AGRÍCOLAS
LECCIÓN DE GANADERÍA
La vida campesina crea el clima más propicio para el arcaísmo. El campesinado vive aferrado a viejas
fórmulas que no tratan de superarse: El hijo hace Jo mismo que vio hacer a su padre y a su abuelo, E1
hombre de la gleba ve con recelo las innovaciones o se muestra escéptico respecto de sus resultados.
La actitud espiritual del campesino explica su indiferencia hacia las modernas técnicas agrícolas y
ganaderas. A esta indiferencia contribuye el deficiente nivel cultural de los medios rurales. (Faltan aún
muchas escuelas en el campo y el atraso cultural es el terreno más abonado para que perduren errores y
supersticiones.) Pero, sobre todo, el obstáculo más fuerte a la introducción de nuevas técnicas—abonos,
semillas, maquinaria y modernos sistemas de cultivo—, hay que buscarlo en la carestía de estos
elementos coadyuvantes de ¡a explotación agraria. La carestía de máquinas, insecticidas o fertilizantes,
contrasta con la renta exigua y a veces mezquina de la tierra. Es obvio que, para, realizar inversiones en
uno empresa, ya sea industrial o ganadera, es preciso que esas inversiones sean rentables.
Resulta, por tanto, comprensible que los progresos en el orden agrícola y ganadero se desenvuelvan con
lentitud. Sin embargo, va ganándose terreno a ritmo lento. Los Servicios de Extensión Agraria, al
adentrarse en la gleba para realizar su labor divulgadora, están realizando una obra de sentido práctico. En
fecha reciente he sido testigo de uno de ettox curtillos de divulgación en ios que se atendía a Ja enseñanza
práctica antes que a la teórica. En esos cursillos se han estudiado problemas de fisiología animal, o se ha
mostrado el valor nutritivo de diferentes clases de forraje o se ha enseñado a los labradores el modo más
económico para construir un silo o un establo. A la lección teórica ha seguido la visita a ¡os mataderos, a
las fábricas de piensos o a los centros de inseminación artificial. El campesino necesita ver para creer.
Nada hay más elocuente que la verdad que entra por los ojos, avalada por los datos de la experiencia.
La, "foto" nos muestra una lección teórica. Un empleado de Extensión Agraria explica a los ganaderos los
daños que causan los "barros". (Los "barros" son unos parásitos del ganado vacuno que perforan las pieles
del ganado dejándolas inservibles para su ulterior aprovechamiento. De este modo los "barros" causan
pérdidas de cientos de millones en el valor de las pieles. En la lección que ilustra la "foto" se explica a los
ganaderos el proceso de reproducción de los "barros" y el modo de combatirlos. Después, sobre una piel
ya curtida, se les muestran las huellas de su labor destructora.)
Hoy más que nunca se reconoce la importancia de la técnica como auxiliar de la agricultura y la
ganadería. (La F. A. O. —el órgano para la alimentación de la; Naciones Unidas—, tiene como fin
principal procurar el incremento de la producción de alimentos con el apoyo de las técnicas más
modernas.) Para, que la empresa agrícola y ganadera resulten rentables han de producir más y mejores
productos. Desde otro punto de vista, el aumento de la producción de alimentos es un requisito "sine qua
non" en la batalla, planteada contra el problema mundial del hambre. El problema del hambre en el
mundo se agrava por el aumento de las cifras de población, y ese problema sólo puede enfrentarse con un
parejo incremento de la producción de artículos alimenticios.
Son estos avances técnicos lo que los Servicios de Extensión Agraria trata de llevar al medio rural. Para
uno, lo más interesante de la actuación de los servicios de Extensión Agraria estriba en su buen ejemplo
de abandonar la lacra del burocratismo y adentrarse en el campo. Una oficina urbana, en la que sus
empleados se sientan tras una mesa para cubrir unos partes o fingir un papel, no sirve de nada, como no
sea para gravar al presupuesto estatal. El técnico agrícola, si ha de ser digno de tal nombre, ha de
adentrarse entre los surcos, con sus zapatones y polainas condecorados por el barro y el estiércol. Los
surcos repelen la figura del señorito burócrata. La calidad de una semilla o de un abono, el modo de
realizar un injerto o el sistema más práctico para estabular vi ganado, es algo que hay que explicarlo sobre
el terreno. Y solamente estas lecciones prácticas, ilustradas por los hechos, son las que hacen mella en el
alma campesina...