En la sede de Castellón, tranquilidad y optimismo
PCE: Ahora, a por las municipales
MADRID, 2 (D16).- El partido Comunista de España (PCE), además de seguir con tranquilidad y
optimismo el desarrollo de la jornada electoral, hablaba ayer en las elecciones municipales mucho antes
de conocerse los primeros resultados de las generales.
«Es mucho lo que nos sigamos —decía Antonio Ramírez, portavoz del PCE, D16—, como para que
desde ahora ése pueda ser nuestro objetivo. En la rueda de prensa a celebrar mañana (hoy viernes), no
será nada extraño que se en algunos apuntes de nuestra estrategia.»
Los comunistas, además de colocar ya las primeras tallas con los eslóganes de Por fin, Ayuntamientos
democráticos», prepararon durante toda la mañana la infraestructura de lo que a estas horas es centro
neurálgico del partido, que cumple con los vacunos marcados al subir en número de votos y escaños».
Veinticinco militantes repararon, desde primeras horas, los medios técnicos necesarios para conectar con
más de cien mil personas que, repartidas por todo el país, «facilitan desde las nueve de la noche los
resultados que el PCE obtiene en las diferentes mesas electorales»,
«Comimos mal»
La sede de la calle Castellón, en Madrid, cuenta desde el miércoles con una ampliación telefónica que
llega hasta 15 líneas, se clausuraron varios despachos para coordinar distintas regiones y nacionalidades
(sin exceder de las cuatro provincias), dos televisores y varias máquinas calculadoras.
Santiago Carrillo, secretario general y candidato al Congreso por Madrid, votó a primeras horas de la
mañana las candidaturas comunistas para pasar el resto del día en la sede central, del partido, donde le
acompañaban distintos miembros del comité central y ejecutivo.
«Todos hemos tenido que comer a medias y mal, pero... valdrá la pena. Ahora sin grandes estrépitos y
sólo con unas copas seguiremos con tranquilidad y optimismo el recuento de votos.»
La sede madrileña de Campomanes, también adecentada para seguir las incidencias electorales de la
provincia, fue visitada ayer por los candidatos comunistas, que ya en los últimos días de campaña
hicieron suyo el eslogan de «asegurado Sartorius (quinto), hay que sacar a Curiel (sexto)»
Votar al que trabaja
Desde primeras horas de la tarde «las copas» se hacían oír en algunos despachos, «aunque aquí —precisó
a D16 uno de los responsables— se viene a trabajar y, no necesitamos que nada ni nadie nos anime».
Pero los comunistas confesaron ayer animarse «con ciertas anécdotas y picaresca que, bien personal o
telefónicamente, llegaron hasta la sede central del barrio de Salamanca».
«Hacia las cinco de la tarde —contó el conserje, que ayer vio reforzar el servicio de seguridad- llegó una
señora mayor que quería votar al partido que ponía el voto a trabajar.»
«Al parecer —siguió-, el colegio electoral donde fue a votar entendió que su voto era para Unión
Nacional (UN) y le facilitó la papeleta de esa coalición.
Al decir que no era eso lo que deseaba, fue despedida con cajas destempladas hasta aquí, donde le
facilitamos las papeletas correctas.»
Más gotas de picaresca
Los comunistas recibieron telefónicamente en Madrid ciertas informaciones procedentes de Andalucía
que hablaban de casos de picaresca en Cádiz y Jerez.
«Los compañeros —decía Antonio Ramírez— nos contaron que un colegio de Jerez, y por mediación de
un interventor socialista, llenó la cabina con sobres y papeletas del PSOE. Las anomalías fueron
corregidas y siguió la votación.»
¡Salud, Dolores!, gritaban ayer a la presidenta del PCE en el Instituto Santamarca, mientras los «suyos»
abrían brechas en las ya cercanas municipales.