ZENON EN ESPAÑA
Solo para no decir que Coalición Popular ha ganado las elecciones autonómicas en Galicia, un
gran diario titula que «Fraga no consigue la mayoría absoluta» y si, más por lo bajinis, admite
luego «la victoria de Coalición Popular sin mayoría absoluta», está lejos todavía de considerar
que haya habido «un fracaso socialista» como otro punto del panorama afirmativo sostiene.
Mientras a aquel lado de la barricada informativa se dice que «decenas de miles de personas»
asistieron a la manifestación conmemorativa de Franco, al otro lado -zona templada- se explica
que desfilaron «varios centenares de miles de personas»; la Delegación del Gobierno sostiene
que los manifestantes eran cincuenta mil, y los organizadores del festejo conmemorativo
hablan del millón.
Manes de Zenón de Elea, aquel ingeniosísimo filósofo que negaba la realidad del movimiento y
nos embarulló por los siglos de los siglos al sostener que el veloz Aquiles jamás podría
alcanzar a la lenta tortuga. Si hubiera estado el domingo en Madrid hubiera disfrutado de lo
lindo comprobando como en el siglo de la informática todavía prospera lo que Stuart Mill, según
el paradójico Borges, llamaba la falacia de la confusión.
Cuando ya no nos cuentan los acontecimientos, sino que los vemos en la era de lo
audiovisual, la falacia de confusión nos impide enterarnos si ganó o no ganó Fraga, si los
gallegos le dieron un curripé a Guerra, si los manifestantes eran cuatro gatos o muchos más
que los que se levantaron en toda España un famoso 18 de julio de 1936.
No se sabe nada, querido Zenón. Aquí no es que todo sea del color del cristal; es que los
cristales o están sucios o son deformantes como los espejos curvos del Callejón del Gato en
que tanto miraba las cosas del país don Ramón del Valle-lnclán.
Todavía recuerdo aquella manifestación contra Franco, en defensa de Grimau, que vi en París
por los años sesenta. Un directivo PC del servicio de orden me informó que cuando la apretada
multitud llegaba desde la plaza de la Republique al lugar de Chateau d´Eau, donde estaba el
Comité socialista, había doscientos cincuenta mil manifestantes. Ni el cuarentañismo ni la joven
democracia han aprendido aquí a cubicar los escenarios. Ni los partidos políticos han
renunciado a barajar caprichosamente las cifras electorales.
La consecuencia es que hasta que no nos dan con el rodillo en la sesera no nos enteramos de
que creíamos que iban a ganar las derechas, pero hemos ganado tos socialistas, o hasta que
no aparece Coalición Galega no averiguamos cuantos gallegos votaban centro, cuenta
relativamente fácil de sacar si se suman a los escaños ganados por CP los ganados por el
PSOE.
En el fondo resulta que todavía penden las cosas del voto postal, ya que en Pontevedra CP
sólo perdió por 73 votos su escaño 35. Como diría Borges, «un pedacito de niebla griega» se
ha sumado a la niebla galaica que digo yo. Fernández Albor es el que tiene más diputados y
eso no hay niebla que lo tape. Recordemos que José Luis Álvarez también tenía más votos que
Tierno para la alcaldía de Madrid.
Lorenzo LÓPEZ SANCHO