POLÍTICA
EL PAÍS, lunes 1 de diciembre de 1986
RICARDO GUTIÉRREZ
El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, compareció ante la Prensa en Bilbao una vez conocidos
los resultados de los comicios.
Xabier Arzalluz descarta una coalición del PNV con Herri Batasuna
IÑIGO GURRUTXAGA, Bilbao
El presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Xabier Arzalluz, destacó ayer lo que calificó
de victoria del "bloque nacionalista" en los comicios vascos, culpó a Carlos Garaikoetxea del
descenso electoral del PNV y aplazó cualquier pronunciamiento de su partido sobre la mejor forma
de gobierno para Euskadi a la celebración de un proceso asambleario interno. El presidente del PNV
negó que exista la posibilidad de coalición de su partido con Herri Batasuna. "Nosotros no pactamos
con fuerzas extraparlamentarias", dijo. El máximo dirigente nacionalista explicó el ascenso en el
número de escaños de HB por la moderación de su campaña y "el apoyo con el que cuenta la
negociación flema de la campaña de HB] entre amplios sectores de la población vasca".
El dirigente nacionalista afirmó que la mayoría de escaños obtenida por los socialistas no corresponde
a un apoyo mayor del electorado, sino a los resultados de aplicar la ley electoral. Arzalluz subrayó
también "la importancia de que la derecha españolista quede desbancada en el País Vasco".
Arzalluz no descartó mantener conversaciones con otros partidos, pero resaltó que la decisión
definitiva sobre la actuación del Partido Nacionalista Vasco en la nueva legislatura la tomarán las
asambleas locales, regionales y nacional del partido. Arzalluz afirmó: "Es posible que Ardanza vuelva
a ser lendakari, pero hay una diferencia entre lo que es posible y lo que es probable. Yo no lo creo
probable".
El presidente de la ejecutiva nacionalista hizo su primera valoración de los resultados electorales
al pie de una escalera en un hotel de Bilbao. Ante una multitud de simpatizantes nacionalistas, pidió
a sus militantes "más ánimo que nunca". La alocución de Arzalluz fue interrumpida constantemente
por afiliados que pedían la independencia del País Vasco o que el PNV pasara a la oposición.
El PNV había congregado a sus afiliados en un hotel. La confianza inicial pasó a convertirse en tensa
decepción, primero, y en tenso entusiasmo, después, tras la intervención de Arzalluz. Cuando el líder
nacionalista se dirigía a sus seguidores, en medio de un enorme tumulto, el anuncio de la pérdida de
un diputado por parte del PSE-PSOE en Guipúzcoa produjo la euforia general hasta conocer que
Eusko Alkartasuna, el partido de Carlos Garaikoetxea, era el beneficiario de la pérdida socialista.
Las críticas a Garaikoetxea, contra el que se corearon insistentemente gritos de "traidor", y los
lamentos sobre el futuro de la televisión o la policía vascas fueron constantes a medida que
avanzaba la noche. Arzalluz criticó a Garaikoetxea por "aprovecharse de una imagen y un
nombre" hecho en el Partido Nacionalista Vasco.