últimos años en nuestra sociedad. Declaración de principio que dio paso a la
ironía: «Sólo cabrá la catástrofe que creen sus propios errores, pero eso lo pagará en las siguientes
elecciones.»
El recurso a la ironía fue también el que utilizó Javier Solana para señalar que a la vista de los sondeos de
opinión el PSOE, aunque quiera, con pocos va a poder pactar si llega al Gobierno para desarrollar su polí-
tica en el caso, que él consideró improbable —posteriormente quiso ser menos triunfalista—, de que
necesitara votos ajenos en el Parlamento. «Sólo queda AP-PDP como segunda fuerza y con ésos sí que no
vamos a pactar, y los demás parece que dan un encefalograma plano en las encuestas.» Frases aparte, sí
considero que serían necesarios acuerdos para temas de Estado.
La alusión al «estado de salud» de los demás partidos y una pregunta de ABC sobre la realidad o no de la
bipolarización política en la sociedad española dieron oportunidad a Juan Francisco Pía y a José María de
Areilza para dar fe de que se «sentían muy bien». Desde la frase «los muertos que vos matáis...», del
representante comunista dirigida a Javier Solana, a la constatación del centrista de que no ha notado -
síntomas de agonía». El conde de Motrico, tras hacer un juego de palabras con el nombre de la empresa
responsable de una de las encuestas que peores resultados augura al centro como forma de constatar sus
dudas sobre esas predicciones, manifestó su convencimiento de que el centro político sigue vigente en el
electorado.
AREILZA: «EL CENTRO SIGUE AHÍ»
El centro asumió el reto de la transición y sirvió para lograr la democracia pluralista; el electorado está
ahí y aunque ahora pueda votar otras opciones seguirá asumiendo la construcción de la democracia. «La
derecha democrática no puede movilizar votos para llegar al Poder y el centro sí lo ha hecho en dos
ocasiones. Por eso es necesario mantener el centro sea con seis, ocho o cuarenta diputados», razonó. El
argumento no convenció al aliancista Fernando Suárez. En principio discrepó que la transición fuera
monopolio del centro, atribuyendo el logro tanto a los distintos sectores de la sociedad, en su conjunto,
como a ámbitos procedentes del antiguo régimen en su antecedente, citando a este respecto la ley de la
Reforma Política. Profundizó aún más en la idea señalando que si bien la derecha no se ha organizado
bien, en este momento, tras los cambios operados en el centro, él no ve gran diferencia entre lo que
puedan representar José María de Areilza y él mismo, para rechazar el planteamiento de que AP-PDP sea
sólo la derecha conservadora y UCD se identifique con la transición a la democracia. «Los españoles
deben estar o en la izquierda moderna y progresista, que tiene lo exponente en los socialistas, o en la
derecha moderna y progresista, que lidera AP, fuerzas que tienen acomode en el marco constitucional. Yo
no creo que haya ahora razón y hueco para el centro.»
Los planteamientos de Areilza y de Fernando Suárez no convencieron ni al representante del PCE —
quien reiteró una y otra vez que los problemas de España necesitan no sólo del concurso de las distintas
fuerzas políticas, sino de la mayoría de las organizaciones sociales— ni al del CDS, Rafael Calvo Ortega,
quien inició en algunas ocasiones la reivindicación del centro, sin que a lo largo de la tertulia se
traslucieran tampoco sus diferencias con UCD. Javier Solana no quiso entrar en la discusión. «Mientras
discutan UCD y AP-PDP yo me callo.» Vocación de silencio que no pudo mantener por cuanto las
preguntas del público tradujeron una y otra vez un reflejo de una cierta bipolarización de expectativas,
hasta el punto que Solana y Suárez consumieron gran parte del tiempo del coloquio en mostrar las
diferencias entre el PSOE y AP. El debate, esquematizado, lo centraron ambos ponentes en dos conceptos
básicos: la igualdad y la libertad.
DEBATE DE LA IGUALDAD
Tomando como ejemplo el tema de la educación, Fernando Suárez reconoció que se ha producido en
España un avance del principio de la igualdad de oportunidades, aunque, a su juicio, a costa de la
oportunidad misma. Su criterio es que se debe ir a la igualdad de oportunidades sin implantar un
igualitarismo desincentivador. Recordó la necesidad de una Universidad y unos Institutos de enseñanza
de calidad para todos los españoles, para considerar, posteriormente, que su extensión actual va en
detrimento de la calidad
El prestigio y la calidad del catedrático de Instituto de los años cuarenta o cincuenta era muy superior a la
actual. Consideración con la que no estuvo de acuerdo Javier Solana. quien no cree que la enseñanza sea
ahora peor que entonces, salvo que se estuviera haciendo un canto al elitismo. Solana se extendió para
decir que tampoco en el criterio sobre la libertad puede haber la misma plasmación desde AP-PDP qje
desde el PSOE. Dijo que en España un 25 por 100 de las rentas altas controlan el 50 por 100 de la reñía
nacional, mientras que el 25 por 100 de las rnás bajas no representan ni el 5 por 100 de la reñía nacional.
A su entender, la lucha por la igualdad se hace muy distinta en ambos sectores, por lo que consideró que
la medida propugnada por AP-PDP de reducir ios impuestos es reaccionaria, -conduce a incrementar la
desigualdad".
Los argumentos del PSOE fueron inmediatamente contestados por Fernando Suárez, quien sólo coincidió
con Solana en el deseo de meiorar la calidad de la vida, aunque a renglón seguido expuso métodos
absolutamente contrarios. AP-PDP cree —dijo— en la libertad, entre otras, ¡a del empresario, que —a su
juicio— está amenazada por el intento del PSOE de controlar la empresa a través de los sindicatos. AP-
PDP —continuó el argumento— lucha también por la igualdad, pero creando más riqueza, no
distribuyendo pobreza, lo que —en su opinión— será ei resultado de la política del PSOE. También se
quejó de que Jos socialistas insistan una y otra vez en cambiar la sociedad, transformar sus estructuras,
pero no digan a qué sociedad nos quieren llevar. En relación a los impuestos, el representante aliancista
volvió a repetir el argumento, ya expuesto por sus compañeros de partido en otras tertulias, de que ellos
prefieren suavizar la presión fiscal sobre las empresas para que generen una renta superior.
REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN
Pese al acuerdo explícito de todos los partidos sobre el modelo de sociedad que establece la Constitución,
surgió el tema concreto de la posible reforma del texto constitucional. En ei caso particular dei PSOE,
Javier Solana expuso la postura de su partido, contraria a cualquier reforma. También aludió a la impo-
sibilidad material de poder realizarla su partido, si se lo propusiera, debido a la mayoría de votos que el
PSOE debería alcanzar en la actual legislatura para llegar a contar con los (res quintos necesarios, para
ver aprobada tal
reforma, mayoría que «los muy optimistas ni sueñan que ei PSOE vaya a conseguir».
En esle sentido, el representante del PSOE criticó la postura de AP-PDP de propugnar cambios en el texto
constitucional y aludió al hecho de que esta posible reforma haya sido retirada dei programa aliancista a
causa de fa certeza de que no se conseguirán ios escaños suficientes para sacarla adelante, pese a los
deseos manifiestos de su reforma. Fernando Suárez. por su parte, reafirmó ia postura de su partido ante
determinados conceptos y artículos de la Constitución referentes a las autonomías y nacionalidades que
sería deseable reformar. Aun así, el representante de AP-PDP manifestó que este disentir de algunos
artículos no quiere decir que no se acepte en su conjunto y con todas las consecuencias el actual texto
constitucional. Respecto al cambio del programa, Fernando Suárez lo atribuyó a un deseo de facilitar la
convivencia y la vida democrática en vista de tos graves problemas por los que atraviesa la actual
sociedad española. Según Suárez: «La Constitución tiene prevista su posible reforma y, por tanto, no es
inalterable por su propio carácter. Si se respetan rigurosamente los procedimientos para su modificación
es tan lícito como defenderla en su integridad.»
POLÉMICA DEL «DOBLE LENGUAJE»
La posible existencia de un doble lenguaje por parte de los partidos, ya sea en la campaña electoral o una
vez en el Poder, centró una parte importante del debate de la que no estuvo ausente una ligera crispación.
El representante de AP-PDP se hizo eco de las diferencias existentes entre la moderación de los
planteamientos socialistas en la presente campaña y el carácter radical de las resoluciones del XXVIII
Congreso del PSOE sobre el acceso al Poder del proletariado, la lucha contra la burguesía, la
socialización de los medios de producción, etcétera. Fernando Suárez destacó el carácter positivo del
cambio, siempre que fuese una rectificación auténtica de los planteamientos socialistas y no una táctica
electoral. En concreto. Suárez preguntó al representante socialista si ha habido, en efecto, rectificación de
esos conceptos.
Javier Solana en su respuesta hizo alusión a la ausencia de un doble lenguaje por parte de la izquierda y el
«comportamiento impecable» de ésta a lo largo de la transición y la vida democrática. Por el contrario,
Solana criticó el comportamiento y declaraciones de algunos miembros de AP-PDP, -mucho peor y
menos democrático que los resultados del XXVIIl Congreso^. En este aspecto se citó también la retirada
de/ punto referente a la reforma de la Constitución en el programa AP-PDP.
Respecto a la vigencia de las resoluciones del XXVIII Congreso, Solana manifestó que tras éste ha habido
otros dos Congresos y que la única referencia va/ida para enjuiciar la política socialista la constituye el
actual programa. El PSOE, según Solana, asume las resoluciones del XXVIII Congreso y el llamado
«programa máximo» de su fundación como parte de su historia —data de finales del siglo XIX— porque
es patrimonio del país, aunque eso no quiere decir que esas resoluciones tengan una aplicación directa y
vigente en la España de 1983.
En cuanto a la naturaleza rnarxista del PSOE, Solana expresó que ei partido no se siente marxista o no
marxista. sino ciertas personas que en el PSOE pueden tener una concepción del mundo basada en el
marxismo. Aun así es una ideología que ha evolucionado mucho y un concepto muy ambiguo con
diversas corrientes y muy difícil de delimitar.
Un tema en el que todos los representantes estuvieron de acuerdo fue en la necesidad de asentamiento y
afianzamiento del actual y joven proceso democrático español. Según José María de Areilza (UCD), la
democracia no se implanta por decreto ni sólo por una Constitución. Nuestra democracia es joven y tiene
que asentarse, a pesar de que existan algunas cosas que no funcionen. «No es un problema de tres, cuatro
o diez años, es un problema de generaciones.» En este sentido Areilza destacó el hecho de que en Europa
no haya un solo Gobierno que haya sufrido una erosión tan brutal debido a la presión socioeconómica qus
no produzca una reacción que haga ganar al adversario. Las votaciones se hacen así más debido a la
pasión crítica de los ciudadanos que a una reflexión sería del verdadero contenido de los programas.