EN ESTE PAIS COINCIDENCIA
El proceso político español, una de cuyas más Importantes etapas culmina con la celebración de estas
elecciones generales, nos invita a contemplar sus resultados desde muy distintos ángulos. Bastaría
recapitular la versión de los comentaristas, de tes más diversas tendencias, para sacar la conclusión de la
pluralidad de opiniones.
Sin duda, nna poca conocida sería la de bascar analogías con hechos similares anteriores aunque diversa
sea la problemática y el tratamiento que, en cada caso, se propicia.
Hay nn hecho evidente: al respaldar un alto porcentaje de electores al partido gubernamental de la UCD y
hacer posible la continuidad de su programa se rompe une especie de maleficio que pesaba en nuestra
política cuando venia sucediendo que el plazo máximo de Gobierno de an partido en el poder .era de nn
bienio, salvo raras excepciones.
Otro hecho significativo —sobre el que habría que analizar sos pros y sus contras— es que el
bipartidismo acentúa sus posiciones. V otro, en suma, es que el Partido Socialista Obrero Español, qué
signe siendo, naturalmente, la alternativa al poder, anticipó, en vísperas electorales, que en caso de no
alcanzar la mayoría en la consulta al país, se prepararía para dentro de cuatro años, cuando es normativo
que se celebren nuevas elecciones.
Por mera cnriosidad vamos a señalar ana serie de coincidencias «históricas» del actual régimen con la
restauración ca-éovasta. En las elecciones de 1876, el Partido Conservador obtenía ana resonante victoria
en las ornas lo que le permitirla dictar la Constitución de ese año. En 1879 se celebraban elecciones
generales que mantendrían en el poder a los conservadores, pero no sucedía asi en la tercera consulta al
país, el del 2u de agosto de 1881, cuando el número de sufragios alcanzados por el Partido Fusionista-
Liberal permitía nn amplio margen de confianza a Sagasta y sns huestes.
Cierto es que política, económica y socialmente la situación no es la misma qne entonces, como otra es la
época. Pero ya resalta carioso subrayar la repetición de determinadas circunstancias qne, dentro de su
actual contexto, forzosamente DOS invitan a hacer un parangón.
GIL BLAS