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ELECCIONES GENERALES
MARTES 50-6-86
Galicia, ante las urnas
El electorado se ha decantado siempre por las opciones de centroderecha
Los índices de abstención han sido los más altos de España
Santiago. Alfonso Cabaleiro
Desde 1977 los votantes gallegos han optado mayorltariamente por las opciones de centro-derecha. Hasta
la crisis de UCD dividieron su apoyo entre esa fuerza y el partido de Manuel Fraga y tras la crisis
centrista se volcaron por la Coalición Popular. Cierta parte del electorado evoluciona hacia formaciones
de izquierda y, en menor grado, hacía los nacionalistas.
El partido de Manuel Fraga en las primeras legislativas de 1977 obtuvo 147.734 votos, con cuatro
diputados que repitió en las de 1979 con 148.476 votos. En estas dos fechas ganó UCD con 609.643 votos
(1977) y 20 escaños. Y 515.565 votos (1979) con 17 escaños. El PSOE completó el reparto en estas dos
elecciones con tres y seis escaños, respectivamente.
Estas tres fuerzas son las única que vuelven a obtener representación en las legislativas de 1982. Es en
éstas cuando CP recupera el voto centrista consiguiendo 489.355 votos, con 13 escaños, mientras que
UCD obtuvo sólo cinco diputados, con 231.474 votos. También subió el PSOE, consiguiendo nueve
escaños.
Las últimas elecciones celebradas en Galicia, las autonómicas de 1985, supusieron la victoria de
Coalición Popular en seis de las siete grandes ciudades de Galicia, con especial significado los triunfos en
Vigo y Ferrol, ciudades en las que también creció Esquerda Gallega. Fue también Coalición Popular
quien ganó en 214 de (os 300 Ayuntamientos de Galicia, con el triunfo del PSOE en 49 (entre ellos, el de
La Coruña) y 34 con triunfo de Coalición Gallega.
Hay que destacar también, junto al constante triunfo del centro-derecha que Coafición Popular ahora, y
antes AP, son los que han recogido el antiguo voto centrista, aunque ya en las legislativas de 1982
Coalición Popular superó en más de doscientos mil votos a la extinta UCD representada por hombres que
después desembarcaron en Coalición Gallega con un baño galleguista.
Otros datos que merecen señalarse de la evolución electoral de las fuerzas políticas gallegas es la casi
nula fuerza política del CDS, el auge en sectores intelectuales de Esquerda Gallega, la práctica
desaparición del Partido Comunista -tan dividido como en el resto de España- y la Cfida vez mejor fuerza
-por lo menos en votos- de los partidos como el Bloque Nacionalista Gallego, que también en una cierta
simplificación asimilativa podríamos catalogar como algo parecido a Herri Batasuna.
Otro dato que conviene destacar es la abstención que desde 1810 siempre ha sido muy superior a la media
nacional. La cifra más afta se alcanzó con motivo del referéndum del Estatuto de Autonomía (71,37 por
100) y la abstención más baja en el referéndum de la ley de Reforma Política de 1976 (30,99).
Galicia ocupa una superficie de 29.434 kilómetros cuadrados, el 5,8 por 100 de la superficie nacional. La
provincia más extensa es Lugo y la menor, Pontevedra. La conformación topográfica y la constitución del
terreno hacer difíciles las comunicaciones en el interior de Galicia, y, en particular, con el resto de la
Península.
Otra característica gallega es la acentuada diferencia entre el interior agrario, subdesa-rrollado- y la costa
industrial y urbana, conformando la oposición campo-ciudad. Han sido siempre La Coruña y Vigo
motores del desarrollo gallego y mientras la primera sabe potenciar el sector servicios frente a fa crisis
industrial, Vigo sufre los negativos efectos de la reconversión naval con un alcalde cada vez menos
popular y eficaz.
Un esquemático análisis socioeconómico de Galicia ofrece como resultado la existencia de una población
intensamente ruralizada, territorialmente dispersa y fuertemente envejecida. La agricultura es de carácter
tradicional y desigualmente desarrollada con una producción final destinada al autoconsumo. El
entremado industrial es poco denso, los servicios son insuficientes y la economía es desarticulada y
dotada de una red urbana desequilibrada.
Con la adhesión de España, a la Comunidad Económica Europea -adhesión en cuya negociación no se
tuvo en cuenta para nada tos intereses de Galicia- el sector más perjudicado es y será la agricultura que va
a sufrir, según tos especialistas, un verdadero trauma.
La cifra de parados a finales del pasado mes de abril era de 178.845 personas. El mayor índice de paro se
registra entre los que demandan el primer empleo (50.627), seguido del de sector servicios (45.000), cons-
trucción (41.000), industria (35.362) y agricultura (5.038). Por provincias la de mayor paro es La Coruña
(73.535), seguida de Pontevedra (62.267). Orense (21.864) y Lugo (19.878).
La crisis industrial, sobre todo en el capítulo de la reconversión naval ha afectado principalmente a Vigo
y Ferrol, ciudades que en las últimas elecciones autonómicas castigaron al PSOE recogiendo votos
Coalición Popular y Esquerda Galega.
Galicia en cifras
• Superficie en kilómetros cuadrados: 29.434.
Habitantes: 2.861.008. Censo electoral :2.177.316. Paro a diciembre de 1985 (EPA): 148.700 (13 por
100). Escaños al Congreso: 27. Escaños al Senado: 16. Reparto actual por partidos: CP: 13 diputados, 11
senadores. PSOE: 9 diputados, 5 senadores. UCD: 5 diputados.
• Próximas elecciones autonómicas: 1989.
La capacidad imaginativa del gallego ha originado el auge de sectores como el de la moda, y que Vigo y
La Coruña se hayan convertido en centros de «movida» cultural con especial protagonismo de la música.
Ahí están los casos de Siniestro Total, Los Resentidos y Radío Océano. La vanguardia ha llegado también
al vídeo y el diseño.
Enfrentamientos
El sentimiento de galleguidad siempre ha estado presente en Galicia. Durante la época franquista se
encauzó en empresas editoriales como galaxia y a partir de ios sesenta fue cobrando protagonismo el
galleguismo político clandestino. Tras la muerte de Franco la reivindicación nacionalista se fue
encauzando en la elaboración del estatuto de autonomía, cuyo primer proyecto se elaboró en 1978. Los
recortes de la UCD de Suárez motivó numerosas manifestaciones del pueblo gallego y tras sucesivas
rectificaciones y negociaciones se llegó a un estatuto que fue refrendado por el pueblo gallego, pero con
una abstención sorprendente: ei 71, 37 por 100.
Tras las primeras elecciones autonómicas, en octubre de 1981, Albor se convirtió el 8-1-82 en el primer
presidente del primer Gobierno autónomo de Galicia. El primer Parlamento gallego se había constituido
un mes antes, el 19 de diciembre de 1982.
Teniendo en cuenta las inversiones de la primera legislatura, los hechos más destacables del primer
mandato de Albor fueron ta puesta en marcha de la radio y televisión autonómicas; la creación de centros
educativos, carreteras, centros de salud y centros asistenciates y sociales, la promoción industrial, las
subvenciones a las pequeñas y medianas empresas, las instalaciones deportivas y la concentración
parcelaria.
Por otra parte, tos enfrentamientos con el Gobierno central fueron constantes. Se debieron a la falta de
voluntad negociadora de los gobiernos de UCD y socialista con una serie de asuntos aún pendientes que
suponen un lastre para la gobernabilidad de Galicia.
Está en un primerísimo lugar el traspaso del INSALUD. Estaba previsto para el 1 de enero, pero los
desplantes de Lluch y su equipo han sido constantes y e! retraso está provocando que el caos sanitario que
ya atraviesa Galicia se agrande .
Están también pendientes de traspaso las Cámaras Agrarias que disponen de una ley aprobada en el
Parlamento gallego y la Policía autónoma, que, aunque la Junta desee disponer de la misma no es algo
que necesite con urgencia, sí exceptuamos una Policía del Mar para una costa donde son frecuentes tos
conflictos entre mariscadores.