EL MOMENTO VITICOLA
NUESTRO COMERCIO INTERIOR Y EXTERIOR
COINCIDIENDO con la brotaeión de los viñedos, brotan también en el ámbito mercantil vitícola signos
de mejoría. La efectiva puesta en marcha de la Comisión de Compra de Excedentes, con pago inmediato
del 80 por 100 de la mercancía inmovilizada, hasta su liquidación final, al precio de 27 pesetas
heotógrado, ha dado una nueva tónica de firmeza al negocio, que se consolida con la fase final de las
negociaciones para exportar a Alemania Occidental 340.000 hectolitros de vino remontado a 22 grados.
Esto significa la salida de 640.000 a 700.000 hectolitros de mostos de 11 a 12 grados.
No esta mal; y estaría mejor aún sí pudieran llegar a colmo las negociaciones en curso, o a punto de
comenzar, con algunos otros países europeos, Francia, entre ellos, que tienen necesidad de caldos
españoles oscilantes entre 13 y 15 grados. Sabemos que a Francia le sobran anualmente de 20 a 25
millones de hectolitros —aproximadamente el volumen de una cosecha normal de España—, pero sus
vinos comunes son, por lo general, de menos graduación que los nuestros. En esto se asienta la
posibilidad de que hayan empezado o estén próximas a empezar las negociaciones previas, en el vecino
país, por la misma Comisión española que quizá haya salido ya para la República Federal Alemana con
objeto de ultimar la operación antes mencionada y que ha merecido la aprobación del Consejo de
Ministros celebrado el día 3 de este mes.
Por supuesto, debe entenderse que el vino remontado a 22 grados se destinará en Alemania no a consumo
de boca, sino a su conversión en licores.
Este ambiente exportador, juntamente con las actividades de la Comisión de Compra de Excedentes,
proporciona a los bodegueros la base de seguridad necesaria para contemplar con mayor confianza el
futuro y para despegarse del ambiente de inseguridad y de calma mercantil que venía predominando.
Ellos, los cosecheros, se alerran a los precios de garantía oficial en sus tratos en el mercado libre, sobre
todo la organización cooperativista, ya muy poderosa, que representa a unas 141.000 familias
vitivinicultoras y aproximadamente, el 30 por 1OO de la producción nacional.
Naturalmente, los cosecheros no asociados están a la expectativa, y tampoco es fácfl que cedan mercancía
por debajo del índice antes mencionado.
Vamos a ver si se abre una nueva etapa de revalorización justa de nuestra producción vitícola. Tengamos
en cuenta que las 27 pesetas hectógrado para vinos sanos de 12 grados significan que el litro en origen se
paga a 3,24 pesetas.
Produce rubor la comprobación de que ese precio se multiplica por seis o por diez en las mesas de los
restaurantes, etc., correspondiendo ese mil por ciento a embotellados simples con el distintivo de
"elaboración de la casa" en la etiqueta. Todo depende, en suma, de la categoría del establecimiento. Por el
contrario, contamos ya con grandes plantas embotelladoras que hacen posible la venta de la botella de un
litro, en almacenes, tabernas y otros establecimientos comerciales, a 6 y 6,50 pesetas. Esto es fomentar el
consumo de vino, lo otro es dificultarlo.
AGRESTE