EL PAÍS, viernes 2 de marzo de 1979
POLITICA
Felipe González, secretario general del PSOE, se mostraba optimista a primeras horas de la madrugada en
la sede de su partido Optimismo tras los avances favorables
Discreción en la sede del PSOE ante los primeros resultados
JUAN FRANCISCO JANEIRO
A primeras horas de la madrugada de hoy, la sede del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se
encontraba completamente abarrotada de militantes y periodistas, que habían acudido para seguir el
desarrollo del escrutinio de votos. Todas las previsiones fueron rebasadas. Los organizadores habían
acondicionado dos plantas del edificio para acoger a los visitantes, pero a las dos de la madrugada sólo se
permitía el acceso a grupos de quince personas, una vez que iban abandonando el edificio los primeros
que habían llegado. El acceso a la planta séptima, donde había sido instalado un panel conectado al
Palacio de Congresos para seguir los datos oficiales, era severamente regulado, por temor a un hipotético
derrumbamiento.
El ambiente entre los escasos drigientes del partido que habían comparecido ante la prensa hasta las dos
de la madrugada era de optimismo moderado. Entre los miembros de la organización se observaban caras
largas. Los semblantes mejoraron cuando Alfonso Guerra, secretario de organización del PSOE y
responsable de la campaña, presentó los datos recogidos por el partido en 1.500 mesas electorales, una
vez escrutadas las cincuenta primeras papeletas de cada una de ellas.
Se había anunciado que estos datos, que resultaron favorables al PSOE, podrían conocerse a las doce de la
noche del día 1. El interés por su difusión fue creciendo conforme avanzaba la madrugada, para
contrastarlos con los que llegaban del Palacio de Congresos y qué, en algún momento, arrojaron una
ventaja del 10% en favor de UCD.
Opiniones encontradas entre los dirigentes
La fiabilidad de esta muestra elaborada por el PSOE mereció opiniones encontradas por parte de
dirigentes socialistas. Así, mientras Enrique Tierno Galván declaró a los periodistas que «un muestreo
basado en 50.000 papeletas no puede ser significativo, porque la gente que inclina la balanza es la que
acude a votar a última hora», Guillermo Galeote explicaba seguidos después que, ajuicio de los
sociólogos, el margen de error era de un 4%.
Los datos que iba reflejando el panel conectado con el ordenador contratado por el Ministerio del Interior
fueron seguidos con notable interés por todos los congregados en García Morato, 165, y las doscientas
personas que desde la calle observaban la pantalla instalada por los socialistas para informar a sus
seguidores. La ventaja sobre UCD en Murcia fue especialmente celebrada por algunos hacia la 1.30 de la
madrugada, mientras Fernando Moran recababa a los miembros de la organización detalles sobre
Asturias, circunscripción por la que concurre al Senado. Los únicos dirigentes del PSOE que hasta aquella
hora habían expresado su opinión sobre el desarrollo del escrutinio fueron Javier Solana y Enrique
Tierno. Ambos consideraron poco significativo el cómputo del 9% para hacer pronósticos definitivos y
mostraron su confianza en que los resultados finales situasen a su partido en primera posición.
«Se va hacia una equiparación entre UCD y PSOE —afirmó el profesor Tierno— con ventaja para
nosotros.»
El presidente de honor del PSOE reiteró una vez más su oposición a un Gobierno de coalición UCD
PSOE; consideró más idóneo un pacto parlamentario, «ya que un Gobierno de coalición confunde a los
electores y destroza el perfil de uno de los partidos coaligados; aunque, ya se sabe, el político es el único
animal que tropieza dos veces en la misma piedra».
Mientras tanto, el secretario general del PSOE seguía los resultados encerrado en la planta sexta del
edificio, acompañado de su mujer y otros dirigentes. Solamente se permitía la entrada a la estancia donde
se encontraba Felipe González a los miembros de la organización y a los fotógrafos, de dos en dos. A la
hora de cerrar esta edición, dos de la madrugada, no había comparecido ante la prensa.