Policía Nacional, Policía Municipal y un grupo GEO se encargaron de la vigilancia
Fuerte dispositivo de seguridad en Madrid
La Policía Nacional, la Policía Municipal y el Grupo Especial Operativo (GEO), hasta un total de 14.600
hombres, custodiaron respectivamente los colegios electorales, sus proximidades y las instalaciones de
Radiotelevisión Española, según el dispositivo de seguridad, operación Diana en fase de alerta, previsto
para el normal desarrollo de la jornada electoral.
Dentro del local electoral, los presidentes de mesa tenían autoridad exclusiva para conservar el orden,
asegurar la libertad de los electores y mantener la observancia de la ley. Los agentes sólo tenían acceso al
interior a requerimiento suyo, puesto que, además de los electores, únicamente podían entrar en los
locales los representantes de las candidaturas, quienes formasen parte de ellas, sus apoderados o
interventores y los notarios.
La Policía Municipal montó servicios reforzados, cuya misión principal consistió en vigilar el tráfico en
las zonas próximas a los colegios y, en consecuencia, en eliminar cual? quier.dificultad que pudiesen
provocar las aglomeraciones de votantes. Asimismo, la Policía Municipal estaba a las órdenes de los
presidentes de las mesas, y contribuyó a la aportación de papeletas u otros elementos cuándo se la
solicitó.
Un grupo de la brigada especial antiterrorista (GEO) vigiló desde las seis de la mañana las instalaciones
de Radiotelevisión Española en Prado del Rey, para prevenir cualquier posible asalto terrorista.
Los restantes componentes de la brigada permanecieron acuartelados en su centro de Guadalajara, en
previsión de que fuera precisa su presencia en otros lugares.
Por lo que respecta al Palacio de Congresos y Exposiciones, centro de cómputo de datos, también se le
aplicó un fuerte sistema de seguridad. En el exterior del edificio las tareas de vigilancia fueron
encomendadas a un contingente de la Policía Nacional. En el interior, personal de la Policía Nacional, así
como funcionarios femeninos solicitaban la documentación de las personas que iban llegando.
Se pidió que todas ellas vaciaran sus bolsillos y bolsos, y seguidamente se les sometió a un cacheo.
Cualquier arma u objeto que pudiera ser considerado peligroso hubo de ser dejado a la entrada.
Anteriormente habían sido expedidas cuatro tipos de acreditaciones: verde, para el personal de ministerios
y departamentos oficiales; azul, para los invitados, como personal de embajadas y dirigentes de partidos
políticos; de color butano, para los periodistas, y de color marrón, para el personal técnico y de servicio
en el Palacio.