EL PAÍS, jueves 4 de junio de 1987
ESPAÑA/29
LAS ELECCIONES DEL 10 DE JUNIO / MADRID
Ramón Tamames se las arregla para parecer, a sus 53 años, un joven dinámico que está dispuesto a darlo
todo en la primera oportunidad política de su vida. A pesar de que lleva más de tres decenios bregando en
el asunto, casi tantos como los que hace que monta en bicicleta. Es eí candidato a alcalde de Madrid por
IU, coalición de la que forma parte como presidente de la Federación Progresista. Isabel Vi-lallonga, que
está en la coalición por el PCE, fue una de las conceja-las expulsadas del partido cuando mandaba
Carrillo. Socióloga en la Administración, especializada en educación ambiental, hace que su visión de la
Comunidad, a la que aspira, tenga un tinte especial.
4. IZQUIERDA UNIDA
Los de siempre atacan por la izquierda
RAMÓN TAMAMES La asignatura Madrid
MARUJA TORRES, Madrid Ramón Tamames llega a su oficina irradiando dinamismo y salud, el pelo
un poco alborotado —sin duda por su tendencia a cepillárselo de modo circular para que se le caiga
menos y le quede más vaporoso— y la clara mirada expresando la misma confianza en sí mismo de
siempre.
—¿No le sienta mal tanto ajetreo?
—No; a mi me sienta bien. Lo que yo creo es que en una campaña es esencial encontrar todos los días un
par de momentos de relajo. Primero, hacer un poco de ejercicio: Fíjate que yo, como estoy muy
acostumbrado a madrugar, aunque tenga que estar a las seis en Mercamadrid, salgo ya de casa con algo de
gimnasia hecho. Luego, tras una comida frugal, un poco de descanso. Y por la noche, como a las 21.30,
antes de salir para los últimos actos, media hora de meditación trascendental. Uno se tumba y trata de no
pensar en nada. No es el nirvana, pero se le parece bastante.
—¿Alguna receta más?
—Es importante no reprimirse en las manifestaciones personales. Algunas pequeñas explosiones
controladas son muy convenientes. De lo contrario, te fabricas la úlcera.
—Usted, que ha vivido tantas batallitas, ¿no estará ahora inventando algo nuevo para seguir
manteniéndose en la palestra?
—Más que inventar, lo que estoy haciendo es buscar nuevos desarrollos y aplicaciones de principios que,
en gran medida, son bastante viejos, porque la defensa de la paz se. remonta nada menos que a Erasmo,
los temas de defensa de valores ecológicos pueden remontarse a John Stuart Mill (por citar un clásico del
siglo XIX), y en los temas de progresismo económico hay muchos ejemplos, de los que Schumpeter fue
un precursor. Además, estaba muy relacionado con Keynes y también colaboró con Galbraith...
—Glub. ¿Qué le mantiene en la política?
—Una especie de vocación que se inicia siendo muy pequeño y que ya no pierdes, y la mantienes con
transformaciones, evoluciones y lo que sea. Es como un llamamiento.
—¿Cómo lo de san Pablo al caerse del caballo?
—Yo sostengo que la política es una vocación.
—¿Y todo lo turbio que hay en ella?
—Más que turbio, es un camino difícil. Puede haber cosas turbias, pero yo no he tenido que pasar por
ello. Y si las consideras turbias, te vas, como hice en el 81 cuando me fui del PCE. Por otra parte, yo no
estoy obseso por la política. A mí me interesan muchas cosas a la vez, como seguir con mis libros —
tengo una decena de libros con 10, 11 o 17 ediciones—. También me gusta mucho el tema de la ecología;
siempre que puedo me subo a una montaña. Y la música, ah la música, siempre estoy conectado con
Radio 2, que considero el mejor servicio público del Estado español. ¡Ah! Y las plantas. Tengo una
terraza en donde he obtenido un verdadero microclima en el que conviven muchísimas especies.
—¿Qué ofrece Izquierda Unida en esta campaña?
—La universidad del Sur, que es una idea-fuerza que está produciendo mucho impacto. Es dar respuesta a
lo que hoy es un páramo cultural desde el punto de vista-de los estudios superiores. El segundo tema es el
programa experimental de contratación de 10.000 jóvenes, que lo llamamos experimental porque sabemos
que no hay una respuesta determinada, porque no es lo mismo ofrecer un empleo de 250.000 pesetas al
mes que ofrecer cuatro horas -diarias de empleo y dos de aprendizaje para estudiar la asignatura Madrid
con 25.000 pesetillas y tarjeta de transportes gratuita. Aparte de estas dos cosas, la concejalía contra la
droga, para atender este problema de forma coordinada en todas sus ramificaciones, y, desde luego, el
tema de seguridad ciudadana, que para nosotros no significa más policías. Nosotros querernos una policía
a pie de barrio, que esté relacionada con las juntas municipales de distrito, que esté también en la
prevención del delito. En este país hace falta más sociología y demografía. ¡Nadie se sabe la asignatura
Madrid!
—¿Me quiere explicar de una vez qué es eso?
—Mira, si yo no salgo de alcalde me voy a quedar de concejal precisamente por eso, porque hay que
trabajar en esa asignatura, que quiere decir conocer bien la ciudad, sus problemas, hacer que se estudie en
las escuelas. Que esto es muy complejo y poca gente lo sabe.
Y se va, consultando lo que él llama su input-output, que no es más que una especie de papel sobado en el
que va apuntando las citas que tiene durante estos días de ardorosa carrera atlética.
ISABEL VILALLONGA Extremeña bravia
Es una mujer de aspecto fuerte y seco, posiblemente frágil en el fondo, que está aquí porque "a partir del
montaje de la Plataforma Cívica es casi un deber moral encontrar una opción de izquierda real. Hay
que entender que aquí ha habido un vuelco, en el que lo de la OTAN fue lo más llamativo, pero había
algo más que se estaba fraguando por debajo. Hay la necesidad de una izquierda real, que recoja los
valores de la izquierda de toda la vida". Habla también de otra forma distinta de hacer la política
institucional, "de rechazar esa afición que han pillado por la bandera de pedrería, el cargo y la moqueta.
Hay una gran diferencia entre el país real y el oficial y un gran foso entre el poder y el pueblo".
Extremeña que tuvo que venirse a Madrid para estudiar, porque en su tierra no había cómo hacerlo —
"aunque yo era privilegiada por posibilidades familiares y económicas"—, Isabel ve Madrid como una
especie de Nueva York manchego que muestra las dos caras de la manzana: la piel tersa y el interior lleno
de zonas purulentas.
Como aspirante a la presidencia de la comunidad autónoma ofrece, entre otras cosas:
—Crear el consejo económico y social, que es un órgano donde estarían ayuntamientos, sindicatos,
pequeños y medianos empresarios, cooperativas, universidades... Un órgano donde se elaboraría el plan
económico regional para ir al pleno empleo en una perspectiva a largo plazo. Madrid es la cuarta región
europea con mayor índice de paro. Casi 388.000 parados para cinco millones de habitantes. Otro asunto
que también le preocupa a ella es la universidad del Sur, "porque el eje cultural de Madrid pasa por ahí y
no por la Castellana, como dicen los socialistas. Si es que somos de izquierdas". De su recorrido de e´stos
días por sitios como Fuenlabrada, Parla, Leganés o Arganda saca la cruda realidad de lo inequible que la
enseñanza —como la vida— resulta por esas zonas. "En la región, hay dos millones y medio de personas
que no tienen equípamento universitario. Las competencias en materia de educación no están
descentralizadas por le Comunidad Autónoma. Eso es algo que vamos a proponer". Y está la situación de
la mujer: "En nuestro programa hemos puesto el título Una política para el 53% de la población, y
proponemos la consejería de la mujer, para que este tema esté presente en el Consejo de Gobierno y en
cada política que se afronte en la comunidad". Isabel Vilallonga trabaja como socióloga en la
Administración, en educación ambiental. "Que es la integración de las personas en su medio ambiente, ya
sea urbano o rural; lo que llamamos los sociólogos la percepción. Yo pienso que, dentro de la renovación
pedagógica, esto de la ho-mogenización de las áreas ciudadanas y las del campo, las naturales, es algo
que debe de hacerse sin más". Le digo que el sociólogo metido en politica puede llegar a, sentir un
considerable desánimo, dada su visión global. "Sí, pero la sociología también te permite entender que lo
que pasa no es culpa tuya, conocer las raíces de la desigualdad y de la dominación. Junto al pesimismo,
comprendes la sociología de los movimientos sociales, y entonces te das cuenta de que a la larga las cosas
se van a poder hacer. Mira, lo de la universidad del Sur, aunque no salgamos, se va a realizar, porque ya
se ha puesto la gente a trabajar y ya tenemos recogidas unas 15.000 firmas". Y concluye con fe, con cierta
dureza de mujer que se agarra a verdades absolutas: —Porque los movimientos so´ciales son la obviedad
de las aspiraciones de la gente. Y eso acaba arraigando. En cuanto a la política, es algo que sólo tiene
sentido si la hacemos entre todos.