LA CABANA NACIONAL ENTRA CON BUEN PIE EN LA PRIMAVERA
La sequía de enero-febrero llegó a producir mucho desasosiego entre los ganaderos españoles, y de
manera particular en los criadores de lanar, porque podía malograrse la eran campaña de corderos que
estaba a la vista. Unas semanas más de ambiente seco hubieran tenido como consecuencia gravísimos
perjuicios por la pérdida de peso de los animales y por la baja de los precios, secuela inseparable de la
oferta de ganado en masa. El descenso de las cotizaciones en origen se nabia manifestado ya, pero las
abundantes lluvias que han reverdecido los pastas y abren dilatadísimas perspectivas herbáceas de
primavera, han devuelto el sosiego a ese sector, cuya primera reacción ha consistido en aguantarse los
deseos o la necesidad da vender para que la cria lanar pueda beneficiarse de la abundante vegetación que
está brotando. Los criadores entienden que, aun en el supuesto de que las cotizaciones no vuelvan a
alcanzar el índice de los comienzos de temporada, hallarán la debida compensación en el mayor peso de
los corderos.
La ganadería de todo el país entra con buen pie en la primavera. Y sin excepciones en cuanto a especies.