Comunidad Autónoma
El paro y los desequilibrios sociales esperan al nuevo presidente
Madrid/YA
El nuevo presidente de la Comunidad de Madrid no encontrará un camino de rosas en los próximos cuatro
años de legislatura, puesto que en la región aún siguen latiendo graves problemas económicos y sociales.
En esta Comunidad se sobrepasa los 300.000 parados, y aunque la lucha contra el desempleo no
corresponde estrictamente al ejecutivo autonómico —el Gobierno central es el máximo responsable en
esta materia—, el nuevo presidente regional deberá afrontar este grave problema. Según datos facilitados
por la Consejería de Economía de la Comunidad Autónoma madrileña, un 40 por 100 de los parados de la
región busca un empleo desde hace dos años. Sin duda, mucho tiempo para nada. La posible solución de
este problema debe ir unida la reactivación económica de la región, fundamentalmente de la zona Sur, y
la reparación del tejido industrial. La Zona de Urgente Reindustrialización (ZUR), cuya funcionalidad ha
sido puesta en duda por sectores políticos y empresariales, debe servir para lograr parte de estos objetivos,
así como dotar de mayor opera-tividad al Instituto Madrileño de Desarrollo (IMADE). Otro de los graves
problemas con los que se encontrará el nuevo presidente autonómico serán los fuertes desequilibrios
sociales y territoriales existentes en la región y la falta de equipamientos e infraestructuras, aún muy
latentes en el área metropolitana de Madrid. La dialéctica Norte-Sur también se da en esta Comunidad. La
Sierra Norte, también llamada pobre, y para la que el anterior ejecutivo regional elaboró un plan especial,
asiste a un envejecimiento progresivo y a una despoblación. Mientras, el Sur superpoblado y donde se
asientan las grandes bolsas de paro, es todavía deficitario en equipamientos e infraestructuras. La
inseguridad ciudadana y la creciente ola delictiva, unida muy directamente al fuerte consumo y tráfico de
droga y a la marginación, es sin duda una vieja y triste lacra de la sociedad madrileña. Sectores políticos
madrileños han pedido durante los cuatro últimos años y especialmente en la campaña electoral, una
mayor coordinación de las fuerzas de seguridad. Por otra parte, el presidente de la Comunidad de Madrid
deberá intentar lograr mayores techos de competencias e instar al Gobierno central para que se
transfieran, a través de leyes orgánicas, materias no especificadas en el actual Estatuto de Autonomía,
como las relativas a educación. La ley de capitalidad de Madrid, la solución de los accesos a Madrid por
carretera, la elaboración de medidas viarias para paliar los problemas de tráfico y una mayor coordinación
del transporte público.
Los accesos a Madrid, reto para el nuevo gobierno regional