El líder de UCD centra sus críticas en AP y PSOE
Esfuerzo de Landelino Lavilla para recuperar votos centristas en Andalucía
CÁDIZ (J. M. Fernández Rúa, enviado especial). Con la camisa empapada de sudor, aunque
sin alterar la posición del nudo de la corbata y algo afónico, Landelino Lavilla habló ayer por la
mañana en La Caleta. Un auditorio compuesto por más de un millar de militantes y
simpatizantes de UCD llenaron el salón de actos del Instituto Rodríguez de Valcárcel para
acoger al líder centrista con los ya habituales gritos de «¡Presidente, presidente!» Con estilo
perfectamente mitinero, el lider centrista arremetió, otra vez más, contra una derecha a la que
calificó de un conservadurismo duro, y contra una izquierda, de la que dijo que no sabe qué
cambio quiere hacer. El esfuerzo que realiza Landelino Lavilla para explicar en toda Andalucía
su programa electoral —anoche, con un mitin en Sevilla— ha sido elogiado por dirigentes de
otros partidos que no han dudado en reconocer que está haciendo una campaña inteligente.
Cádiz, con sus chascarrillos, ha recibido bien a Lavilla de la mano del vicepresidente del
Gobierno, Juan Antonio García Diez, que no se presenta a estas elecciones, a pesar de haber
sido diputado por Cádiz en las dos legislaturas anteriores. El líder de la UCD ha vuelto a atacar
a la derecha y a la izquierda, representadas por AP y por el PSOE.
Por primera vez, desde que comenzó la campaña, Lavilla y su esposa subieron al autobús que
conduce a los periodistas, siguiendo su gira electoral. En media hora —tiempo que transcurre
para llegar desde Cádiz a El Puerto de Santa María— conversó, informalmente, con los
representantes de tos medios informativos. Cuatro cigarrillos, sin boquilla, consumió el líder
centrista en este corto espacio de tiempo, que en nada ayuda a superar esta afonía cada vez
más tenaz y que trata de combatir chupando un regaliz.
Desde El Puerto, y tras de recibir un décimo de lotería, regalo de una de las periodistas que
cubre este recorrido andaluz, Lavilla llegó a preguntar qué era más importante, si que la suerte
le agraciara o que UCD ganara las elecciones, a lo que se le contestó que la lotería. Se
desplazó en helicóptero hasta Málaga y desde allí se fue a Sevilla.
En Cádiz, el líder de la UCD criticó por primera vez al PCE, posiblemente porque sabe que el
PCE tiene una cierta implantación en esa provincia. Cada vez más seguro de sí mismo, Lavilla
no ha dudado en afirmar que los resultados del 28 de octubre acreditarán que España y en
particular Andalucía no es socialista, cuando se trata de la gobernabilidad del Estado.
En clara referencia al lema socialista, afirmó que el cambio político, el cambio del Estado ya se
hizo bajo el protagonismo de la UCD y al cambio social renuncia en su programa el PSOE.
Entonces se preguntó: «¿De qué cambio se está hablando? Los socialistas tendrán que
explicar qué es lo que quieren cambiar y cómo lo quieren cambiar.» Insistió en que el cambio
puede ser el desarrollo de una política económica que acumula el déficit público, la destrucción
en definitiva de los puestos de trabajo y la inflación.