EL P.S.O.E,, EN EL ESTADIO DE VALLECAS
"DIMISIÓN DE ALCALDES" (Felipe González)
MADRID. (PUEBLO, por Julia NAVARRO.) — Más de cien mil personas acudieron ayer al último
mitin del P. S. O. E. en Madrid, en el que intervino su primer secretario, Felipe González, y que fue, junto
al de Sevilla, con el que se cerró la campaña electoral. De impresionante se puede calificar este acto, en el
que no se pudo contener a los miles de personas que querían escuchar a Felipe González y que, una vez
abarrotado el campo de fútbol del Rayo Vallecano, el servicio de orden del partido no pudo detener a una
gran masa de gente que logró abrir las puertas de acceso al campo e invadió el césped hasta la mismísima
tribuna dónde se encontraba hablando Felipe González. Felipe llegó al campo de fútbol del Rayo
Vallecano acompañado de todos los candidatos al Congreso de Diputados por Madrid. Entraron todos
cantando la «Internacional», agarrados de las manos. También fueron los tres senadores para la
democracia: Aguilar, Sa-trústegui y Villar Arregui. «Hemos ganado ya la principal batalla que tienen que
ganar los partidos —comenzó diciendo Felipe González—, encontrarse can el pueblo y ser del pueblo, y
el P. S. O. E. es un partido que nace del pueblo y está arraigado en el pueblo.» Continuó diciendo que es
allí, en la arena, entre el pueblo, donde los partidos tienen que estar, «diciendo las cosas claramente, sin la
cartita rastrera, les preocupa que lo hagamos convocando a la paz, y con la sonrisa en los labios. Por eso
ellos utilizan el miedo. Si nos hubieran dado más tiempo, con la razón, con la sonrisa y hablando claro,
hoy, todos los que están confusos, estarían con nosotros. Tenemos derecho a decir la verdad y por eso la
decimos. Ahora —continuó—, la derecha, A. P. y U. C. D., piden a los ciudadanos que sean subditos
voluntariamente, y este pueblo está harto de ser subdito. Refiriéndose a la Unión de Centro Democrático,
dijo que el ochenta por ciento de los que la integran han estado pecando de velocidad y de oportunismo,
«que no tienen ni partidos, ni ideales, que son «na especie de horfelinato buscando un padre que ha
resultado ser Suárez. ¿Dónde están todas esas ideologías que decían que había en U. C. D.? Ahora resulta
que votar Centro es, votar Suárez, y ahí se resume toda su filosofía, en Suárez.» Por otra parte señaló que
Alianza Popular tenía razón cuando decía que tenía más experiencia de Poder que el Centro, «porque en
la época en que los de A. P. eran ya ministros, los otros eran subsecretarios». Añadió que el P. S. O. E.
quiere que e;l ritmo de la transformación socialista lo marque el pueblo, no queremos imponer nada,
levantamos el puño de la solidaridad y no nos lo harán bajar». Explicó que cuando el P S. O. E. propugna
unas relaciones internaciónales nevas, quiere que sean como las que acabamos de vivir con la delegación
de representantes sindicales españoles que ha ido a la O. I. T. y fueron recibidos entre vítores y aplausos.
«El último hombre que entró allí con dignidad fue Francisco Largo Caballero, ugetista y socialista. El
hombre que ha entrado presidiendo la delegación de los auténticos representantes de los trabajadores ha
sido el secretario general de la U. G. T. y miembro del P. S. O. E., Nicolás Redondo. Este es el tipo de
relaciones que quiere el P. S. O. E.» «Nuestro partido quiere construir el futuro político con el pueblo,
demostrando que el pueblo es capaz de administrar su libertad sin violencia». Uno de los temas más
importantes tocados en el discurso fue la petición de dimisión de todos los alcaldes que hay en el Estado
español, y que, mientras, en los ayuntamientos se constituyan comisiones técnicas que garanticen su
funcionamiento. Felipe pidió la dimisión de estos cargos para el día 16. Habló también de la necesidad de
un gobierno del pueblo, y al servicio del pueblo, no como había sucedido en los últimos cuarenta años, en
que todo un pueblo había estado al servicio- de sus gobernantes. Felipe González dijo una vez más que, al
margen de lo que pueda ser el resultado electoral, «hemos triundo en un reto que era histórico:
encontrarse libre y multitudinariamente con el pueblo». Durante el discurso fue interrumpido en
numerosas ocasiones entre vítores y aplausos, y gritos de ¡Felipe, Felipe! El primer secretario del P. S. O.
E. tuvo palabras muy duras para la U. C. D. y Alianza Popular, por haber sido colaboradores de la
dictadura, «nunca han estado con el pueblo, sino contra él». Dijo también que Madrid era «el rompeolas
de toda España» y que la Administración había sido opresora y centralista con el pueblo de Madrid. «Me
voy a permitir —terminó— el lujo de no pediros el voto, sint de que vayáis a votar para reconquistar la
libertad».
Foto QUECA