«CADENA POSTAL» CONTRA EL DIVORCIO
Señor director:
En PUEBLO del día 24 del pasado mes de enero, y en la página 11, me entero de que por la
Confederación de Padres de Familia, que dirige el padre Bidagor, S. J., se ha puesto en movimiento en
Madrid tina campaña que consiste en una cadena postal, y cuyo contenido final es tratar de demostrar que
en España somos contrarios a la implantación del divorcio.
Él sistema me parece de un gran chauvanismo, pues me recuerda aquellas célebres «cadenas» tan
condenadas por nuestra Iglesia, y que comenzaban, poco mas o menos, así: «La Virgen te lo premiará...».
«A Fulanito que no lo hizo, se le incendió la casa..:»», etcétera.
Es muy de lamentar que en un país donde nos decimos «eminentemente católico», aunque la realidad sea
muy otra, grupos minoritarios intenten poner freno a la legalización del divorcio, alegando
«indisolubilidad», «ley masónica», etc. y sienten verdadero pánico al pensar que un día no muy lejano,
este «pecado» acabe siendo legalizado en España, como anteriormente lo fue en Italia y Portugal Cito
estos paises, porque además de ser latinos, tenemos mucho en común, y en ninguno de los dos se han
rasgado la? Vestiduras; es más, consideró que nos hüri"dádo un ejemplo de civismo, porque con la
implantación de dicha ley han permitido que muchos .matrimonios rotos pudieran rehacer sus vidas o, por
lo menos, legalizarse ante la sociedad, y esto, jypy en tender, si que es hacer cristianismo. Lo contrario es
tratar de que continúen marginados los cada vez más numerosos matrimonios que se equivocaron. ;
Cuándo dejaremos de ver diablos en las parejas separadas? ¿Acaso no merecerían el perdón del mismo
Jesucristo? ;,No son merecedores de perdón los sacerdotes o religiosos que eligieron libremente su
vocación y abandonaron el sacerdocio para contraer nupcias matrimoniales? ¿Se podría llamar a esto
divorcio?
Les diría muchas otras cosas a estos grupos de «santones», pero ya lo dice muy claramente doña Ana
María Pérez del Campo, y también en muchísimas ocasiones mas el conocido y popular padre Antonio
Aradillas.
Por mi parte, tan sólo añadiré que todos haríamos más apostolado y nos sentiríamos más cerca de Dios si
nos ocupásemos de cosas más importantes, que las hay, dentro del seno de la gran familia cristiana, como
puede ser el adoptar el sistema alemán para que mediante la imposición de cuotas a todos aquellos que se
consideren católicos, permitiese el que nuestra Iglesia y su clero no tuvieran que depender del Estado,
Así, si que demostrariamos verdadera fe.
Agradeciéndole su publicación quedo atto.
R. O,
D. N I., numero 20.652732 MADRID