ABC. DOMINGO 30 DE DICIEMBRE DE 1973. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 15
AL SERVICIO DEL PAÍS
Madrid. (Da nuestra Redacción.) «Aspiraciones políticas no tengo ninguna. Estoy dispuesto a aceptar lo
que me digan. En la carrera política mi ambición se ha visto colmada desde el momento en que fui
designado para el primer puesto público. En este sentido mi ambición no es otra que seguir sirviendo a las
órdenes de nuestro Caudillo.»
Así se pronunciaba, haciendo gala de su sencillez, y de su lealtad al Jefe del Estado, don Carlos Arias
Navarro, hace solamente tres años, cuando aún era alcalde de Madrid. Sobre estas virtudes ha edificado el
nuevo presidente del Gobierno una vida de servicio y dedicación al Estado, una vida larga y fecunda,
signada, además, por la discreción.
Madrileño, nació Carlos Arias Navarro en una calle popular, la del Humilladero, el 11 de diciembre de
1908. Estudió la licenciatura y el doctorado de Derecho en la Universidad Central, en el antiguo caserón
de San Bernardo, o hizo las primeras oposiciones al Cuerpo Técnico del Ministerio de Justicia, con el
número uno de su promoción, en 1929. Trabajó como funcionario en la Dirección General de Registros y
Notariado, y ganó, en 1933, con alta puntuación, las oposiciones al Ministerio Público, siendo destinado
como abogado fiscal a la Audiencia Provincial de Málaga.
Liberada aquella ciudad andaluza por las tropas nacionales, se incorporó al Ejército, siendo destinado
entonces a la Fiscalía del Ejército como capitán honorífico del Cuerpo Jurídico Militar. Al constituirse,
posteriormente, el Cuerpo Jurídico del Aire, de nuevo mostró Arias Navarro su singular capacidad,
ingresando en él con el número uno. En 1944 ganó las oposiciones a notarías, y en 1944, cuando se
encontraba destinado en la Audiencia Provincial de Madrid, fue nombrado gobernador civil y Jefe
provincial del Movimiento de León. Posteriormente ejerció este mismo cargo en Santa Cruz de Tenerife y
Navarra, realizando en ambas provincias una eficaz tarea política y social.
En 1957 fue designado don Carlos Arias director general de Seguridad, puesto donde nuevamente dio
pruebas de su gran capacidad, y que ocupó durante ocho años, hasta que, en febrero de 1965, se le
nombró alcalde de Madrid, siendo ministro de la Gobernación don Camilo Alonso Vega.
ALCALDE DE MADRID
Ocho años largos duró la estancia en la Casa de la Villa del alcalde Arias Navarro. Durante esta etapa —
dos mandatos consecutivos, el último interrumpido por su nombramiento como ministro de la
Gobernación— el señor Arias Navarro alcanzó las cotas de la mayor popularidad en su cometido. Ofreció
a los madrileños un parque cada año, asfaltó las calles de la ciudad; creó, en suma, las nuevas estructuras
de este Madrid de los últimos años, y estuvo en contacto permanente con el pueblo, al que representó en
las Cortes —en dos legislaturas— y en el Consejo Nacional, presidiendo, asimismo, la Comisión
parlamentaria de Gobernación y siendo designado —en 1971— consejero del Reino. La escolarización de
los niños madrileños, el nuevo Zoo, el Parque de Atracciones, la tremenda tarea de renovación y
actualización en los servicios de saneamiento, sanidad, policía, bomberos... Todos fueron temas
permanentes en las manos diligentes del mejor alcalde de la capital de España. «Mi programa de trabajo
—decía en una entrevista— es no dejar para mañana lo que pueda realizar en el día... Dicen que soy
demasiado exigente con mis colaboradores, pero me parece que se trata de una exigencia natural en todo
aquel que quiere llevar adelante una gestión con eficacia.»
Efectivamente, fue un alcalde eficaz, gestor de realidades concretas al que Madrid debe su actual
fisonomía y al cual el Ayuntamiento concedió e impuso la medalla de oro de la Ciudad, al término de su
mandato. Cuando, el 12 de Junio de este mismo año, don Carlos Arias juraba su cargo como ministro de
la Gobernación, decía: «Puedo afirmar que este prolongado servicio a la vida provincial, al orden público
y a la seguridad nacional, al gobierno de esta bella capital, ha sido la manifestación única de mi actividad
y ocasión políticas.»
UNA VIDA DE SERVICIO
«Hay que saber mandar con Instrucciones concretas y determinadas, para que todo marche bien.» Las
palabras, pronunciadas no hace mucho tiempo por el nuevo presidente del Gobierno, reflejan en síntesis
su personalidad pública. La ascensión de sus responsabilidades políticas llega ahora a su cima, «Pienso —
decía en el momento de asumir el difícil cargo del Ministerio de la Gobernación— que cuanto con ancha
generosidad me fue dado en esta casa, he de darlo yo ahora: consejo, orientación, ayuda y estímulo. Todo
lo que es misión de la dificilísima función del mando que yo pude admirar en aquel insuperable maestro a
cuyas órdenes tuve el inmerecido honor de servir. Me refiero al inolvidable capitán general don Camilo
Alonso Vega, militar de acrisoladas virtudes, ejemplar gobernante, paradigma limpísimo de fidelidades y
lealtades, trabajador incansable, intérprete exacto de la voluntad del Caudillo.»
Desde sus lejanos años, en que entrara como funcionario en el Ministerio de Justicia, a éste en que se
produce, en circunstancias dolorosas que están en el ánimo de todos los españoles, su nombramiento
como jefe del Gobierno, sustituyendo al capitán general de la Armada, don Luis Carrero Blanco; toda una
vida de servicio a distintos niveles, que esperamos siga siendo larga y fecunda en hechos, en realidades.
Muchas han sido las recompensas que a don Carlos Arias Navarro se han otorgado a lo largo de esa vida
de trabajo y servicio. Así, está en posesión de las grandes cruces del Mérito Civil, del Mérito Militar, de
Isabel la Católica, de San Raimundo de Peñafort, entre las condecoraciones nacionales, estando también
en posesión de la gran cruz de la Orden de Malta, de la del Mérito de la República Federal, y siendo,
asimismo, comendador de la Legión de Honor. Está casado con doña Luz del Valle y no tiene hijos. Es
aficionado a la caza y a la pesca, y veranea habitualmente en Salinas (Asturias). Carlos Arias Navarro,
segundo presidente del Gobierno español, de conformidad con lo dispuesto en la Ley Orgánica del
Estado, es ahora «alcalde de España».
LA JORNADA DE AYER DE DON CARLOS ARIAS
La jornada de ayer de don Carlos Arias Navarro hasta el momento de hacerse público su nombramiento
transcurrió así, según la agencia Europa Press.
A primera hora de la mañana se trasladó al Palacio de El Pardo, donde se entrevista con el Jefe del
Estado. Finalizada esta entrevista, el señor Arias Navarro se dirigió a su despacho oficial en el Ministerio
de la Gobernación, en la calle Amador de los Ríos, número 5.
Durante toda la mañana don Carlos Arias Navarro permaneció en su despacho como cualquier otro día
normal de trabajo. Asimismo, se reunió con el subsecretario de la Gobernación, directores generales y
secretario general técnico de su Departamento, de quienes se despidió. Hacia las tres de la tarde, el señor
Arias Navarro abandonó la sede del Ministerio de la Gobernación y se trasladó a su domicilio con objeto
de almorzar en compañía de su familia.
Tras almorzar, regresó de nuevo al Ministerio de la Gobernación, donde permanecía a las seis de la tarde.