Diario 16/8-octubre-82
NACIONAL
ANÁLISIS
Justino Sinova
Mm
Caminamos hacia la coalición?
Mirando un poco más allá de los números, el presagio de una mala noticia se cierne sobre nosotros. El
partido que más ha progresado en los quince días previos í la campaña electoral es la Alianza Popular de
Manuel Fraga. Es decir: parece que empiezan a darse las condiciones para que el ex ministro de Franco y
de Arias se convierta en el líder de la oposición al primer Gobierno socialista. Lo cual es lo peor que
podrían ofrecernos las elecciones, porque la fórmula encierra los mayores peligros imaginables de la
bipolartzación. Fraga se acerca con decisión hacia el 20 por 100 de los votos, lo que podría situarle en
inmejorables condiciones para ser el principa torpedero de los socialistas, mientras que UCD continúa su
imparable descenso hacia la nada.
UCD
Es impresionante la velocidad de regreso del partido del Gobierno, ejemplo acaso insólito en la historia
electora!, que puede acabar con la trayectoria política de un hombre bien intencionado, Landelino Lavilla.
El buen presidente del Congreso que ha sido corre el riesgo de acabar engullido sin compasión por la
desgracia centrista.
Por el contrario, Adolfo Suárez, que huyó de la quema de UCD, ha empezado a formar su pequeño
paquete de votos, que podría llegar hasta un 10 por 100 en la hora de la verdad. Y el Partido Socialista ha
moderado la apabullante progresión con que sorprendió en la primera encuesta, para situarse en un
porcentaje de «voto decidido» más adecuado, aunque conserva todavía la esperanza de obtener mayoría
absoluta. (El 45,9 por 100 de los votos que le atribuye al PSOE la «tendencia de voto» supone la reunión
de más de la mitad más uno de los escaños, gracias a la aplicación de la regla D´Hondt, que prima a las
mayorías.»
PSOE
Parece que los indicadores más fiables aventuran una tendencia a la baja del voto socialista, desde las
excelentes primeras impresiones, a lo que podrían contribuir varios factores: en primer lugar, el
nacimiento de una oferta con imagen progresista, la alternativa de Adolfo Suárez, que podría hacerse con
algún voto no socialista adjudicado en un principio al PSOE; en segundo lugar, el mayor nivel de
reflexión de algunos electores a medida que se acerca la hora de la verdad; y, por último, el miedo que
desde ahora al día 28 pueda metérseles en el cuerpo a ciertos votantes inicialmente inclinados hacia el
cambio.
Estas mismas circunstancias podrían explicar el aumento de los indecisos, la masa a captar por la
campaña, que además podrían sentirse en la duda por la semejanza de los programas electorales de las
principales ofertas.
Y si la tendencia a la baja del voto socialista se acentúa, lo que aparece en el horizonte es la posibilidad
de que la coalición sea necesaria para gobernar. Poco a poco, por los indicios que me llegan, la coalición
del PSOE con un pequeño partido es una fórmula que va ganando adeptos.
Coalición
Los condenados a perder las elecciones, UCD y CDS, querrían contribuir a la introducción del Partido
Socialista en la vida del Gobierno. Y algunos dirigentes del PSOE podrían estar acariciando la ¡dea de esa
coalición que limaría aristas a su desembarco en la Administración, que es la que hay y no se puede
cambiar de la noche a la mañana, y justificaría algunos titubeos a la hora de aplicar ciertas promesas
progresistas.
Si Fraga crece y el PSOE baja, la coalición para gobernar parece la única salida. Porque la solución no
estaría en que el PSOE intentara gobernar en minoría. Ya probó suerte la UCD y, a pesar de su
ascendiente sobre el mundillo político y el entrenamiento en la gestión de muchos de sus líderes, el
resultado no pudo ser más desalentador.