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LOS COHETES ANTIGRANIZO
UN TÉCNICO ESPAÑOL AFIRMA QUE SU INEFICACIA ESTA COMPROBADA
CIENTÍFICAMENTE
¿SERÁN NECESARIAS PUNTUALIZACIONES OFICIALES AL RESPECTO?
Por AGRESTE
En la sección "Desde el otero..." de las "Páginas Agrícolas" publicadas el 11 de este mes, nos hicimos eco
de la comunicación de un labrador de Alberique (Valencia), en la que ponía de relieve la supuesta eficacia
de los "cohetes antigranizo". Aducía, sin testimonio científico por supuesto, que en aquella zona no han
sufrido este año perjuicios a causa del pedrisco, a pesar de las muchas tormentas que se registraron desde
que en mayo se efectuó el trasplante del arroz. En igual sentido se expresaba el corresponsal de este
periódico en la capital levantina, en su crónica del 4 del mismo mes. A esos informes pueden añadirse
otros, de agricultores manchegos que desde hace muchos años también emplean aquel sistema, para
"defender" sus cosechas. Pero en ningún caso se ha dado por cierto que tales cohetes fuesen realmente la
causa de qUe los nublados tomados como blanco se resolvieran en lluvias. Por lo general, las deducciones
en dicho sentido han estado precedidas de los condicionales "se supone" o "se atribuye", sin que de un
modo concluyente y mediante una divulgación de carácter popular se haya dicho nada—que nosotros
sepamos—, ni técnica ni científicamente, en el sentí´ do de desautorizar o desmentir tales supuestos. Sin
embargo, hemos recibido una carta que nos parece de alto interés general, carta que nos complacemos en
reproducir dada la autoridad del firmante en la materia, a juzgar por los títulos que prestigian Su
condición de técnico y científico. Dice así:
"La lectura de los párrafos sobre los cohetes antigranifugos en las "Páginas agrícolas" del número de
ABC correspondiente al pasado día 11, me ha inducido a dirigirme a usted rogándole tenga a bien
disponer la publicación en estas mismas "Páginas agrícolas", o donde lo considere oportuno, de ese diario,
de lo siguiente, pues creo es un deber de conciencia hacerlo público, como español y técnico intaresado
desde hace muchos años en la materia:
La completa ineficacia de los cohetes aniigranizo está plenamente comprobada científica y técnicamente.
No sólo existe una abundante y seria bibliografía donde se han recogido todas las estadísticas, estudios
teóricos, experimentales y prácticos sobre el particular, que lo demuestra, sino que en las últimas
reuniones internacionales, como la Asamblea Internacional de Meteorología Experimental, celebrada en
Zurich en 1954, y los Congresos Internacionales qve tuvieron lugar en Asti y en Varona (Italia) en 1860,
a los que acudieron científicos y técnicos de los principales países, pudo ponerse en evidencia esa
ineficacia, después de analizar detenidamente los resultados de múltiples estudios, experiencias y ensayos
prácticos.
En España mismo se han publicado trabajos solventes, por científicos e ingenieros conocidos, haciendo
ver claramente lo absurdo de suponer eficacia, no sólo a los simples cohetes que alcanzan a lo sumo 1.500
metros, donde la temperatura es superior a los cero grados centígrados en las épocas de pedriscos más
frecuentes, sino a cohetes provistos de núcleos de condensación o sublimación del vapor de agua, con
alcance superior a 3.000 metros, disparados sin un previo estudio meteorológico para tratar de conocer las
altas regiones donde se genera el granizo y las zonas que lo transforman en peligroso a través de las
nubes.
Todo lo que sea lanzar los cohetes y torpedos granífugos que se emplean en España, aparte de realmente
peligroso, es perder el tiempo y el dinero de los agricultores. El atribuirlos eficacia es pura imaginación o
sugestión, y el continuar empleándolos es por lo menos absurdo, cuando en los países más adelantados
llevan ya mucho tiempo convencidos de su inutilidad e inconvenientes.
Hay otros métodos y técnicas, actualmente en vías de ensayo, que podrían resultar de interés práctico en
el futuro, pero hoy en dia lo único que puede hacerse conscientemente es asegurar debidamente las
cosechas contra esa plaga, por el momento humanamente irremediable, que es el pedrisco.
Muy agradecido, queda de usted afectísimo y seguro servidor Manuel PALOMARES CASADO
(Doctor en Ciencias Físicas, Jefe Superior de Administración del Servicio Meteorológico Nacional,
Proresor adjunto de Física del Aire de la Universidad de Madrid, Meteorólogo en el Instituto de Geofísica
del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.)
* * *
Uno, simple observador y divulgador de sucesos y demás cosas noticiables en relación con el campo, no
comprende cómo resoluciones de tanta trascendencia como las de la Asamblea Internacional de
Meteorología Experimental, celebrada en Zurich en 1954, y de los Congresos Internacionales de Asti y
Verona, en 1960, no han tenido la necesaria y obligada divulgación por todos los medios para poner
en evidencia, hasta en los más apartados lugares no ya de esos "principales países", sino de todo el
mundo, la ineficacia de los "cohetes antigranifugos" y el inútil despilfarro que representan las inversiones
en tal sistema, cuya organización o montaje parece que se ha extendido últimamente en algunas comarcas
españolas, y especialmente en la levantina.
Según afirma el señor Palomares Casado, insigne "meteorologista"—no "meteorólogo", como él mismo
se denomina—, en ´España se han publicado trabajos solventes en los que se hace ver con claridad "lo
absurdo de suponer eficacia a esos cohetes, e incluso a. otros provistos de núcleos de condensación o
sublimación del vapor de agua".
Bien. ¿Y por qué medios se ha tratado de llevar ese radical convencimiento científico al ánimo de los
agricultores españoles que todos los años despliegan la ruidosa cohetería contra los núcleos nubosos a los
que se supone cargados de granizo o susceptibles de transformar el vapor de agua en meteoro sólido
devastador? ¿Por qué los organismos competentes, que necesariamente tienen que estar informados de las
resoluciones científicas y técnicas en el ámbito que les afecta, vienen presenciando en actitud pasiva
semejante despliegue semi-artillero (peligroso, en opinión del señor Palomares) y "la pérdida de tiempo y
de dinero"? Decimos con toda sinceridad que si se ha hecho algo en ese sentido lo ignoramos por
completo, pese
a que los acuerdos de Zurich datan de 1954, y los de Italia, de 1960.
Además, no sólo se trata de que los agricultores levantinos y catalanes estén sumidos al respecto en la
mayor indigencia informativa; es que incluso deben desconocerlo— y menudo sobresalto sufrirán
ahora—Ios técnicos y los científicos de la República Federal alemana que, en 1962, o sea nueve años
después de lo de Zurich y dos años después de lo de Asti y Verona, realizaron con apoyo oficial
importantes experimentos con "cohetes antigranífugos", de lo que informábamos el 21 de diciembre de
1962 en el comentario "Lucha racional y científica contra el pedrisco", inspirado en una noticia de origen
alemán.
No será menor el susto que va a proporcionar el señor Palomares Casado a los científicos y
meteorologistas rusos, pues éstos, a través del Instituto de Geofísica de la U. R. S. S., elaboraron un plan
"de lucha racional y científica contra el pedrisco, que muchos años destruye millares de hectáreas de
viñedos en el mediodía de ese país". El sistema soviético, divulgado también en 1962, se refiere "a la
localización de nubes peligrosas por medio de radar y al lanzamiento, con helicópteros especialmente
diseñados a tal fin, de cohetes con carga de íoduro de plomo, que al extenderse por la masa de vapor
acuoso transforma el granizo en lluvia". Los rusos llegaron a afirmar que por ese procedimiento se había
conjurado definitivamente el peligro de los pedriscos en extensas zonas. Nuestro escepticismo al respecto
hizo que formulásemos entonces esta pregunta: "¿Será cierto?"
Por lo que se ve, también ha estado o está tocando el violón e) profesor Foster Ráster, norteamericano,
que, sin duda por desconocer le de Zurich, se metió en 1957 en importantísimas investigaciones sobre la
formación del granito y ha aportado en ese sentido conocimientos valiosísimos. Y M. Dessens, que con
toda su celebridad dirige el sistema de cohetes que está sn plano funcionamiento en el mediodía de
Francia. Y el profesor Vittori, de la Universidad de Roma, que ha realizado experímentos que han
servido, a lo qus parece, para perfeccionar la lucha antigranizo en Halla.
De todo lo anterior se desprende que el desconocimiento de lo de Zurich, de Asti y de Verona, alcanza
por Igual a labradores, Gobiernos y científicos de varios "países principales".
Finalmente diremos que, desde nuestro ángulo de meros divulgadores, compartimos el punto de vista del
señor Palomares cuando afirma que "hoy día lo único que puede hacerse conscientemente es asegurar
debidamente las cosechas contra esa plaga, por el momento humanamente irremediable, que es el
pedrisco". Bueno; en lo único que disentimos es en lo de calificar de "plaga" a un meteoro sólido. Por lo
demás, la idea general sobre previsión no es nueva, ni mucho menos, en estas columnas. Y, sin ir más
lejos, en ei comentario antes citado decíamos esto: ´´Hasta ahora, el sistema más eficaz para proteger
económicamente las producciones del campo contra esa calamidad de orden atmosférico es el seguro
obligatorio de las cosechas."
A,
DATOS TÉCNICOS SOBRE LA LUCHA ANTIGRANIZO
En un Manual de instrucciones para los encargados de las bases de disparo de cohetes granífugos
Instaladas por la Mutualidad Arrocera de Seguros de la Federación Sindical de Agricultores Arroceros de
España, el jefe de Siniestros y de Lucha Antigranizo de aquella entidad, don Luis Domingo Huarte, dice
lo siguiente:
En la zona del Ebro, donde se lucha contra el granizo desde 1950, se ha observado que, en tanto
disminuye la superficie siniestrada con daño? superiores a) 10 por 100, aumenta la extensión afectada por
perdidas inferiores al 5 por 100, que son prácticamente nulas. Para mayor claridad aduce los siguientes
datos, referidos a la mancíonada zona:
Período de 1940 a 1949—sin lucha antigranizo—, Valor del arroz asegurado, 688.910.391 pesetas.
Indemnizaciones pagadas, 7.002.511 pesetas. Promedio de daños: 1,01 por 100.
Período de 1950 a 1959—con lucha antigranizo—. Valor del arroz asegurado, 1.725.167.079 pesetas.
Indemnizaciones pagadas, 5.681.502. Promedio de daños. 0,32 pesetas por 100.
De las cifras anteriores, tomando como base el valor del arroz asegurado por los agricultores y las
tasaciones efectuadas por los peritos agrícolas del Estado, los daños disminuyeron un 68 por 100 en el
periodo 1950-1959, en comparación con los de 1940-1949.
Don Leopoldo Gastan Sáenz de Valluerca, licenciado en Ciencias Químicas, diplomado en Defensa
Química, dice también qus en trees años ds lucha antigranízo en la zona arrocera del Ebro —1950 a
1962—la reducción de los siniestros representa un promedio anual del 76,53 por 100 en comparación con
los daños sufridos en el período 1940-1949 en que no hubo organización defensiva.
Pero pasemos ahora a franela. Según datos facilitados por el profesor Dessens, director del sistema de
cohetes que funciona en el sur de dicho pais, en tres años de ensayos controlados para observar el
rendimiento de aquellos se ha observado la inducción de siniestros en un 25 por 100 en 1959. el 17 por
100 en 1960 y el 23 por 100 en 1961.
El propio señor Castan Sáenz considera el sistema español como el más eficaz de cuantos se vienen
ensayando en diversos países.
Señalamos, finalmente, que la Meteorología moderna dispone de conocimientos valiosísimos sobre la
formación de granizo desde que el profesor Foster y Bates, del Departamento de Comercio de los Estados
Unidos de América determinó en 1957 su tamaño en, las nubes, con un 83 por 100 de aproximación.