Elecciones gallegas
Albor se convierte en hombre puente para un entendimiento con vascos y catalanes
«Mantengo la necesidad de unir las fuerzas no socialistas»
Santiago. Luisa Palma, enviada especial
Gerardo Fernández Albor, que repite como presidente de la Junta otros cuatro años, tras el éxito de la
Coalición Popular, se ha convertido en el «hombre puente» para el futuro entendimiento de todo el
espectro de centro derecha en España, sobre todo en lo tocante a los nacionalistas catalanes y vascos.
Según diversas opiniones consultadas por este periódico, la reelección de Albor al frente de la presidencia
de la Junta aporta «credibilidad autonómica» a la Coalición Popular.
Fernández Albor, incluyó ya, en su primera apreciación de los resultados, la necesidad, puesta sobre la
mesa tras el voto de los gallegos, de que «todas las fuerzas no socialistas tienen que coaligarse», como
único camino cierto para poder enfrentar al PSOE como alternativa de Gobierno. «Yo sigo manteniendo
la necesidad de unión -dijo Albor-de todas las fuerzas no socialistas. Galicia ha sido un ejemplo de la
ampliación de la Coalición Popular a otros partidos y se debe seguir por ese camino.» Para Albor aquí
deben estar incluidos los nacionalistas catalanes y vascos, y a partir de ahora los esfuerzos se deben
orientar en ese sentido.
Gerardo Fernández Albor, que madrugó a pesar de haber pasado la mayor parte de la noche en vela,
acudió ayer por la mañana a su despacho en el palacio de Rajoy. Allí recibió la felicitación telefónica del
presidente de la Generalidad, Jordi Pujol, que se marchaba a Estrasburgo. Su llamada fue la primera en
llegar tras la del presidente del Gobierno, que pasada la medianoche le hacía llegar un télex urgente.
Felipe González intentó sin éxito ponerse en contacto con el reelegido presidente de la Junta en su
domicilio particular de Santiago. «Pero yo -dijo Albor- \e agradezco mucho su cortesía.»
Albor es quizá e! más optimista de entre sus compañeros de Coalición Popular, y se encuentra satisfecho
de los resultados obtenidos. Así, al menos, lo hizo constar ayer en una conversación con ABC, donde
subrayó que lo obtenido por Coalición Popular en estas elecciones se podía considerar como un
«brillantísimo resultado». No le inquieta al reelecto presidente de la Junta la futura composición de su
gabinete.
La situación de mayoría minoritaria de su fuerza política le hace tener en cuenta a la Coalición Gallega,
fuerza que posee once escaños, para poder tener la mayoría absoluta, pero cree que podrá hacerlo sin
mayores problemas, «porque es impensable que apoyen al PSOE». Siguiendo con la filosofía de ampliar
la Coalición Popular, piensa Albor que es «factible» un pacto con la Coalición Gallega, tanto como lo
pueda ser en el futuro con los nacionalistas vascos y catalanes.
La satisfacción de Albor se basa en el aumento de su fuerza política en votos y escaños, «aun después de
cuatro años de desgaste de Gobierno». Según los datos que ayer manejaba el presidente de la Junta, en
relación a las últimas elecciones autonómicas de 1981, se ha pasado de 400.000 votos a 511.000, y de 26
escaños a 34, con posibilidades de llegar a 35, ya que sólo les faltan 60 votos y están todavía por
contabilizar los 13.000 votos de la emigración. «Hemos vencido -dijo Albor- en todas las provincias y en
seis de las siete capitales, con un fuerte tirón en La Coruña, que ha demostrado ser galleguista y liberal.
La Coalición Gallega ha arrastrado parte de los antiguos votos de UCD, aunque la otra parte se ha venido
con nosotros.»
Albor subrayó que ésta era la primera vez que a Coalición Gallega se la derrotaba en la provincia de
Orense, que hasta ahora había sido considerada como feudo intocable y terreno exclusivo de Eulogio
Gómez Franqueira. «No sólo les hemos pasado en votos nosotros, sino también el PSOE», opina. Para él,
el hecho de que Victorino Núñez haya concurrido con la Coalición Popular a estas elecciones y no con
Coalición Gallega «ha sido fundamental para los resultados en esta provincia».