EVOLUCIÓN DEL SERVICIO DE SEMILLAS SELECCIONADAS
EL suministro de semillas a los agricultores, por el Servicio Nacional del Trigo, data casi del momento de
la creación de ese organismo—23 de agosto de 1937—, pues ya en la orden ministerial de 23 de
septiembre de 1938 se le concedía autorización para facilitar las que fuesen necesarias, utilizando para
ello las partidas de trigo comercial que reuniesen mejores condiciones de calidad y limpieza. Tres años
después se empezó a organizar esta trascendental función y fueron importadas 150 máquinas
clasificadoras y limpiadoras de semillas. Esas maquinas, de procedencia alemana, estaban provistas de
aparatos distribuidores de materias desinfectantes. El constante perfeccionamiento del servicio hizo
necesaria la sustitución de las citadas máquinas, que en 1950 y 1951 fueron reemplazadas por otras, de
origen francés, mientras la industria nacional, estimulada por el Servicio Nacional del Trigo, comenzaba
la construcción de esos ingenios. Hay que subrayar que la producción española de esa clase de maquinaria
alcanzó rápidamente un grado de perfección, tanto en el aspecto funcional como en el del rendimiento.
Al mismo tiempo que se alcanzaba meta tan importante en la fabricación de ese tipo de maquinaria, el
Servicio Nacional del Trigo procedía a instalar, y tiene en pleno funcionamiento, distribuidos por todo el
país, una completa red de centros de selección de semillas. Consta esta red de doscientas cincuenta
instalaciones, en las que funcionan quinientas máquinas seleccionadoras capaces para limpiar, clasificar y
desinfectar, durante los tres meses siguientes a la recolección, 2.500.000 quintales métricos de trigo.
En algunos silos—por ejemplo en los de Córdoba, Herida, Alcalá de Henares, Jerez de la Frontera,
Huesca y Cáceres—existen instalaciones especiales dotadas de maquinas que, en dispositivo vertical,
realizan mecánicamente todas las operaciones basta dejar la semilla limpia, desinfectada y ensacada. Las
Cooperativas y Hermandades de Labradores cuentan actualmente con un millar de máquinas
seleccionadoras, unas semifijas y otras móviles, que funcionan en los núcleos rurales, sistema que para
los cultivadores representa comodidad, economía y, lo que es también muy de tener en cuenta, exclusión
casi total de los gastos de transporte que serian inevitables en el caso de que tuvieran que abastecerse de
semillas en lugares alejados de su residencia habitual. De esta manera se ha conseguido resolver
plenamente el problema del suministro de semillas de trigo, cuyo empleo se mantiene en linea ascendente.
Un aspecto de sumo interés es la desinfección de aquéllas para defender las siembras contra enfermedades
como la caries o tizón, desinfección que se realiza utilizando sustancias criptogamicidas generalmente
compuestas por sales de cobre y de mercurio. Estas sustancias se incorporan a la semilla por vía seca,
utilizándose para ello un aparato dósífícador acoplado a la máquina seleccionadora. Anualmente se
emplean en ´España unos 450.000 kilogramos de esas materias desinfectantes.
La entrega de semillas a los agricultores se realiza, generalmente, por el método de trueque, es decir, a
cambio de la misma cantidad de trigo comercial del peticionario de aquéllas. En otros casos se autoriza la
venta, de semilla previo pago de su importe, y en años de malas cosechas, o en zonas donde las
adversidades meteorológicas producen daños importantes y el grano recolectado es de calidad deficiente,
se distribuyen a préstamo. Esta última modalidad tuvo especial significación en la campaña de siembra
1953-54, durante la cual se distribuyeron en las cuencas del Ebro, Duero y Tajo, hasta 321.000 quintales
métricos por un valor de 132 millones dé pesetas, entre 60.000 agricultores. Y hay que decir, como tributo
de justicia a la honestidad de la colectividad agraria, que esos 132 millones de pesetas fueron pagados,
prácticamente en su totalidad, al año siguiente.
Hay que esperar que, por desgracia, aquel "record" de suministro de semilla a préstamo será sin ningún
género de duda superado en la campaña 1960-61, dadas las muy adversas condiciones en que se
desenvuelve la sementera, después de una cosecha deficitaria en cuanto a cantidad y deficiente en. lo que
se reitere a la "calidad del grano recolectado en la mayoría de las regiones ¡productoras.
La mejora de las semillas de trigo, que merece atención especial por parte del Ministerio de Agricultura,
se encauzó ya de un modo permanente con el decreto ministerial de 9 de noviembre de 1951, por el que se
dictaron las normas dé actuación y quedaban delimitadas y coordinadas las actividades de los distintos
organismos que intervienen en esa tarea de fomento de la producción. Así, pues, al Instituto Nacional de
Investigaciones Agronómicas corresponde, medíante los centros de Cerealicultura, la selección genética
de las semillas, obteniendo en sus campos de experimentación las originales de las variedades que juzgue
interesante conseguir para resolver problemas de rendimiento y de calidad. Estas semillas se multiplican
después en fincas de cooperadores del Instituto de Semillas Selectas y bajo la vigilancia de este
organismo técnico, lográndose las "semillas certificadas". De la siembra de éstas se obtienen las llamadas
"semillas puras", que serán adquiridas por el Servicio Nacional del Trigo que las clasifica, desinfecta y
distribuye. Por último, la multiplicación de las semillas puras, por los agricultores, que las han recibido
del Servicio mencionado, da lugar a las "semillas habilitadas", que, en cantidad aproximada a 1.750.000
quíntales métricos, son adquiridas por aquél, abonando a los labradores, como en el caso de las "puras",
primas que en la actualidad representan 48 y 20 pesetas por quintal métrico, respectivamente, sobre los
precios de tasa ordinarios establecidos para la variedad comercial áe que se trate. El abono de estas
primas y los gastos que originan el funcionamiento de los Centros de Selección; la adquisición y
conservación de maquinaría, jornales, transportes, desinfectantes, energía, saquerío, etc., alcanzan
anualmente cifras del orden de 110 millones de pssetas que el Servicio Nacional del Trigo, invierte en
beneficio del cultivo cerealista.
LOS FERTILIZANTES COMO FACTOR DECISIVO EN EL AUMENTO DE LA PRODUCCIÓN
EN la batalla por un,aumento sustancial de la producción por unidad de superficie, juega un papel
fundamental la fertilización de los cultivos. Se hacia de todo punto necesario intensificar su utilización en
cantidades adecuadas, para lo cual era preciso establecer fórmulas de abonado que estuvieran en relación
con las características dej suelo y del clima de cada región. Esto planteaba un importante problema de
orden técnico que había que afrontar y resolver. Para ello fueron organizados siete equipos dirigidos por
Ingenieros agrónomos e integrados por peritos agricolas, que utilizando los servicios administrativos de
las Jefaturas Provinciales del Servicio Nacional del Trigo y la experiencia de los inspectores comarcales,
realizaron los estudios necesarios. En su consecuencia, el 10 de julio de 1953 se publica un decreto del
Ministerio de Agricultura que contiene las normas generales de actuación, entre las cuales destaca la que
se refiere a poner a disposición de los agricultores, productores de trigo, los fertilizantes necesarios para
fomentar la producción. Estos fertilizantes serian entregados a crédito, demorándose el pago de los
mismos hasta el momento en que el labrador vendiese al Servicio Nacional del Trigo la cosecha del
cultivo beneficiado. Paralelamente, y con objeto de realizar un estudio completo que condujese a un
mayor conocimiento de las condiciones agrológicas de los suelos cerealistas, cementó en 1954 la toma de
muestras de aquéllos. Las observaciones se realizaron por términos municipales, dividiéndolos en pagos o
zonas de características geológicas, agrológícas y climatológicas equivalentes con el fin de obtener mapas
regionales y poder, a la vista de los mismos, recomendar las variedades que conviene sembrar y las
fórmulas de abonado más eficaces que condujeran al logro del objetivo perseguido: aumento de la
producción. He aquí un resumen de la actuación de las brigadas en lo que se refiere a toma de muestras:
Años Nüm. de muestras
analizadas
1954 2.8K4
1955 3.4S3
1956 é.m
1957 7.22*
1958 1.000
1959 7.000
1960 7.000
Total 39.259
Estas tomas de muestras, con todas las garantías técnicas, se remiten al Instituto Nacional de
Investigaciones Agronómicas, en e1 que se realizan los análisis y se interpretan los resultados,
agrupándose éstos en el Servicio Nacional del Trigo donde se confeccionan los mapas de fertilidad y se
dan, para cada comarca o región, las fórmulas de abonado que se considere más aconsejables.
Tal es la lucha tenaz, perseverante, sostenida para elevar, como se ha conseguido aumentar, la producción
triguera española por hectárea, aunque en circunstancias climatológicas adversas las previsiones de la
técnica, de la ciencia y del trabajo, se derrumban como castillos de naipes por la acción del viento. En
esto, como en todas las actividades humanas sometidas al influjo de la voluble meteorología, los
elementos naturales de violencia anormal son los que mandan en definitiva. De ello tienen España y otros
países de Europa dolorosa confirmación en estos momentos.